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mercredi 3 décembre 2014

El cardenal Scola y la comunión a los divorciados: «Creo que el Papa no adoptará esa posición»

Por la importancia de su contenido en relación a las polémicas del pasado sínodo de la familia, y por la relevancia del entrevistado, reproducimos en su integridad la entrevista concedida por el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, al diario italiano Corriere della Sera.

-Cardenal Scola, en el Sínodo la Iglesia se ha dividido. Han surgido una mayoría y una minoría. ¿Es normal? ¿O es preocupante?

-La palabra división está fuera de lugar. Han surgido posiciones distintas. Ha habido una confrontación, a veces impelente, pero que ha tendido siempre a la comunión. Dejemos de pensar ya en los Concilios.


-¿Cuál es su postura?

-Personalmente he sugerido que se piense sobre esta cuestión desde la raíz, a la luz de una reflexión antropológica sobre la diferencia sexual y, en el plano teológico, profundizando la relación matrimonio-eucaristía. Y he presentado una propuesta que va en la dirección indicada varias veces también por el Papa de permanecer fieles a la doctrina, pero de acercarse al corazón de la gente y de agilizar las verificaciones de nulidad del matrimonio. He lanzado la idea de implicar de una manera más directa al obispo en los procedimientos.


-¿Sin que los fieles tengan que pagar?

-Sobre esto circulan varias leyendas urbanas. La Conferencia Episcopal Italiana garantiza desde hace tiempo la financiación de los tribunales y ha introducido abogados de oficio gratuitos. Hoy, en Italia, todo el que lo quiera puede abrir una causa de verificación de nulidad aunque no tenga dinero. Pero si hay abogados que cobran cifras abusivas, hay que actuar duramente contra ello.


-Sobre la cuestión de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, ¿cuál es su posición?

-He discutido sobre ello intensamente, en especial con los cardenales Marx, Danneels y Schönborn, que estaban en mi “círculo menor”, pero no consigo ver las razones adecuadas de una posición que por una parte afirma la indisolubilidad del matrimonio como algo que está fuera de toda discusión, pero por la otra parece negarla en los hechos, llevando a cabo casi una separación entre doctrina, pastoral y disciplina. Este modo de sostener la indisolubilidad la reduce a una especie de idea platónica, que está en el empíreo y no entra en lo concreto de la vida. Y plantea un problema educativo grave: ¿cómo les decimos a los jóvenes que se casan hoy, para los que el "para siempre" ya es muy difícil, que el matrimonio es indisoluble si saben que, de todas formas, habrá siempre una vía de salida? Es una cuestión que se plantea poco y esto me asombra mucho.


-Por lo tanto, en el sínodo, ¿usted ha votado con la minoría?

-En todo caso con la mayoría, si bien yo no razonaría en estos términos: sobre las propuestas que no han alcanzados los dos tercios puede haber habido un voto transversal. Ciertamente, la posición del magisterio me ha parecido, decididamente, la más seguida en las relaciones de los “círculos menores”.


-¿Y si el Papa, al final del sínodo, adoptara una posición que usted no comparte?

-Creo realmente que no la adoptará. Pero de este debate ya ha salido, y se reforzará, una atención tanto a los divorciados vueltos a casar como a los homosexuales que no ha habido hasta ahora. Los beneficios del vivo debate sinodal ya son evidentes, sobre todo porque han hecho emerger un contenido fundamental: la familia como sujeto, y no sólo objeto, del anuncio del Evangelio. La familia está llamada a testimoniar la belleza de afrontar la vida diaria con la mirada de la fe: afectos, trabajo, descanso, dolor, mal, procreación y educación, construcción de vida buena. En resumen, a hacer de verdad una experiencia de Iglesia que sale de sí misma.


-El Papa podrá dejar inmutada la doctrina, pero es indudable que ha desplazado el acento sobre otros temas, en particular sobre el social.

-Tenemos que reconocerlo: el estilo -pero el estilo, decía Lacan, es el hombre- de este Papa ha representado para nosotros europeos una pro-vocación, en el sentido etimológico de la palabra. Nos ha puesto ante la urgencia de asumir nuestro deber de cristianos de manera distinta. Y esto conlleva una saludable dosis de desestabilización, porque si uno no es provocado no cambia. De todas formas, he visto en el Sínodo, pero también en las congregaciones pre-Cónclave, un espesor de comunión milenaria que nos urge a todos a reconocer en el ministerio petrino el pilar que garantiza la unidad de la Iglesia. Podrá haber un diálogo encendido y también una dialéctica y momentos de incomprensión, pero al final todos convergemos allí. El estilo del Papa nos pide a cada uno de nosotros fieles la humildad de escucharlo mucho y de entrar en su perspectiva. Partiendo de su experiencia latino-americana, que tiene detrás una cultura y una teología sobre la cual como mínimo nosotros europeos no estábamos adecuadamente informados, el Papa pone el acento sobre aspectos a los que nosotros tal vez estábamos acostumbrados a enfrentarnos con una modalidad un poco más "sentada", un poco más burguesa.


-Usted ha dicho que la Iglesia ha sido lenta en abrirse a los homosexuales. Ruini le ha respondido que la oleada libertaria refluirá, como ha sucedido con la oleada marxista. ¿Esta de acuerdo?

-Hace veinte años escribí que la revolución sexual habría puesto a prueba la propuesta cristiana aún más de lo que lo hizo la revolución marxista. Ahora esto se está verificando. Podrá haber un reflujo, de hecho ya se ve alguna señal: por ejemplo en los EEUU han surgido asociaciones de jóvenes que eligen llegar vírgenes al matrimonio. Hay una realidad de base, en nuestras tierras aún relevante, que ve la fidelidad a la familia en términos cada vez más conscientes y se inclina a estilos de fraternidad, a la hospitalidad, a la acogida, a la adopción. Comparto con el cardenal Ruini la idea de que la opinión pública no coincide para nada con la opinión mediática. Pero el camino justo es el camino del pagar en persona. Nosotros, en el respeto de los procedimientos de la sociedad plural, no nos podemos exonerar de tomar una posición pública y, por lo tanto, de proponer leyes que consideramos las mejores. Hoy, el riesgo más grande es destruir la filiación a través del vientre de alquiler, lo que significa traer al mundo a hijos huérfanos de padres vivos, con el enorme fardo de problemas que esto ya está produciendo.


-Por lo tanto, en su opinión, ¿tiene aún sentido hablar de valores no negociables? Usted sabe que el Papa no se reconoce en esta expresión.

-No quisiera parecer presuntuoso, pero no he usado nunca esta expresión. He hablado siempre de principios irrenunciables. En cualquier caso, con la expresión "no negociables" no se quería decir que no estamos dispuestos a dialogar con todos, sino que hay, de facto, unos principios que para nosotros son irrenunciables, como el oxígeno para la vida. Estoy convencido de que en una sociedad plural es necesaria la operación de la que habla Ratzinger en su diálogo con Habermas. Yo pongo integralmente mi visión dentro de una sociedad que registra la presencia de sujetos con visiones distintas y persigo con constancia la confrontación. Pero a ciertos principios no puedo renunciar: si mi posición no es acogida, recurriré a la objeción de conciencia.


-¿A qué puntos se refiere?

-Tenemos que decidirnos a pensar como una unidad la terna derechos, deberes, leyes. No se pueden hacer leyes ecuas sin hacer referencia a derechos y deberes considerados en conjunto. Hoy no se presenta esta terna de manera unitaria. Cada inclinación subjetiva pretende ser incluso un derecho fundamental. Precisamente mientras se invoca la máxima libertad, se construye una red cada vez más estrecha de leyes que la reducen.


-Estamos en vísperas de su discurso de San Ambrosio. Milán vive hoy la degradación de las periferias y la revolución social.

-Me remontaré a la tesis del Papa Francisco sobre la “mega-city” de Buenos Aires. La fuerza de Buenos Aires - dice el Papa - es su ser un poliedro: tal vez todas las caras son desiguales, pero el poliedro es uno. Milán no es una “mega-city” pero ya es una metrópolis, en la que ciertos barrios periféricos se han convertido en un concentrado de marginación muy grave. Mis párrocos y Caritas dicen que en esas situaciones ya sólo el 20-25% de la población está constituido por personas estables con una renta segura. Ya no hay un sujeto capaz de contener los fenómenos de ocupación de casas, de los sin techo, de la delincuencia, grande o pequeña. Paradójicamente, en nuestra ciudad el problema puede dominarse menos respecto a los slums, las favelas o las villas miserias, precisamente debido a que los fenómenos de marginación en Milán están difundidos como manchas de leopardo, aquí y allá. Acabo de estar en Baggio y Forlanini y he visto hileras de edificios en los que han explotado estos problemas; pero en Corveto veo otros y en Quarto Oggiaro [todos los citados son barrios de Milán, NdT] otros distintos; con la paradoja escandalosa de que hay casas sin habitantes y habitantes sin casa.


-¿Qué impresión le causa Salvini [político y periodista italiano de la Liga Norte], aliado de Marine Le Pen?

-Me parece que ahora tiene un proyecto nacional, pero hay que entender cuáles son las exigencias profundas de las que parte su propuesta. Entre nuestra gente hay mucho miedo y sería abstracto considerar que el fenómeno migratorio, con el rápido cruce de estilos de vida tan distintos, no aumente el miedo. Pero el miedo es mal consejero: hay que escucharlo hasta el fondo y dar las razones para superarlo. Si en cambio se cabalga sobre el miedo éste se convierte en rabia y la rabia es el terreno fértil para la ideologia. La rabia puede convertirse en violencia o resignación narcisista. Esto vale para todos, también para nosotros los cristianos.


Artículo publicado originalmente en el Corriere della Sera .

Traducción de Helena Faccia Serrano.



Teletón México: respuestas a escépticos (y a los críticos)



Como se puede advertir, Fernando Landeros responde a inquietudes comunes que circulan en el ciberespacio. Y al notar la contundencia de las respuestas es imposible no experimentar cierto enojo al ver que hay personas dispuestas a destruir no sólo el buen nombre de instituciones y personas sino -y quizá sea lo más importante- el servicio gratuito brindado a miles de niños con discapacidad en los diferentes centros de rehabilitación diseminados por México. Comprendo que haya quienes canalicen sus enojos ante la situación del país, pero no es lo mismo postear rumores sobre beneméritas instituciones en Facebook que atender personas con discapacidad que en el CRIT ven su única esperanza para salir adelante.


De 2011 es este otro video en el que diferentes personalidades del mundo del espectáculo y del deporte dicen algunas verdades sobre el Teletón:


Ojalá que nunca nos cansemos de hacer el bien. Especialmente a quienes más lo necesitan. Y si no se está de acuerdo o no se simpatiza con una causa, al menos no robar eso que tampoco nos gustaría nos robaran: el buen nombre.



#yamecansé y Teletón 2014Álvaro Cueva, Milenio, 26.11.2014

La semana pasada se me ocurrió subir a mis redes una foto de una pequeña grabación que hice para Teletón 2014.


Más me tardé en subirla que una multitud en mentarme la madre.


Me queda claro, estamos en tiempos de odio, mucha gente quisiera acabar con el gobierno, con las televisoras, con todo.


Yo también estoy cansado, yo también he salido a marchar y me he jugado el pellejo de muchas maneras por temas como los normalistas desaparecidos, el video de Angélica Rivera y los actos de represión en el Zócalo.


¿Entonces cómo es posible que colabore con Teletón? ¿No se supone que debería estar buscando la manera de destruirlo? ¿Acaso me compraron o qué?


No, estoy con Teletón porque creo en él como creo en la lucha contra la trata de personas, en los matrimonios homosexuales y en muchas otras causas que he defendido en todos los lugares en que he podido.


¿Por qué creo en Teletón si pertenece a Televisa, si se trata de un fraude, si la gente más rica lo utiliza para deducir impuestos y si estereotipa a las personas con discapacidad?


Porque no pertenece a Televisa ni a ninguna otra empresa.


Televisa tiene su fundación. Se llama Fundación Televisa.


Teletón es una fundación aparte, y tan lo es que muchos de los peores enemigos de Televisa, como Telmex, están ahí, brillando.


¿Entonces por qué la mayoría de las transmisiones del Teletón se hacen desde las instalaciones del consorcio de Emilio Azcárraga?


¡Pues ni modo que se hagan en Cadenatres, en Canal 22 o en Canal Once!


La pobre gente de Cadenatres no tiene foros. Transmite desde un pasillo. Es una vergüenza.


Los dos estudios de Conaculta Canal 22 tienen goteras. Y para poner un micrófono en Canal Once hay que pedir cita para mandar nueve memos, organizar una licitación y esperar a que la directora esté de buenas.


Si no es en Televisa, ¿dónde?


¿Pero qué pasa con lo demás, con lo del fraude, la deducción de impuestos y las burlas?


Fraude no es porque Teletón funciona, porque, desde hace años, le ha cambiado la vida a miles de niños como jamás lo hubiera hecho ninguna otra institución pública o privada.


Que si muchas personas lo utilizan para deducir impuestos. En el remoto caso de que así sea, pues qué bueno, ¿no?


¿A usted no le gustaría, en lugar de regalarle sus impuestos a Hacienda para que se los gaste en las frivolidades que millones de mexicanos hemos criticado en los últimos días, entregárselo a un médico para que ayude a un niño con discapacidad?


A mí, sí. ¿Entonces, cuál es el problema?


¡Ah, pero lo de los estereotipos es tremendo! Pues fíjese que no.


En los últimos años he tenido el gusto de visitar varios Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), pero no nada más como invitado especial, lo he hecho como cualquier hijo de vecino.


Y he saludado a los niños y a los voluntarios, y he platicado con sus padres y los médicos, y ahí nadie, absolutamente nadie, se siente afectado por el tema de los estereotipos.


Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, todas esa imágenes, todas esas lágrimas y todos esos shows han servido para construir lo que hoy es la red se asistencia social más grande, en su tipo, de todo el mundo.


Qué pena que esto, que es algo tan bueno de nuestro México y que se menciona con orgullo en los mejores congresos del planeta, aquí se polarice, se politice y se convierta en una cuestión de odio.


Si usted está contra el Teletón, no hay problema. Está en su derecho, pero al menos demuestre su educación, su nivel de tolerancia y respete a los que sí están a favor.


Si usted piensa que ahí hay mano negra, no pasa nada. Vaya a su CRIT más cercano, interrogue a quien quiera y pida un recorrido. Se lo van a dar. Después me dirá cómo le fue.


No se vale atacar algo que no se conoce, odiar nada más porque está de moda, insultar porque se vea bien o molestar porque ahora eso se interprete como un acto de superioridad intelectual. No se vale.


¿Por qué le estoy escribiendo esto? Porque ayer se entregaron los premios de Atrévete a ver, el concurso universitario de Teletón, del que he tenido el honor de ser jurado desde su primera edición, y aquello fue un éxito rotundo.


Quiero suplicarle que busque los videos de los finalistas en http://ift.tt/1yRpAJh


No sabe usted la belleza, inteligencia y factibilidad de los dispositivos que, como parte de la convocatoria, crearon nuestros estudiantes para ayudar a la gente con discapacidad.


Es algo que hasta nuestros empresarios deben conocer ya para que lo impulsen.


Pelear por los universitarios es lo de hoy. ¡Perfecto! Estos chicos también son universitarios, también están estudiando y también están luchando por un México mejor.


¿Usted les va a dar la espalda? ¿Por qué? ¿Porque son del Teletón? ¿Así de “congruentes” son sus protestas?


No, por favor. Apóyelos y felicítelos. Se lo merecen. ¿A poco no?



El exorcista de Copenhague: «Mi calendario está copado, parece que hay más posesiones que nunca»

En Dinamarca, con una población de cinco millones de habitantes, los católicos no superan las 36.000 personas. Monseñor Lars Messerschmidt es el Vicario General en Copenhague de esta pequeña comunidad católica.

Tiene 77 años de edad y de pequeño quería ser bombero. En algo ha podido cumplir aquél anhelo, aunque el fuego que hoy combate es de otra magnitud y entidad…


El padre Lars es también el exorcista oficial en Dinamarca y con la pedagogía sencilla de un buen catequista, concedió al escéptico y laicista magazine Vice de Estados Unidos una amena entrevista donde habla de “los instrumentos del diablo” y su experiencia por décadas, expulsando demonios.


-¿Cómo empezó su vínculo con el exorcismo?

-Fue en los años 70 cuando empecé a notar más y más manifestaciones físicas de los demonios. Recuerdo un encuentro de oración, donde vi una mujer poseída echada hacia atrás por un ‘algo’. Entonces, una persona gritó: “¡déjala Satanás!” Eso funcionó. Empecé a ver un montón de cosas y así fue como empecé a interesarme.


-¿Cuántos exorcismos ha realizado?

-No sé exactamente, pero son algunos cientos. La verdadera posesión demoníaca puede tomar años exorcizarla. En este momento mi calendario está copado, porque parece que hay más posesiones que nunca.


»Mis colegas españoles me han dicho que hay un montón de personas en América Latina necesitadas de exorcismo. Esto es porque ellos mezclan Cristianismo y sus antiguas creencias nativas. Ese cóctel religioso particular, es demoníaco.


-Entonces, ¿cómo ejerce exactamente su labor?

-La gente me busca porque están atormentados por los demonios. Yo por lo general pido que me describan sus síntomas y después de que contestan, trato de hacer un diagnóstico. Es importante para mí distinguir si se trata de un problema psicológico, o si la persona está realmente poseída por un demonio.


-¿Cómo puede usted precisar la diferencia?

Tenemos nuestras herramientas. Utilizamos diferentes pruebas, con un crucifijo o agua bendita por ejemplo. A los demonios les desagrada cualquiera de esas dos. Pido a la persona que sostenga el crucifijo, y, a menudo, si están poseídos por un demonio, no pueden. También asperjamos agua bendita sobre ellos.

Ayer, de hecho, una persona que vino no podía siquiera mirar al crucifijo y cuando asperjé el agua bendita sobre ella, dijo que le quemaba su piel.


-¿Significa que estaba poseída por un demonio?

Sí, me parece que se trataba de un demonio. No terminamos, pero vamos a reunirnos cuando ella lo decida. Continuaremos nuestra conversación y en algún momento, voy a tener que llevar a cabo un exorcismo.


-¿Qué es exactamente lo que quiere decir con un exorcismo?

-El exorcismo es una forma especial de oración, donde el exorcista, en el nombre de Dios, ordena salir al espíritu maligno. Normalmente, no quiere. Por lo tanto, se convierte en una lucha, a veces física, porque puede tirar, literalmente, a una persona por tierra. En tales casos, necesitamos algunos hombres fuertes para mantener a la persona.


»Afortunadamente, por lo general es mucho menos dramático. Los demonios pueden causar pérdida del conocimiento, dependiendo de cuan poderosos sean. A veces, el demonio toma el control y se muestra a mitad de la oración. También ocurren casos en que después de un par de minutos de transcurrido el exorcismo, el demonio sale y la persona queda exactamente donde la dejó, sin saber lo que ha sucedido.


-¿Son múltiples oraciones que utilizan? ¿O simplemente una?

-Hay un par de diferentes. Tengo una en latín, una en alemán y una en danés. ¿Qué lenguaje uso?, depende de la situación. Es un hecho bien conocido que los demonios entienden todos los idiomas.


-Eso es un hecho bien conocido, sí. Y… ¿cuál es la relación de un exorcista con el Vaticano?

-Este verano, el Papa aprobó nuestra organización. No era la función de exorcista lo que él aprobó. Los exorcistas han existido siempre, como la iglesia misma. Pero ser un exorcista solía ser una actividad solitaria. Es por eso que esta organización fue fundada: para dar a los exorcistas la posibilidad de encontrarse en una conferencia una vez al año. La organización también ofrece la posibilidad de formarse para convertirse en un exorcista, ya sea en una universidad en el Vaticano, o en los EE.UU. Sin embargo, en primer lugar usted debe ser un sacerdote.


-¿Cuántos miembros tienen en su organización?

-Sé que hubo entre 250 y 300 participantes en la última conferencia. A todo el mundo se le permitió llevar un asistente y yo conté algunos de esos invitados. Hubo un buen número de médicos, psiquiatras y psicólogos.


-¿En serio? ¿Ellos comparten sus opiniones sobre los demonios?

Conozco a un psiquiatra estadounidense. La primera vez que lo conocí, le pregunté: “¿Cree usted que hay personas, que están poseídas por demonios?” Y él respondió que sí. Él es consultor para temas de exorcismo en una iglesia de Nueva York. Esa es la forma en que debería funcionar. Yo siempre pregunto por la historia médica personal.


-¿Por qué alguien acaba poseso?

-Hay dos razones. La primera es que usted hizo algo estúpido, abriendo así la puerta a la actividad demoníaca. Sanación alternativa, cuestiones de la Nueva Era (New Age), clarividencia o las cartas del tarot. Esa es la puerta al mundo de lo oculto, y ese es el mundo de los demonios. Algunos clarividentes realmente quieren ayudar a la gente, pero son simplemente ingenuos. Otros son instrumentos del diablo. El abuso de drogas o sexo también abre la puerta al diablo.


-¿Algo más?

-Maldiciones. Yo no lo creía al comienzo, pero es verdad. Muchos africanos son perseguidos por los demonios. Yo siempre pregunto (a quien le solicita ayuda) si hay alguien que le odia. Si tienen enemigos, a menudo van con un médico brujo y le piden que los maldiga y el diablo disfruta esta obligación.


-¿Seguro que si maldices a alguien estás abriendo las puertas al infierno?

-Están en connivencia con el diablo; son herramientas de Satanás. Da miedo. Ayudé a una mujer que había sido maldecida. Los médicos no habían podido ayudarla. Le pedimos a Dios intervenir por si alguien la hubiera maldecido. Ella recordó que su tío le había dado un vaso de jugo cuando tenía 15 años y se descubrió que con el jugo la había maldecido.


»Oramos y pedimos a Dios que la ayudara. De repente, se fue al baño y comenzó a vomitar violentamente. Diez minutos más tarde, ella me dijo que había estado vomitando objetos físicos, como uñas. Eso es muy común después de las maldiciones. Ella pasó la noche vomitando, pero al día siguiente estaba libre de su maldición.


-Una gran parte de nuestros lectores son personas jóvenes no creyentes, ¿tiene algún consejo para ellos? Además de vigilar su jugo de naranja…

-Tienen que tener cuidado. Si involuntariamente se meten en un ambiente satánico, pueden perderse para siempre. Los jóvenes no quieren escuchar, ellos piensan que lo saben todo y eso es muy peligroso. Eso es orgullo y el Diablo salta sobre eso.



Fue a celebrar sus bodas de plata sacerdotales


La noticia está recogida en Aciprensa.


"El Párroco del municipio de Cepitá (Santander), P. Luis Jairo Cuevas Bohórquez; su sacristán, una hermana suya, la esposa de un exalcalde y un adolescente murieron en un accidente que ocurrió el domingo en la vía de acceso al municipio, situado a 90 kilómetros al suroriente de Bucaramanga en Colombia.


Según señala el diario El Tiempo, el domingo 30 de noviembre en horas de la noche, en el sitio conocido como Las Cruces, en la vía que comunica a los municipios de Cepitá-San Andrés, el vehículo en el que viajaban las víctimas rodó a un abismo de 300 metros de profundidad.


Según la información suministrada por la Policía de Tránsito y Transporte de Santander, el Párroco de Cepitá viajó el fin de semana a la localidad de Málaga para celebrar sus 25 años de sacerdocio.


En la camioneta Chevrolet también estaban Blanca Nelsa Cuevas, hermana del sacerdote; Martha Herrera, esposa de un exalcalde de Macaravita; el sacristán de Cepitá, Ramón Pérez, y un menor de 16 años.


Campesinos del sector y socorristas tardaron toda la noche y madrugada el lunes en rescatar los cuerpos de los fallecidos.


El municipio de Cepitá está situado en lo profundo del cañón del Chicamocha y se accede a su casco urbano por una complicada y peligrosa vía, con curvas muy cerradas.


Radio Caracol informa que fue Mons. Víctor Manuel Ochoa, Obispo de la diócesis de Málaga-Soatá, quien confirmó la lista de los fallecidos.


De acuerdo a los primeros testimonios, el percance se habría producido por fallas en el vehículo, dijo el alcalde de Cepitá, Pedro Pablo Carreño."


Descanse en paz el sacerdote y todas las victimas de tan fatal accidente de tráfico.



Francisco, en la audiencia de los miércoles, explica el sentido de su impactante viaje a Turquía

El Papa Francisco ha dedicado la catequesis de esta semana a charlar con los presentes en la plaza de san Pedro, con ocasión de la audiencia general, sobre su viaje a Turquía realizado la semana pasada.

La lluvia que caía en la mañana del miércoles no ha impedido que los fieles venidos de todas las partes del mundo recibieran al Papa con entusiasmo, gritando con fuerza su nombre al pasar, saludando agitando las manos y levantando las banderas de sus países de procedencia. Protegidos por paraguas y chubasqueros los peregrinos han seguido con atención la audiencia general.


Antes de salir a la plaza, el Pontífice ha pasado por el Aula Pablo VI, para saludar brevemente a los enfermos que siguen desde allí la audiencia a causa del mal tiempo. Además, antes de subir al papamóvil - ha usado el que está cubierto- ha bendecido un belén dentro del Vaticano, colocado cerca del Arco de las Campanas.


"Al mal tiempo buena cara", ha dicho el Papa a los presentes al iniciar la catequesis, en la que ha reflexionado sobre su reciente viaje apostólico a Turquía.


En el resumen que el Santo Padre hace en español, ha indicado: "Queridos hermanos y hermanas: Con alegría, deseo recordar el viaje que realicé en Turquía, una tierra tan querida por tantos motivos ligados a la historia del cristianismo. En el encuentro con las autoridades, a las que agradezco la atención y respeto con el que me han acogido, he tenido la oportunidad de reafirmar la necesidad de que los Estados reconozcan la relevancia pública de la fe religiosa y garanticen a todos la libertad de culto".


Añadió que en su viaje ha expresado "el deseo de que cristianos y musulmanes trabajen juntos por la solidaridad, la paz y la convivencia pacífica. Junto con los pastores y fieles de los distintos ritos católicos, hemos invocado al Espíritu Santo para que el Pueblo de Dios, en la diversidad de sus tradiciones, crezca en su apertura, docilidad y obediencia a su divina acción".


"En la fiesta del Apóstol san Andrés, he encontrado al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, y juntos hemos firmado una Declaración , renovando el compromiso de proseguir el camino para el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos, conscientes de que la oración es la base para un diálogo ecuménico fructífero".


A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular "a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Paraguay, Bolivia, Chile y otros países latinoamericanos. Que la preparación del nacimiento del Señor, en este tiempo de Adviento, les haga crecer en el amor a Jesús y en el deseo de comunicarlo a los demás. Muchas gracias y que Dios los bendiga a todos".


Al finalizar, el Papa ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. A ellos les ha recordado que hoy celebramos la memoria de san Francisco Javier. Por eso, ha pedido a los jóvenes que "su vigor espiritual os estimule a tomar en serio la fe en vuestra vida". Además, ha pedido que su confianza en Cristo salvador sostenga a los "queridos enfermos, en los momentos de mayor dificultad" y finalmente "su dedicación apostólica" recuerde a los "queridos recién casados, la necesidad de la recíproca donación en la relación conyugal".


Texto completo de la audiencia general del miércoles 3 de diciembre

Queridos hermanos y hermanas, buenos días.

Pero, no parece una jornada muy buena, un poco fea. Pero vosotros sois valientes, pero ´al mal tiempo buena cara´ y vamos adelante.


Esta audiencia se desarrolla en dos lugares distintos, como hacemos cuando llueve. Aquí en la plaza y los enfermos están en el Aula Pablo VI. Yo ya les he visto, les he saludado y ellos siguen la audiencia a través de las pantallas gigantes porque están enfermos y no pueden estar bajo la lluvia. Les saludamos desde aquí con un aplauso, todos.


Hoy quiero compartir con vosotros algunas cosas de mi peregrinación a Turquía del viernes al domingo pasado. Como pedí prepararlo y acompañarlo con la oración, ahora os invito a dar gracias al Señor por su realización y para que puedan surgir frutos de diálogo tanto en nuestras relaciones con los hermanos ortodoxos, como con los musulmanes, y en el camino hacia la paz entre los pueblos. Siento, en primer lugar, el deber de renovar la expresión de mi reconocimiento al presidente de la República, al primer ministro, al presidente de los Asuntos Religiosos y a las otras autoridades que me han acogido con respeto y han garantizado el buen orden de los eventos. Y esto es trabajo, y ellos han hecho este trabajo con gusto.


Doy gracias fraternalmente a los obispos de la Iglesia católica en Turquía, el presidente de la Conferencia Episcopal, muy bueno, y le doy gracias por su compromiso con las comunidades católicas. También doy gracias al patriarca ecuménico, su santidad Bartolomé I, por su cordial acogida.


El beato Pablo VI y san Juan Pablo II, que ambos fueron a Turquía, y san Juan XXIII, que fue delegado pontificio en esta nación, han protegido desde el cielo mi peregrinación, que ha tenido lugar ocho años después de la de mi predecesor, Benedicto XVI.


Esa tierra es querida por cada cristiano, especialmente por ser lugar de nacimiento del apóstol Pablo, por haber acogido los primeros siete concilios, y por la presencia cercana a Éfeso, de la "casa de María". La tradición dice que allí ha vivido la Virgen, después de la venida del Espíritu Santo.


En la primer jornada del viaje apostólico he saludado a las autoridades del país, en su mayoría musulmán, pero en cuya Constitución se afirma la laicidad del Estado. Y hablamos con las autoridades sobre la violencia. Es precisamente el olvido de Dios, y no su glorificación, lo que genera violencia. Por esto he insistido en la importancia de que los cristianos y musulmanes se comprometan juntos por la solidaridad, por la paz y la justicia, afirmando que cada Estado debe asegurar a los ciudadanos y a las comunidades religiosas una libertad de culto real.


Hoy, antes de ir a saludar a los enfermos, he estado con un grupo de cristianos y musulmanes que celebran una reunión organizada por el dicasterio del diálogo interreligioso, bajo la guía del cardenal Tauran. Y también ellos han expresado este deseo de ir adelante en este deseo de continuar adelante en este diálogo fraternal entre católicos, cristianos y musulmanes.


En el segundo día visité algunos lugares-símbolo de las distintas confesiones religiosas presentes en Turquía. Lo he hecho sintiendo en el corazón la invocación al Señor, Dios del cielo y de la tierra, Padre misericordioso de toda la humanidad. Centro de la jornada fue la celebración eucarística que reunió en la Catedral a pastores y fieles de distintos ritos católicos presentes en Turquía.


Asistieron también el patriarca ecuménico, el vicario patriarcal armeno apostólico, el metropolita siro-ortodoxo y exponentes protestantes. Juntos invocamos al Espíritu Santo, el que hace la unidad de la Iglesia: unidad en la fe, unidad en la caridad, unidad en la cohesión interior. El Pueblo de Dios, en la riqueza de sus tradiciones y articulaciones, es llamado a dejarse guiar por el Espíritu Santo, en actitud constante de apertura, de docilidad y de obediencia.


Nuestro camino del diálogo ecuménico, y también de nuestra unidad, de la Iglesia católica, quien hace todo es el Espíritu Santo, a nosotros nos toca hacer, acoger, ir detrás de sus inspiraciones.


El tercer y último día, fiesta de san Andrés apóstol, ofreció el contexto ideal para consolidar las relaciones fraternas entre el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, sucesor de apóstol Andrés, hermano de Simón Pedro, que ha fundado esa Iglesia.


Renové con Su Santidad Bartolomé I el compromiso recíproco de proseguir en el camino hacia el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos. Juntos hemos firmado una Declaración conjunta, un paso más de este camino. Fue particularmente significativo que este acto se haya realizado al final de la solemne Liturgia de la fiesta de san Andrés, a la cual he asistido con gran alegría, y a la que le siguió la doble Bendición impartida por el Patriarca de Constantinopla y del Obispo de Roma. La oración, de hecho, está en la base de todo diálogo ecuménico fructífero bajo la guía del Espíritu Santo. Que como he dicho es el que hace la unidad.


El último encuentro, esto ha sido bonito pero también doloroso, fue con un grupo de niños refugiados, acogidos por los Salesianos. Para mí era muy importante reunirme con algunos refugiados de las zonas de guerra de Oriente Medio, ya sea para expresarles mi cercanía y la de la Iglesia, como para subrayar el valor de la acogida, en la que también Turquía está muy comprometida. Doy las gracias una vez más a Turquía por la acogida de estos refugiados, y doy las gracias de corazón a los salesianos de Estambul.


Estos salesianos trabajan con los refugiados, son buenos, también me reuní con otros padres, un jesuita alemán y otros que trabajan con refugiados. Pero ese oratorio salesiano de los refugiados es algo bonito y un trabajo escondido. Agradezco mucho a esas personas que trabajan con los refugiados. Y recemos por todos los refugiados y para que desaparezcan las causas de esta plaga dolorosa.


Queridos hermanos y hermanas. Dios omnipotente y misericordioso continúe protegiendo el pueblo turco, sus gobernantes y los representantes de las distintas religiones. Puedan construir juntos un futuro de paz, para que Turquía pueda representar un lugar de coexistencia pacífica entre religiones y culturas diferentes. Rezamos además para que, por intercesión de la Virgen María, el Espíritu Santo haga fecundo este viaje apostólico y favorezca en la Iglesia el fervor misionario, para anunciar a todos los pueblos, en el respeto y en el diálogo fraterno, que el Señor Jesús es verdad, paz y amor. Solo Él es el Señor. Gracias


Texto traducido por ZENIT



Las franciscanas de Florencia ocultaron a 80 judías con niños pequeños: declaradas «Casa de Vida»

“Casa de vida”. Este es el reconocimiento que puede leerse en una placa conmemorativa expuesta desde hace unos días en el monasterio de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, en la Plaza del Carmen de Florencia (Italia).

El homenaje ha sido atribuido por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg en reconocimiento de la ayuda ofrecida por las religiosas de esa comunidad a mujeres y niños durante las redadas nazis perpetradas hace exactamente 71 años.


Tras la razia que llevó a la deportación a Auschwitz de 1.022 judíos romanos, los nazis avanzaron rápidamente hacia el norte de la península italiana para efectuar nuevas incursiones en las principales ciudades.


Florencia, por su importancia y cercanía, fue el primer objetivo nazi. La comunidad judía de esta ciudad pagó un atroz precio al Holocausto, sufriendo dos redadas, el 6 y el 26 de noviembre de 1943.


Giorgio la Pira, político y Siervo de Dios

Al intensificarse las persecuciones, dado que los alemanes habían exigido la lista de todos los judíos de Florencia, el Comité de Asistencia Judío, creado por el joven rabino jefe de Florencia, Nathan Cassuto, decidió pedir ayuda a la arquidiócesis de Florencia.


Los primeros contactos fueron facilitados por Giorgio La Pira, quien tras la guerra sería alcalde de esta ciudad. Hoy se encuentra en proceso de causa de canonización por la Iglesia católica.


El arzobispo de Florencia, el cardenal Elia Dalla Costa, encargó inmediatamente al párroco de Varlungo, el sacerdote Leto Casini y al sacerdote dominico, Cipriano Ricotti, que ayudaran al Comité de Asistencia Judío para poder salvar a judíos en varios monasterios y en institutos religiosos de la diócesis.


330 judíos escondidos en conventos

Siguiendo las indicaciones del cardenal, más de 21 conventos e institutos religiosos (sin contar las parroquias) abrieron sus puertas ofreciendo refugio a más de 110 judíos italianos y 220 extranjeros.


Las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, en su convento de la Plaza del Carmen, respondieron al llamamiento. Ochenta madres con sus niños muy pequeños fueron acogidas.


Se escondieron en las celdas del convento. En silencio. En el recíproco respeto de las costumbres religiosas convivieron y compartieron esos espacios de vida.


Todo esto fue posible gracias al valor de la madre superiora, sor Ester Busnelli, reconocida Justa entre las Naciones por Yad Vashem en 1995.


Entre las mujeres refugiadas se encontraba la esposa del rabino jefe de Génova, Wanda Abenaim Pacifici. Sus dos hijos fueron acogidos una noche y al día siguiente fueron escondidos en otro monasterio de Florencia, pues en el de las Hermanas Franciscanas, que acogía a la mamá, sólo vivían mujeres. La presencia de hombres o niños les delataría ante los nazis.


Las Hermanas de la Plaza del Carmen arriesgaban la vida en todo momento. Sabían muy bien que los alemanes castigaban despiadadamente a quien ayudaba a los judíos para impedir que fueran apresados. Las refugiadas y las religiosas vivieron dos meses sin hacer ruido.


A veces se escondían en las cantinas. Convivían con el miedo constante de la irrupción de las fuerzas italianas o alemanas o a ser delatadas por un espía. La furia nazi avanzaba con cada vez más fuerza.


Cuando los nazis entraron al convento

Luego llegó la noche de la razia. Era el 27 de noviembre, alrededor de las 3 de la mañana. Una patrulla de unos treinta SS, ayudados por milicianos fascistas, entraron por la fuerza en el convento.


Revisaron habitación por habitación, gritando en alemán: “¡Levántense!”. Lograron apresar a muchas de las mujeres con sus hijas o bebés y llevarlas al gran salón del teatro.


Dos mujeres se salvaron pues se escondieron de bajo de la cama de una religiosa enferma. Cuando los soldados entraron en su habitación, la monja gritó: “¡Contagiosa! ¡Contagiosa!”. Los SS no se atrevieron a entrar por miedo a quedar contagiados.


Una muchacha judía, Lea Lowenwirth-Reuveni, se ofreció como traductora en alemán y francés, y logró liberar a muchas mujeres, haciendo creer a los nazis que eran mujeres húngaras, que no tenían documentos.


En total, se salvaron unas treinta mujeres y niñas.


En medio del caos, una mujer que había sido capturada con su bebé en brazos, Isaac, lo dejó caer con cuidado a los pies de una religiosa. La monja le cubrió con las faldas de su hábito, salvándole la vida. Hoy ese bebé es un padre de familia que vive en Israel y que en una ocasión ha venido con sus hijos a Florencia para dar gracias a las religiosas.


Las que murieron en Auschwitz

Las mujeres deportadas primero fueron encerradas en las cárceles de Florencia y después conducidas a Verona. Por último, fueron deportadas al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, de donde nunca más salieron.


En aquel lugar de exterminio, Wanda se encontró con su marido, el rabino Riccardo. Allí ambos perdieron la vida.


Su nieto, el hijo del niño salvado por las religiosas en Florencia, se llama Riccardo, y hoy es el presidente de la Comunidad Judía de Roma.


En la ceremonia de entrega de la placa que conmemora la obra de las Hermanas Franciscanas de Florencia, el 19 de noviembre, participaron la religiosa que sucedió como superiora a la madre Ester, sor Vera Pandolfi, el rabino jefe de Florencia, Joseph Levi, y la presidente de la Comunidad Judía de Florencia, Sara Cividalli, cuyos seres queridos fueron escondidos a pocos metros de ese monasterio.


“Este acto es un mensaje que nos sirve para el presente —dijo en la ceremonia el rabino Levi–. Tenemos que seguir reflexionando y divulgando una cultura que educa y que logra crear otro tipo de humanidad. Pueden darse conflictos, desacuerdos, pero no nos deben llevar nunca a superar el límite del ser humano. Esto sucedió durante el Holocausto. La violencia fue legitimada con mil motivos. Esto no tiene que suceder nunca más. Y nosotros estamos aquí para dar este mensaje a toda la humanidad, todos, creyentes de todas las religiones”.



Año de la vida consagrada

Coincidiendo con el primer domingo de Adviento, iniciamos en toda la Iglesia, convocado por el Papa Francisco, el Año de la Vida Consagrada para conocer mejor, amar y valorar más la Vida Consagrada y para elevar a Dios nuestra plegaria por todas aquellas personas que siguen este camino de perfección evangélica dentro de la Iglesia y para pedir a Dios que suscite vocaciones a la vida consagrada y le conceda a su Iglesia y a la humanidad entera abundantemente este don inmenso que es la vida de especial consagración a Dios.

Nuestra sociedad tiene necesidad de hombres y mujeres, que, en una vida consagrada, den testimonio de Dios vivo ante un mundo que lo niega u olvida; que afirmen con sus vidas y su palabra, sin rodeos, el amor de Dios a todos y a cada uno; que muestren los más altos valores espirituales, a fin de que a nuestro tiempo no falte la luz de las más altas conquistas del espíritu; que nos traigan a la memoria algo que solemos olvidar fácilmente: que en el mundo venidero «Dios lo será todo en todos». Vidas de hombres y mujeres consagradas son una de las señales más elocuentes de la presencia y soberanía de Dios en este mundo y de la libertad de sus hijos.


Nuestro mundo, tan cerrado sobre sí mismo a Dios, necesita como nunca de estos testigos. Sin ellos podrían cerrarse todos los portillos por donde la luz entra en nuestro mundo. Este Año que la Iglesia dedica de manera especial a la vida consagrada debería contribuir a mostrarnos la riqueza inmensa que es para todos, particularmente la Iglesia, el don de la vida consagrada: la encontramos en los claustros, con una vida escondida con Cristo en Dios, orando, alabando a Dios mostrándonos a Dios en el centro y diciéndonos que quienes tienen a Dios lo tienen todo, viven la alegría contagiosa y llena de felicidad por tener a Dios aunque vivan la extrema pobreza, viven las bienaventuranzas y practican el evangelio de la caridad. La vida consagrada la encontramos en los hospitales, atendiendo a los enfermos, o en las residencias de atención a los ancianos, a los que viven solos o a los discapacitados; la encontramos sirviendo a los pobres más pobres del mundo; la encontramos en los países o lugares más últimos de la tierra donde nadie o poquísimos van o se atreven a ir, ayudando, humanitituye zando, cuidando a emigrantes y desprotegidos, o en la marginación y en las zonas de exclusión; la encontramos en los colegios y centros de enseñanza, en la universidad o los nuevos areópagos de la cultura, en el mundo de la educación de niños y jóvenes, desviviéndose por los demás; la encontramos en las misiones anunciando a Jesucristo, el Evangelio de la caridad, de la alegría y la esperanza, en las periferias existenciales portando consuelo, curación,...


En esos lugares nos están diciendo dónde está Dios: sufriendo con el que sufre, compartiendo la pobreza, en cualquier necesitado de misericordia, llevando alegría a los tristes y desconsolados, dando testimonio de que los pobres son evangelizados... Y ahí muestran que Dios es, que Dios existe, que Dios es amor. ¡Cuánta generosidad, cuánta renuncia a sí mismos, cuánta misericordia, cuanto servicio!, por amor de Dios que es inseparable del amor al hermano; ¡grande y extensa su presencia! La Iglesia y el mundo serían otros sin la vida consagrada.


Necesitamos conocer más y mejor la vida consagrada, quererla y valorarla muchos más, ayudarla y apoyarla. No se la conoce suficientemente y por eso no se la ama ni se la aprecia, busca o sigue como sería necesario. Y, sin embargo, es algo que nos afecta profundamente, tanto que está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, cons tituye un don precioso y necesario para el presente y el futuro del Pueblo de Dios, porque pertenece íntimamente a su vida, a su santidad y a su misión, al tiempo que indica la naturaleza misma de la vocación cristiana y la aspiración de toda la Iglesia a la unión con su Señor. A lo largo de los siglos, gracias a Dios, nunca han faltado hombres y mujeres que, dóciles a la llamada del Padre y al Espíritu, han elegido este camino de especial consagración a Dios viviendo fielmente los consejos evangélicos, es decir, siguiendo a Cristo pobre, virgen y obediente, y dedicándose a Él con un corazón indiviso. Su radicalidad evangélica en el don de sí mismos por amor al Señor Jesús y, en Él, a cada miembro de la familia humana; su entrega y servicio fraterno a los más pobres y abandonados; su dedicación a la oración por toda la Iglesia y por todos los hombres; su consagración a la obra de evangelización, donde han llevado a cabo gestas admirables; y tantos otros y fundamentales aspectos de la vida consagrada hacen que miremos esta forma de vida con reconocimiento, admiración y gratitud.


Necesitamos la vida consagrada; necesitamos conocerla y darla a conocer entre todos los miembros del Pueblo de Dios; necesitamos acompañar a quienes han recibido este don y viven conforme a él, con nuestra oración, con nuestro aprecio más sincero, con nuestro apoyo; necesitamos suscitar vocaciones para esta forma de vida.


Y esto porque, además, lo necesitan la Iglesia y los hombres, siempre, pero sobre todo en estos momentos donde se hace tan necesario el testimonio de que sólo Dios, apasionado por el hombre frágil, y su Reino bastan, y donde se experimenta con tanta fuerza la urgencia de comunidades cristianas que sean signo y presencia de la nueva humanidad fraterna y servicial que brota del Evangelio de Jesucristo, de la fe y entrega a Él, y hagan de la evangelización su gozo y su dicha más íntima. Por eso es necesario renovar y revitalizar la vida consagrada.


Como pide y reclama la Iglesia, como lo pidió en el Concilio Vaticano II, como lo ha pedido a través de los Papas últimos –san Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco–, que éste sea un año de renovación, de purificación, de revitalización, de florecimiento y de frutos abundantes de la vida consagrada.


© La Razón



En Mosul los yihadistas usan las iglesias católicas caldeas como prisiones y base de operaciones

Algunas iglesias de Mosul han sido transformadas en lugares de detención por los yihadistas del Estado Islámico (IS), que dictan la ley en la ciudad nord-iraquí desde el pasado 9 de junio.

En particular, según fuentes locales citadas por el sitio de información www.ankawa.com, en los últimos días algunos detenidos vendados y atados abrían sido transferidos a la antigua iglesia caldea de la Inmaculada, en la parte oriental de la ciudad, después de ser detonada la cárcel de Badush.


Fuentes locales refieren a la Agencia Fides que el monasterio de San Jorge, perteneciente a la Orden antoniana de San Ormisda de los caldeos, también ha sido transformado en lugar de detención. Y existe el temor de que en los locales del monasterio las mujeres sufran violencia sexual.


En Mosul, el lunes 24 de noviembre, los milicianos yihadistas del Estado Islámico habían recurrido a los explosivos para dañar el convento de las hermanas caldeas del Sagrado Corazón, precedentemente ocupado y usado como alojamiento y base logística.


“Los yihadistas del Califato - refiere a la Agencia Fides Rebwar Audish Basa, Procurador de la Orden antoniana de San Ormisda de los Caldeos - han ocupado las iglesias, incluidas las más antiguas. Entre las preocupaciones que nos aquejan, se encuentra el temor de que en una posible ofensiva militar para la liberación de Mosul se consideren las iglesias como objetivos a golpear, ya que se han convertido en bases logísticas de los yihadistas. Y, obviamente, la destrucción de iglesias antiguas sería un daño irreparable y una gran pérdida”.


Y en Siria una generación de niños crece en guerra

Mientras tanto, Fides informa también de que en la vecina Siria se calcula que hay 5 millones de niños que necesitan urgentemente ayuda y asistencia humanitaria en Siria, de un total de más de 12 millones de personas en la misma condición.


Debido a la guerra civil, el país cuenta con 7 millones y 600 mil desplazados y más de 3 millones de refugiados en los países vecinos.


Según la ONU, en 2011 la economía de Siria ha sufrido un descenso del 40%. En el país existe una tasa de desempleo del 54%, tres cuartas partes de la población vive en la pobreza y el nivel de asistencia escolar se ha reducido en más del 50%.


Sigue aumentando el número de muertos y heridos entre los sirios y, los que más sufren esta violencia, son los niños. Cada día más y más personas mueren. Con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU de la Resolución, que proporciona acceso a las ayudas humanitarias en las zonas más afectadas, cientos de miles de personas han recibido suministros, pero las zonas sitiadas siguen siendo un gran desafío. Desde que inició el conflicto se han registrado ya 150.000 muertos y más de 680.000 heridos.



«Me preparo para ser párroco; digo a mi madre que las cosas han cambiado desde que ella era clarisa»

Francisco Javier Cuenca es uno de esos cada vez más escasos jóvenes malagueños que optan por cumplir con la vocación de llegar a ser sacerdote.

Este veleño de 24 años, que cumple ya su segundo curso como seminarista, casi tenía motivos desde la cuna para llegar a ser religioso: su madre fue monja hasta poco antes de que naciese.


«Muchas veces le digo de forma simpática: mamá, tú eres la culpable», explica sobre cómo ve su progenitora que se prepare a día de hoy para ser párroco en un futuro.


A sus 24 años de edad, destaca por su capacidad de análisis y la facilidad para atender todas las cuestiones, por polémicas que resulten, acerca de las amenazas y virtudes que planean en la actualidad sobre la Iglesia.


-¿Cuándo descubre usted esta vocación religiosa si tenemos en cuenta que su madre llegó a superar los 30 años siendo monja?

-Ella, por esas circunstancias, me enseñó la fe desde que era chiquitillo. No sé si esta vocación viene en los genes, aunque soy hijo de Paqui, una de las monjas clarisas que durante años hubo en Vélez Málaga.


»Lo que sí tengo claro es que, desde que naces, Dios tiene un proyecto para tí. Después tienes a tu madre, que es ejemplo de fe, y que desde muy niño te enseña lo más básico. No obstante, no es hasta que has madurado cuando ya decides por ti mismo, por voluntad propia, lo que quieres ser. Y en mi caso fui fraile, religioso trinitario, desde los 18 años. Y posteriormente me he incorporado a la Diócesis de Málaga.


-¿En qué momento considera usted que se encuentra la Iglesia con Francisco I como Papa?

-Lo fundamental es que el nuevo Papa ve que la Iglesia tiene que cambiar el lenguaje, ser más testigo. Salir fuera. Benedicto ya lo dijo muy bien: nadie es cristiano por ideología, sino por su encuentro con Cristo. Tenemos que llegar a la gente, ser cercanos.


-Seguro que estará preocupado ante episodios como los que se acaban de denunciar en la vecina provincia de Granada.

-Estos escándalos de pederastia son una vergüenza. Es importante que la Iglesia haya tomado la decisión de ponerlos en manos de la Justicia. Con la premisa de que esas personas no deben ser juzgadas de forma pública, esperemos que puedan ser juzgadas por la justicia y a continuación que la Iglesia tome una decisión.


»Esta forma de actuar es la que ya venía del antecesor del Papa Francisco y es necesaria. No puedes revindicar hacia fuera lo que no haces de puertas adentro. Atajar los problemas es algo muy importante para la Iglesia de hoy.


-¿Qué opina acerca de la falta de vocación que existe para poder renovar el colectivo de sacerdotes en la provincia?

-Aquí en Málaga tenemos párrocos que han sido ejemplo. Es cierto que hay pocas vocaciones, pero es más importante la calidad que la cantidad. Es más importante que sigamos el ejemplo de los que en la provincia se han entregado al cien por cien, que han sido ejemplo claro del mensaje de Cristo, sin tener que preocuparnos demasiado en otras circunstancias.


-Si miramos al pasado, un expárroco como José Luis Torres es a día de hoy alcalde por el Partido Popular en Cómpeta. ¿Considera que un cura puede tomar parte de manera abierta por una formación política, que no era en su momento el caso de José Luis, mientras ejerce de sacerdote?

-El sacerdote tiene una única ideología, que es Cristo. A mi entender no debe de meterse en la política, pero sí conocerla y opinar. Debemos denunciar cuando las cosas no se hacen bien. Otra cosa bien distinta es que no tengas desde un principio la vocación de ser político y la obtengas después.


-Su madre fue monja clarisa, ¿cómo se ve en la distancia lo que consideran como el milagro de las jóvenes religiosas de Lerma?

-Ese fenómeno, el hecho de que de repente hayan entrado bajo una misma congregación tantas mujeres jóvenes, con carreras universitarias y muy formadas, parte de lo que tenemos: un mundo muy mediocre. Cuando descubres que la gente lo deja todo, se entrega radicalmente al Evangelio, es más fácil observar que la realidad es esa.


-¿A qué se dedica hoy por hoy Paqui, su progenitora?

-Después de ser monja de clausura, permaneció como catequista hasta después de nacer yo y hoy en día es educadora en una guardería. Hablamos mucho sobre mi formación como párroco y le tengo que aclarar con frecuencia que la Iglesia ha cambiado mucho desde que ella dejó de ser clarisa. Todo ha evolucionado y la Iglesia, también. Lo que se ha mantenido igual es la vocación. Pero el acompañamiento a la misma sí que ha cambiado. Por ejemplo, algo que no existía antes es el acompañamiento psicológico, muy importante en el Seminario actual.


-¿Cómo se vive desde dentro al transformación que experimenta su centro formativo?

-El Seminario de Málaga tenía un edificio muy antiguo, que se remonta en sus orígenes a 1927. Consta de tres edificios y las obras no afectan al lugar en el que estoy formándome. Pero quiero remarcar, sobre todo, que son obras necesarias por la antigüedad que tenía el edificio.


-¿Cuáles fueron sus primeros pasos en la parroquia del lugar donde creció?

-Vengo del ámbito de la nueva iglesia de San José, donde el párroco José Antonio García Carrasco, también fue determinante para que a día de hoy yo estuviese formándome para poder ser sacerdote dentro de pocos años.