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dimanche 14 décembre 2014

¿Reconoces Su Voz?



Un año más, en medio de todo este jaleo de compras, luces y música, el sentido de tanta fiesta hace Su Presencia personalmente. ¿Te das cuenta? ¿Qué “espíritu de la Navidad” te vende el comercio? ¿Qué luz, color, sensación, regalo, música, película,… puede sustituir la alegría de sentirle, acogerle, vivirle en el corazón? ¿Te lo vas a perder?


Él lo anuncia de nuevo, a través de Gabriel, de Juan después y, de nuevo, su cumpleaños. ¿Le felicitas tú? ¿Te alegras con Él?


Hace unos días escuché el relato de una vocación Era impresionante la cercanía y familiaridad de trato personal con Dios. Aunque pienso que no hay vocaciones de distintas categorías, porque nos llama a todos como y donde Él quiere, Dios nos va conduciendo hacia aquello que más nos realiza y hace felices, lo que aprovecha más nuestras capacidades y las pone al servicio de todos. ¿Quién Le escucha y le hace caso hoy?


Cada año no, cada día, más bien cada instante, tenemos la oportunidad y responsabilidad de discernir, descubrir y acoger entre las muchas voces, sonidos y ruidos,… Su Voz, Sus pasos, Sus signos, Su Presencia.


Salesiano muerto en Úbeda



El Diario Ideal, edición de Jaén, recoge hoy la noticia de esta manera:


"Tras unos días de hospitalización por una trombosis cerebral, en la madrugada de este sábado falleció en la ciudad ubetense José Antonio Nieto Estévez, conocido Sacerdote de Don Bosco que fue director y profesor del colegio Salesiano Santo Domingo Savio de Úbeda, entre otros centros de la congregación en los que estuvo destinado a lo largo de su vida.


El velatorio se realizó ayer en el Santuario de María Auxiliadora anexo al colegio, donde a las cuatro y media de la tarde se llevó a cabo el funeral. Numerosas personas vinculadas a la familia Salesiana asistieron para mostrar sus respetos y darle un último adiós.


Según informó la Inspectoría Salesiana a la que pertenece el centro ubetense, José Antonio Nieto tenía 84 años de edad y había cumplido los 67 de salesiano y los 56 de sacerdote. Nació en La Encina (Salamanca) el 5 de mayo de 1930. Hizo el noviciado en San José del Valle donde profesó en 1947. Después del tirocinio en Córdoba (1952-54) cursó sus estudios de Teología en la Crocetta (1954-58). Y se ordenó en Turín el 1 de julio de 1958.


Desde entonces, desarrolló su labor pastoral en Córdoba-San Francisco de Sales (1958-60; 1971-72 y 1984-89); San José del Valle (1960-63); Posadas (1963-66); Priego de Córdoba (1966-71); Granada-San Juan Bosco (1972-77); Córdoba-Colegio Mayor (1977-78); Córdoba-Don Rinaldi (1978- 81); Córdoba-Casa Inspectorial (1981-84); Úbeda (1989-94); La Orotava (1994-97) y Sevilla-Teologado C. San Isidoro (1997-2000). Desde el año 2000 formaba parte de la comunidad de Úbeda. Además fue director de Granada-San Juan Bosco (1972-77), de la Casa Inspectorial de Córdoba (1981-85) y de Úbeda (1989-94). También fue secretario inspectorial (1979-85)."




Murió Fray Julián, el monje jerónimo tres veces voluntario en la División Azul y tres veces herido

El hermano Fray Julián de Madrid falleció el pasado 30 de noviembre a los 93 años de edad en el convento de Santa María del Parral, en Segovia, donde había ingresado como monje jerónimo hace 66 años.

Conocido de todos los que visitaban el espectacular y monumental edificio porque fue durante décadas el portero del convento, se levantaba a las 4:45 horas de la madrugada y preparaba el refectorio para el desayuno, y era habitual ver en sus manos un libro sobre la vida de algún santo.


Fray Julián lucía sobre el hábito el escudo de la División Azul, la unidad de voluntarios españoles que luchó en Rusia contra el comunismo durante la Segunda Guerra Mundial. El superior jerónimo del anciano monje había autorizado esa peculiaridad en atención a la singular peripecia vital del fraile antes de entrar en religión.


Refugiado para no acabar en Paracuellos

En efecto, hay pocos casos de una perseverancia tan intensa en participar en los combates contra el bolchevismo, que llevaron a Julián Antoranz Merino, nacido en 1921 en el castizo barrio madrileño de Tetuán, a alistarse en tres ocasiones distintas a la célebre 250ª División, incluidos "los últimos de los últimos", que siguieron en Rusia cuando la unidad fue definitivamente repatriada.


De ideario falangista, fray Julián de Madrid pasó la guerra civil refugiado con su familia en la embajada de Honduras para evitar ser asesinados, y en cuanto terminó la contienda y el 24 de junio de 1941 se requirieron voluntarios para la División Azul, no dudó en alistarse.


Tres alistamientos, tres heridas de guerra

Partió en el primer contingente y realizó la gran marcha a pie hasta Smolensko, donde les comunicaron que no seguirían hacia Moscú sino que la División sería empleada en el frente del Voljov. Destinado en Infantería, participó en los combates de Nilitkino y Possad, donde el 16 de noviembre de 1941 fue herido en un brazo. Tras ser evacuado, reponerse y volver a su compañía, se le detectó como menor de edad (la mayoría estaba entonces en los 21 años) y fue devuelto a España.


Allí empezó a trabajar en el Instituto Nacional de Previsión, pero al ser llamado en 1943 para prestar el servicio militar, ya mayor de edad, decidió volver a Rusia. Se incorporó a una posición llamada "la ermita", cerca de Pushkin, donde de nuevo resultó herido en un brazo por una granada de mortero.


El 12 de octubre de 1943 el Gobierno español decidió retirar del frente la División Azul, como parte de su cambio de política ante la evolución de la contienda. Unos cuantos miles de hombres se negaron a volver y formaron la Legión Azul, entre cuyos miembros estuvo el futuro monje jerónimo, quien de nuevo volvería a ser herido de metralla, y de nuevo en un brazo. Cuando convalecía en el hospital de campaña de Riga, se le informó de la concesión de la Cruz de Hierro de segunda clase, impuesta el 26 de enero de 1944.


Un regalo a la Santísima Virgen

Poco tiempo después los últimos de la Legión Azul fueron obligados a volver a España, y Julián Antoranz se reincorporó a la Caja de Accidentes de Trabajo del Instituto Nacional de Previsión. Para entonces, sin embargo, ya había prendido en él la llama de la vocación religiosa, sobre la cual había empezado a meditar durante su reclusión forzosa en la legación hondureña.


En 1947, a los 26 años de edad, regaló su Cruz de Hierro a la Virgen de la parroquia del barrio de Tetuán y llamó a las puertas del monasterio de Santa María del Parral, en plena reconstrucción de la Orden Jerónima, extinta a finales del siglo XIX. A esa espiritualidad, tan vinculada a la España de los Reyes Católicos, vivió ligado fray Julián de Madrid hasta el momento de llamar a otras puertas, las del cielo esta vez.



Francisco se acuerda de la monja Sor Lamentosa y pide tres cosas para lo que queda de Adviento

Francisco visitó este domingo por la tarde la parroquia romana de San José en el barrio Aurelio, en la periferia urbana pero dentro del cinturón de autopista que rodea la ciudad de Roma. Es la octava visita que el Papa realiza a una parroquia en su año y nueve meses de pontificado.

Llegó poco antes de las cuatro en un vehículo corriente, y fue recibido por una multitud deseosa de verlo y de estar con él. Saludó a muchos de los presentes, entró a la parroquia y volvió a salir para saludar a otros fieles que no había logrado acercarse a su llegada.


Ya en los salones, un par de niños le hicieron algunas preguntas, y después estuvo con una decena de gitanos que viven en la zona, comunidad con la cual los residentes del barrio han tenido dificultades. Recibió asimismo a 25 representantes de familias en situación de fragilidad, de un edificio situado a cierta distancia de la parroquia y que son apoyados por jóvenes de la comunidad de San Egidio y del proyecto Échame una mano.


Tres peticiones para el Adviento

A las cinco y media el Santo Padre presidió la santa misa, con paramento rosado. Concelebraron el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, el cardenal Giuseppe Bertello, obispo auxiliar del sector oeste de la ciudad, monseñor Paolo Selvadagi así como el párroco, vicepárrocos, y otros sacerdotes.


Continuando con su predicación del Angelus, en su homilía el Papa invitó a tener siempre la alegría del cristiano, alegría que viene de Cristo; recordó que había conocido a una monja a quien llamaban Sor Lamentosa, e invitó a aceptar las dificultades de la vida sin lamentarse. Incentivó también a llevar a los demás la Buena Nueva, porque "ir a los otros es la vocación del cristiano”.


En particular en este tiempo de Adviento, cuando faltan solamente trece días para la Navidad pidió: primero, rezar, con la alegría verdadera y no con la del consumismo; segundo: agradecer al Señor las cosas buenas que el Señor nos ha dado, y agradecer la fe; y tercero, ir y llevar un poco de paz y de alegría al necesitado o al enfermo.



Fernando Giménez Barriocanal: «La catedral de Burgos existe desde mucho antes que el catastro»

Para el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, la polémica generada por el PSOE sobre la inmatriculación de algunos bienes inmuebles de la Iglesia "no tiene gran fundamento". El gerente de los obispos explica a ABC que "el catastro es una realidad muy reciente, comparado con los casi veinte siglos de vida que tiene la Iglesia en nuestro país". Por eso, considera lógico que el Gobierno "abriera un espacio de tiempo para inscribir aquellos bienes inmuebles de la Iglesia que no estaban inscritos".

-¿Es cierto que la Iglesia ha podido registrar desde 1998 como propios alrededor de 4.000 bienes inmuebles sin necesidad de presentar ningún título de propiedad?

-No disponemos de datos sobre el numero de inmuebles registrados a nombre de la Iglesia bajo este procedimiento. En cualquier caso, hay que tener cuenta que la Iglesia no pudo registrar templos hasta 1998. Hay que pensar que en España hay más de 22.700 parroquias y la inmensa mayoría no figuraban inscritas por imposibilidad legal.


-¿Qué criterios se han tenido en cuenta entonces para poder atribuirse la propiedad del inmueble?

-El procedimiento de inmatriculación, que no es único de la Iglesia, sirve para inscribir en el registro catastral bienes que desde tiempo inmemorial son propiedad de la Iglesia. Hay que pensar que el catastro es una realidad muy reciente, comparado con los casi veinte siglos de vida que tiene la Iglesia en nuestro país. Por poner un ejemplo, la catedral de Burgos existe mucho antes que el catastro, y es incuestionable que sea de la Iglesia.


-¿Qué le parece que la reforma de la Ley Hipotecaria y de la Ley de Catrasto termine con la posibilidad de que la Iglesia inmatricule bienes en las mismas condiciones que la Administración Pública?

-Como he dicho antes, hasta 1998 estaba prohibido registrar determinados bienes, fundamentalmente templos. Parece lógico que se abriera un espacio de tiempo para que se pudiera inscribir todo aquello que siendo de la Iglesia no estaba inscrito. En cualquier caso, se trataba de un periodo transitorio que ahora acaba. No tenemos nada en contra del texto legal. La Iglesia no quiere privilegios pero tampoco que no se la permita ejercer sus derechos frente a terceros. Y por supuesto recordar que estos bienes la Iglesia los pone al servicio de toda la comunidad. En todo caso, hay que tener en cuenta que el título de propiedad de un bien no se adquiere por estar registrado en el catastro. Esto es importante destacarlo. Cualquiera que pueda demostrar que un bien es suyo, es suyo, con independencia de lo que aparezca en catastro o no. Esto lo saben muy bien es algunas localidades de España del norte, donde apenas están correctamente registradas fincas y otras propiedades


-¿De qué tipo de bienes hablamos cuando se inmatricula un inmueble? Imagino que no todos serán templos...

-En principio se puede solicitar el registro de cualquier bien que no este registrado pero, como he dicho, la inmatriculación tiene su propio proceso de revisión e impugnacion y cualquiera puede solicitar su revisión. Lo que es evidente es que solo se ha acudido a este proceso cuando se trataba de bienes que notoriamente eran propiedad de la Iglesia. En resumen, se trata de una polémica que no tiene gran fundamento.


ABC



El Papa invita a los ciegos a potenciar los dones que Dios ha puesto en todos, «sin excluir a nadie»

En ocasión de la fiesta de Santa Lucía, el santo padre Francisco recibió este sábado en el Vaticano en audiencia al Consejo Nacional de la Unión Italiana de los Ciegos y con discapacidad visiva.

El Papa indicó que si bien la asociación que le visitaba no es confesional, eligieron el día se Santa Lucía, confirmando que para ellos “la tradición conserva un cierto significado”.


El Santo Padre por ello indicó algunos valores humanos que Santa Lucía sugiere: valores humanos que “Lucía los vivió de manera ejemplar gracias a su fe en Cristo, pero que deben ser compartidos por todos”. Entre ellos el coraje: “Ella era una mujer joven, desarmada, pero se enfrentó a las torturas y la muerte violenta con gran coraje, coraje que le venía de Cristo resucitado, con el cual ella estaba unida, y por el Espíritu Santo que vivía en ella”.


El Pontífice recordó a las personas ciegas o con problemas visuales reunidas en la Sala Clementina del Palacio Apostólico que “todos necesitamos coraje para enfrentar las pruebas de la vida”. Y en particular, precisó, “las personas ciegas y con discapacidad visual, tienen que evitar cerrarse, para no asumir una actitud de víctimas, pero al contrario es necesario abrirse a la realidad, a los otros, a la sociedad”. Esto añadió, “para aprender a conocer y valorar las capacidades que el Señor ha puesto en cada uno de nosotros, sin excluir a nadie”.


El Santo Padre recordó también que Santa Lucía no estaba sola, que era parte de una comunidad, era parte de un cuerpo del cual Cristo era la cabeza, piedra de un edificio en el cual Cristo es el fundamento.


Y esto, añadió Francisco, es importante en el plano humano. “¡Ustedes son una asociación, y esto es un valor! Añadió que las personas que conviven con desventajas o discapacidad pueden decir a todos, que no son cenobitas, "no estamos hechos para estar aislados, sino para relacionarnos, complementarnos, ayudarnos, acompañarnos, apoyarnos mutuamente”.


Y el Papa precisó que Lucía nos dice que la vida ha sido hecha para ser donada. Ella ha vivido esto en la forma extrema del martirio, pero el valor del don es por sí universal: es el secreto de la verdadera felicidad”, porque “el hombre no se realiza plenamente en el tener ni en el hacer, se realiza en el amar, o sea en el donarse. Y esto puede ser entendido también como el secreto del nombre de Lucia: una persona luminosa, en la medida que es un don para los otros. ¡Y cada persona en realidad es un don precioso!".


Advirtió entretanto que “vivir de acuerdo con estos valores puede comportar también hoy incomprensiones, y el esfuerzo de ir a veces contracorriente”. Porque "las sociedades actuales, que apuntan demasiado sobre los derechos individualistas, corren el riesgo de olvidarse de la dimensión de las comunidades y del don gratuito de sí mismo para los otros”.


Y concluyó invitando a luchar, por “intercesión de Santa Lucía”, con “el coraje y la alegría de luchar juntos”.