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jeudi 26 mars 2015

Beata Panacea de Muzzi. La Cenicienta del santoral.

Lo primero que puede llamar la atención a muchos es el nombre “pagano” de esta santa: “Panacea” significa en griego “remedio de todo mal”, y causa extrañeza su uso en pleno siglo XIV. Pero de pagana nada, cristiana, y mucho, fue:

Beata Panacea de Muzzi, virgen y mártir. 27 de marzo

Nació en 1368, en Quarona de Vercelli, Italia. Sus padres fueron Lorenzo Muzii y Maria Gambino, la cual falleció cuando la niña Panacea era muy pequeña como para recordarla luego. Cuando tenía unos 8 años, su padre volvió a casarse con Margarita Lorcano, viuda con una hija. Desde el primer momento, la madrastra y su hija se encargaron de hacer la vida imposible a la niña. Le encargaban las peores faenas, se burlaban de su piedad y le impedían hacer caridad con los pobres y los enfermos. Asistir a la iglesia le suponía un sufrimiento enorme, y si la descubrían la insultaban y apaleaban, tanto, que en una ocasión su padre (de poco carácter, al parecer) la halló inconsciente en el establo.


Y esta precisamente fue la causa de su martirio: Un día, cuando tenía 16 años, mientras regresaba de pastar las ovejas, se detuvo en la ermita de San Juan de Tucri, allí se entretuvo orando, sin considerar el paso del tiempo. Mientras, en casa, la madrastra, enfadada con la demora de la chica, salió a buscarla. Pasando por la ermita, vio el rebaño plantado a la puerta, esperando a su ama, entró a la iglesia y la golpeó con el huso que la niña solía llevar al campo para hilar, con tanta violencia, que le rompió el cráneo y la mató allí mismo. Consciente del crimen que acababa de cometer, Margarita salió de la iglesia y se arrojó por un barranco, matándose en la caída.


Pronto corrieron los vecinos a la iglesia y encontraron a la joven desangrada, sosteniendo aún su rosario. Limpiaron el cuerpo e intentaron moverlo, pero era imposible, hasta que acudió el obispo y verificó el martirio. Entonces, la enterraron en la parroquia de Santa María de Quarona, junto a su madre. Los abusos padecidos y su muerte dentro del templo y a causa de su piedad, hizo encaminar la compasión hacia la devoción de la que pronto consideraron mártir. La leyenda la hizo protagonista de algunos prodigios comunes a otras santas pastoras como Santa Genoveva (3 de enero) o Santa Solange (10 de mayo): las ovejas no se movían del sitio mientras rezaba o atendía a los enfermos, la lluvia del campo no la mojaba, los ángeles cuidaban del rebaño en lo que ella oraba, etc.


Culto:

El culto a la Beata Panacea puede documentarse desde muy pronto, así como los registros de los prodigios ocurridos junto a su tumba. En el siglo XV se construyó un santuario a su memoria en la ermita donde halló la muerte (la vida, para los que somos creyentes). En 1593 el proceso de canonización fue revisado por Clemente VIII, pero no prosperó. Finalmente, el 5 de septiembre de 1867, el Beato Pío IX (7 de febrero) confirmó el culto recibido, inscribiéndola oficialmente como Beata.


Fuentes:


-Acta Sanctorum. X. 75.

-Martirio, muerte y magia. Niños santos y otros cultos en la Europa Medieval. PATRICIA HEALY. New York. 2008.



Os he hecho ver muchas obras buenas: ¿por cuál de ellas me apedreáis?

Evangelio según san Juan 10,31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.


Él les replicó:

- «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?»


Los judíos le contestaron:

- «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.»


Jesús les replicó:

- «¿No está escrito en vuestra ley: "Yo, os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la Palabra de Dios. (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»


Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:

- «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.»


Y muchos creyeron en él allí.


Oh María, madre de Jesucristo y madre nuestra; tu que estás junto a nuestras cruces como permaneciste junto a la de Jesús, sostén nuestra fe, para que aunque estemos inmersos en el dolor, mantengamos la mirada fija en el rostro de Jesucristo, en quien, durante el sufrimiento extremo de la cruz, se manifestó el amor inmenso de Dios. Madre de nuestra esperanza, danos tus ojos para ver, más allá del sufrimiento y de la muerte, la luz de la resurrección. Danos un corazón sensible para seguir amando y sirviendo también en medio de las pruebas. Oh María Madre, Virgen Dolorosa, ruega por nosotros para que cuando el dolor nos visite logremos decir: hágase tu voluntad.



2,5 Millones de cristianos han abandonado Irak desde 2003



Desde el año 20003 dos millones y medio de cristianos han huido de Irak. Aún permanecen 1,3 millones de cristianos. Cada día huyen del país atemorizados por trato, mortal muchas veces, que se les da, y en general huyen a los países vecinos antes de tratar de emigrar a Europa o los EEUU. Las causas de esta huida masiva según cristianos que permanecen en Irak es la inestabilidad, la falta de protección legal y el actual conflicto con el Estado Islámico.


NOTAS


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Meditaciones sobre el liderazgo: Perseverancia.







MEDITACIONES SOBRE EL LIDERAZGO. 1 PERSEVERANCIA. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: ``He comprado un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses. Y otro dijo: ``He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos; te ruego que me excuses. También otro dijo: ``Me he casado, y por eso no puedo ir.… (Lc 14, 18-20). No eran gente corriente. Eran los amigos del Rey. Estaban invitados a las bodas de su hijo. A lo largo del tiempo he conocido personas con un carisma extraordinario para el liderazgo. Gente capaz de inspirar y movilizar a los demás con una simple mirada: lo sé porque yo mismo experimenté de ellos esa gracia. El problema es que ya no están, y tengo que confesar que sigo echándolos de menos. ¿Por qué se fueron? Lo ignoro. Es un misterio que no me atrevo a juzgar: sólo Dios puede hacerlo. A mí lo único que me queda es lamentar la inmensa cantidad de bien que hubiera podido fluir de su don, los cientos de personas a las que, probablemente, dejaron de impactar con tanta bendición como la que pude disfrutar yo. Ayer, por la tarde, pensaba en lo importante que es la perseverancia. Es más importante que el talento. Sí. Todos los líderes que han merecido ser recordados en la historia del Pueblo de Dios fueron personas que pasaron por etapas muy diferentes: en sus vidas hubo tiempos felices, pero también tragedias. Existieron, ciertamente, momentos de una gran claridad, pero en otros, quizá más abundantes o frecuentes, fueron más bien la oscuridad y las dudas lo que predominó en su horizonte. Desde luego no faltaron tentaciones, y sobre todo, mil "buenas razones" para dejar el camino emprendido. Es fácil hartarse de la falta de compromiso de los demás, sentirse solo, preguntarse "¿para qué"?, fijarse en la carrera profesional, en el propio futuro o en la familia, en todas esas cosas, tan razonables y justas, a las que tenemos el mismo derecho que todos. A veces lo más difícil de la vida, en conjunto, no son los períodos duros, sino la rutina y la fatiga de todas las jornadas, la vida cotidiana con sus afanes, que nubla los objetivos importantes y definitivos. Por eso, al final, uno se da cuenta de que los que influyeron, aquellos que impactaron, quienes han merecido ser recordados (Heb 11,4 ss) en la historia de los Benditos de Dios, han sido siempre personas perseverantes. Gente con la mirada puesta en una meta que les fue mostrada un día, y que a pesar de los desastres interiores y exteriores, siguieron su camino, paso a paso, hasta el final. Los problemas familiares, los estudios, las crisis de pareja, las dificultades económicas, los conflictos con los hijos, las enfermedades o las turbulencias personales… de verdad son cosas a las que merece dedicar tiempo. Pero no pueden ser excusas cuando el Señor nos encomendó una misión: Él siempre encuentra la forma de que podamos cumplirla sin descuidar nuestros deberes. Eso sí tenemos que aprender a buscar y vivir en su Orden, que no siempre coincide con el nuestro, ni con lo que nosotros podemos llegar a entender. Cumplir esa misión supone entrar en una dinámica cuya base fundamental es la confianza, y en la que la lógica humana muchas veces no funciona. Las preguntas "¿por qué permites esto, Señor?", o bien "¿por qué no haces lo otro?" son naturales y frecuentes, pero aquí no sirven. Más bien, lo que toca es esperar (a veces con todas las evidencias en contra), pues si uno es fiel, el fruto se dará. Antes o después, pero se dará siempre. Es impresionante la frase de Job: "Aunque me mate, en Él esperaré" (Jb 13,15), y refleja muy bien esa idea de esperanza extrema. Una actitud así, ciertamente, es un don que viene de lo alto, pero se alimenta "aquí abajo": la oración diaria, el compartir con los hermanos y la "guardia del corazón" (el discernimiento continuo de lo que nos une y separa del Señor y su plan para con nosotros) son los instrumentos de los bienaventurados que se esfuerzan por cumplir su voluntad (Sal 27, 8-9) Hasta el día santo en que puedan decir, como Pablo: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. (2 Tim 4,7).




D. Carlos Osoro y sus siete claves sobre el Papa Francisco


Queridos amigos de ReL: el arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro presidió en la parroquia de San Jerónimo el Real la presentación del libro “Soy Jesuita, soy hijo de la Iglesia”, de mi autoría, donde analizo las claves teológico-ignacianas de Jorge Mario Bergoglio, estudiando todo su magisterio publicado en la casi treintena de libros que se fueron publicando con sus escritos antes de ser llamado a la Sede Petrina.


En el acto me acompañaron, además de monseñor Osoro, Manuel María Bru, quien organizó a través de “Crónica Blanca” el evento y ejerció de anfitrión presentándome, y Carlos García Costoya, director de Ediciones Xerión, quien publicó la edición española del libro.


Les comparto la disertación completa de D. Carlos Osoro, donde nos presenta en siete claves los aspectos que descubrió o profundizó sobre la persona y el mensaje del Papa Francisco, a través de la lectura de mi libro. La numeración de cada párrafo y sus títulos son añadidos explicativos míos que sintetizan cada una de los aspectos presentados por el disertante.



D. Carlos Osoro y sus siete claves sobre el Papa Francisco (texto completo)


Muchas gracias José Antonio y muchas gracias Carlos, por vuestra invitación. Muchas gracias a ti, Manuel Bru, por invitarme a estar aquí esta tarde con vosotros.


Hablando de este libro, yo no voy a decir siete cosas, pero sí siete aspectos que he visto detrás de la lectura del mismo. Yo no me había puesto de acuerdo (con el autor) para coincidir con el número bíblico, pero sin embargo, si me parecía que los debía decir.


1º Aspecto: Francisco es fruto de una decisión fundamental en su vida luego de su encuentro con Jesús


Detrás de esta lectura, y los que lo leáis lo podréis ver, yo he visto a un pastor, a un hombre de Iglesia, que toma una decisión fundamental en su vida, que es hablar no sólo con palabras sino con obras de Jesucristo Nuestro Señor, y hacerlo en todos los lugares donde se hacía presente. A través de estas páginas se ve como esta decisión es fundamental en su vida. Desde el momento en que él tiene un encuentro fundamental con Nuestro Señor Jesucristo, toma esta decisión de acercar el rostro del Señor, con obras y palabras, a los hombres.


2º Aspecto: Francisco es amigo y testigo de Jesús


Ciertamente es un amigo del Señor. Él no habla de memoria. No es un testigo que inventa cosas para poder defenderse, como los malos testigos. Es un testigo que pasa horas delante de Nuestro Señor Jesucristo, y que desde ese diálogo sincero y abierto con Nuestro Señor, él comprende y conoce más a Jesucristo, y observa, ve y lee todo lo que acontece desde Nuestro Señor Jesucristo. ¡Gran amigo del Señor!


3º Aspecto: Francisco es transmisor de su experiencia de Jesucristo


Es transmisor de una experiencia y una vivencia fundamental en su vida. Al fin y al cabo como un Cardenal de la Iglesia que trabaja en el Vaticano me decía hace un poco tiempo coincidiendo yo un miércoles allí y abriendo la ventana de su despacho, me dijo: “Esto que vemos –estaba la Plaza llena de gente- si fuese un día, si fuese al principio, pero es que pasa un miércoles y otro miércoles, y cada día más. Y todo ello porque habla desde lo que vive. Transmite una vivencia singular y especial”. Experiencia de Cristo y de lo que tiene que ser el discípulo de Cristo y la Iglesia en medio de este mundo.


4º Aspecto: Francisco es protagonista e impulsor de una nueva era histórica de la Iglesia


El papa Bergoglio, tal y como se lee en el libro, hace posible que con su manera de hablar, de comunicar, y con las tareas que propone a la Iglesia, nos está diciendo que hay un estallido de una nueva era histórica que estamos viviendo, y que ahí tiene que estar presente la Iglesia y el discípulo del Señor. Que no podemos vivir para nosotros mismos, que si somos algo los discípulos del Señor, es para ir juntos y por tanto vivir una comunión profunda que alcanzamos en Cristo, y para hacer verdad aquellas palabras del Señor antes de subir a los Cielos les dijo a los apóstoles y en ellos a nosotros: “Id por el mundo y anunciad el Evangelio”. Él quiere que en esta nueva época que está comenzando, que está surgiendo, esté presente el Señor, su Palabra, pero especialmente las curas que el señor sigue haciendo a través de su cuerpo que es la Iglesia, que somos los que nos decimos cristianos, bautizados y miembros vivos de la Iglesia.


5º Aspecto: Francisco como Jesús mira a cada persona en su originalidad y luego le predica


El papa Bergoglio mira a la persona, a cada persona, en primer lugar, y ve lo que es esa persona: imagen, criatura y semejanza de Dios. Y después predica, si puede, no sólo con palabras sino también con los gestos y la manera de acercarse. Pero lo que primero hace es mirar a la persona, y eso recuerda a lo que leemos en el Evangelio que hace el Señor cuando se encuentra con mucha gente, y muy en concreto cuando está con la pecadora, cuando se encuentra con la samaritana, con Zaqueo, con aquel joven; el Evangelio siempre nos dice: “Lo miró, se le quedó mirando”. Eso es lo primero. Para poder hacer algo por alguien hay que mirarle en la originalidad que tenemos cada uno de nosotros. Y esa originalidad es de una belleza extraordinaria ver como el papa Francisco lo hace y nos lo dice: mira a la persona y luego predica.


6º Aspecto: Francisco ha hecho que la gente mirándole a él, vuelva a mirar a la Iglesia


En todo el libro se ve algo que es especialmente importante, por ejemplo cuando se describe, no solamente el lenguaje que utiliza el Santo Padre, que es un lenguaje cercano, que le entiende todo el mundo, es fácil entenderle. Recuerdo aquí que pone un ejemplo de cuando dice el autor, -son palabras del Papa-: “La misericordia de Dios es como el amor de una madre por sus hijos que sufren: una fuerza que vivifica” (Cfr. José Antonio Medina Pellegrini, Soy Jesuita, soy hijo de la Iglesia, Editorial Xerión, Madrid, 2014, pág. 76). Esto es lo que el Papa tiene. El “aquí me tienes” que le dijo al Señor un día, es expresión de una fuerza que él tiene en su vida, porque ha dejado entrar al Señor en su vida y vivifica al que con Él está.


Yo no sé si os dais cuenta, pero los grandes milagros –si se puede medir así- que lo son en el fondo y son del Papa es que mucha gente que estaba mirando para otro lugar distinto a para donde miraba la Iglesia, vuelve otra vez a mirar a la Iglesia, y la mira mirando al Santo Padre, mirando al papa Francisco. En el fondo a mí no me extraña que tenga una devoción singular a la Santísima Virgen María porque fue la decisión que tomó la Virgen María el día en que Dios le dijo si prestaba la vida para hacer presente al Señor entre los hombres, para darle rostro humano a Jesucristo. Ella dijo: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.


Es la misma decisión –que a través de todas estas páginas- que el mismo Papa ha tomado. Es la decisión que aparece también y que explican de alguna manera las claves teológicas de las cuales hace un momento nos hablaba cuando presentaba su libro el autor, el padre José Antonio Medina.


7º Aspecto: Francisco escribe su vida con la tinta de su propia sangre


¿Qué he visto? He visto un compromiso de sangre, es decir, no de oídas, de palabras, de gestos que pueden quedar muy bien, es un compromiso que hace con su propia vida. A él no le importa salir solo, salir sin nadie, porque sabe que la defensa la tiene con el mismo Jesucristo, que es el que nos cuida. Él quiere escribir la vida con una tinta que es su propia sangre, y con una pluma que es su propia vida, que un día –como decía al principio- tomó una decisión y le dijo al señor: Escribe lo que tú quieras con mi vida, pero escríbelo con la tinta que es mi propia sangre.


***


Esto es lo que yo he visto detrás de este libro y es lo que os quería decir porque todo lo demás lo han dicho los que han hablado, mucho mejor que yo, pero sin embargo, sí que merece la pena, y los invito a que leáis este libro, no porque me dé ninguna comisión el autor, sino porque merece la pena, el acercarse así de esta manera al papa Francisco, que es un regalo que nos ha hecho el Señor teniéndole a él como sucesor de Pedro, pero sobre todo también es un regalo que nos hacen personas como el padre José Antonio Medina, que es capaz de ponernos así de primera mano una fotografía tan bella y tan hermosa del papa Francisco.


Muchas gracias.


D. Carlos Osoro

Arzobispo de Madrid

10 de marzo de 2015.





EDITA Y DISTRIBUYE LA EDICIÓN ESPAÑOLA DE:

"Soy Jesuita, soy hijo de la Iglesia"

Sr. Carlos García Costoya

Xerión Comunicación y Publicaciones S.L.

c/ Ávila, 17 1º D - 28300 Aranjuez (Madrid)

Tel: 91 892 85 02 - garciacostoya@hotmail.com



La Hora de Jesús


Aún no había llegado su hora...


Y de pronto, ya, comenzamos a escuchar que se acercaba su hora, que para esta hora ha venido, y que llegada la hora en que había de ser glorificado, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo.


Ratzinger ofrece una explicación-meditación clarísima. Que él tenga hoy la palabra:



"Detengámonos por el momento en Juan, que, en su narración sobre la última tarde de Jesús con sus discípulos antes de la Pasión, subraya dos hechos del todo particulares. Nos relata primero cómo Jesús prestó a sus discípulos un servicio propio de esclavos en el lavatorio de los pies; en este contexto refiere también el anuncio de la traición de Judas y la negación de Pedro. Después se refiere a los sermones de despedida de Jesús, que llegan a su culmen en la gran oración sacerdotal. Pongamos ahora la atención en estos dos puntos capitales.


"Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (13,1). Con la Última Cena ha llegado la "hora" de Jesús, hacia la que se había encaminado desde el principio con todas sus obras (cf. 2,4). Lo esencial de esta hora queda perfilado por Juan con dos palabras fundamentales: es la hora del "paso" (metabaínein - metábasis); es la hora del amor (agápe) "hasta el extremo".


Los dos términos se explican recíprocamente, son inseparables. El amor mismo es el proceso del paso, de la transformación, del salir de los límites de la condición humana destinada a la muerte, en la cual todos estamos separados unos de otros, en una alteridad que no podemos sobrepasar. Es el amor hasta el extremo el que produce la "metábasis" aparentemente imposible: salir de las barreras de la individualidad cerrada, eso es precisamente el agápe, la irrupción en la esfera divina.


La "hora" de Jesús es la hora del gran "paso más allá", de la transformación, y esta metamorfosis del ser se produce mediante el agápe. Es un agápe "hasta el extremo", expresión con la cual Juan se refiere en este punto anticipadamente a la última palabra del Crucificado: "Todo está cumplido (tetélestai)" (19,30). Este fin (télos), esta totalidad del entregarse, de la metamorfosis de todo el ser, es precisamente el entregarse a sí mismo hasta la muerte"


(J. Ratzinger, Jesús de Nazaret, Vol. II, Madrid 2011, pp. 70-71).



Canónigo en Cádiz



Opositó a canónigo magistral de la catedral gaditana dejando la diócesis de Jaén, donde había nacido en la ciudad de Úbeda.


Hablo de don Jerónimo Bernabeu Oset, que falleció hace un par de años en la tacita de plata, bordeando los noventa años. Su misión pastoral la ejerció como capellán castrense de una sección de la marina española en la diócesis gaditana.


Antes de su marcha a tierras gaditanas, estuvo de profesor y superior en el Seminario de Jaén, hasta que decidió presentarse a las oposiciones a canónigo en la ciudad más antigua de España.


Durante los veranos llegaba hasta Úbeda a ver a sus familiares. En una de estas etapas le pedí hacerle una entrevista para la radio. Me la concedió. Era la primera y la última que hablé con él.


Contó muchas cosas. La mayoría no deseó que las grabara. Las que salieron por las ondas fueron muy comentadas.


Como resumen de aquellas dos horas creo que era un hombre que quiso y pudo, cuando en su tierra quiso y no pudo.


Descanse en paz, don Jerónimo Bernabeu.


Tomás de la Torre Lendínez




¿Cuáles son las cinco formas principales de oración?







































¿Cuáles son las cinco formas principales de oración?

La oración de alabanza suele expresarse con las manos alzadas al Cielo




482. ¿Qué importancia tenía la oración entre los primeros cristianos?

Los primeros cristianos oraban intensamente. La Iglesia primitiva se movía por el impulso del Espíritu Santo, que había descendido sobre los discípulos y a quien la Iglesia debía su atractivo: "y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones" (Hch 2,42).

[CIC 2623­-2625]


483. ¿Cuáles son las cinco formas principales de

oración?

Las cinco formas principales de oración son:

- la bendición

- la adoración,

- la oración de petición y de intercesión

- la oración de acción de gracias

-y la oración de alabanza.


[CIC 2626-­2643]




«Si Dios existe me recibirá bien; le honré con mi música», plantea Charles Aznavour con 90 años

El veterano cantante francés de origen armenio Charles Aznavour ha concedido entrevistas a la prensa española a su paso por Madrid. Con 90 años y cien millones de discos vendidos, sigue volcado en su trabajo.

Nunca ha dejado de reivindicar el reconocimiento de las matanzas contra los armenios a principios del siglo XX en Turquía, y además mantiene una fundación que ayuda a los damnificados por el último terremoto en Armenia ("reconstruye escuelas, dota de quirófanos y material sanitario a hospitales. También da leche y productos alimenticios de primera necesidad", explicó en La Razón).


Admite que no recibió una educación formal, pero es de natural optimista y confiado y cree que Dios le recibirá bien, sobre todo, por su música. Así lo explica en una entrevista en el diario laicista El País .


- Dejé el colegio cuando tenía diez años y medio. Así que me fabriqué una cultura personal. Nadie me la enseñó, no tuve maestros.


- Digamos que hizo la escuela de la vida.

- Mi única escuela ha sido la vida. Soy un niño de la calle, sí.


- Cuando uno viene de la escuela de la calle, ¿desconfía de muchas cosas y de mucha gente?

- Yo no desconfío de nada. Soy muy tonto para eso. Confío en la humanidad. Y he sido estafado, robado, vendido… pero no importa. Nunca hice daño a nadie.


- Ya es casi inaudito oír hablar así.

- Soy optimista, mi padre lo era y aprendí de él. Cuando no teníamos nada, decía: “Dios nos lo dará”.


- ¿Dios es importante para usted?

- Muy importante, aunque no sé si soy creyente. Dudo. Pero ¿qué pierdo yo no siendo ateo? Nada. En ese aspecto soy un egoísta, claro. Si no existe, pues nada pasará. Y si existe, me recibirá bien porque le he honrado en mis canciones.


- Algunas interpretaciones que de Dios se han hecho han infligido un daño enorme a la humanidad, ¿no cree?

- Sí, pero él no tiene la culpa. La culpa es de los hombres.



Ingresado en el hospital, un párroco gallego perdona al drogadicto que casi lo mata con veneno

Alfonso Blanco Torrado, párroco de Guitiriz (Lugo), sigue ingresado en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA). Desde allí afirma que «perdona» al que intentó envenenarlo y que se encuentra «bien».

Blanco ingresó hace un par de semanas tras ser víctima de un supuesto intento de envenenamiento por parte de un vecino del lugar al que ayudaba a desintoxicarse.


Fruto de esta acción, la jueza del Juzgado de Instrucción Número 2 de Lugo, Sandra Piñeiro, ordenó el ingreso en la prisión de Bonxe del presunto autor del envenenamiento.


Alfonso Blanco explica que lo perdona porque «desde muy joven lo llevé a Proyecto Hombre, llevo muchos años caminando con él y le tengo cariño», ha apuntado.


Blanco Torrado apela a que las personas son «fruto de un montón de contrariedades de la vida» de lo que no tienen «culpa y luego está el entorno y es un problemón».


Además, ha valorado las numerosas muestras de «cariño y afecto» que le han trasladado los vecinos.


«Aquellos que se recuperaron de sus adiciones, son los que más me están ayudando, los que más me visitan y los que más ánimos me dan», ha señalado.


«Me hacen creer que, si queremos, tenemos futuro, aunque pasemos por muchas oscuridades siempre gana la luz. Viene mucha gente joven que me ayuda en esta lucha», ha explicado.