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mardi 30 septembre 2014

El Papa dona cien mil euros a la fundación que gestiona el museo del campo nazi de Auschwitz

El Papa Francisco donó 100.000 euros a la Fundación de Auschwitz-Birkenau (http://auschwitz.org), que gestiona el mayor museo referido al campo de concentración alemán, situado en Oswiecim, en el sur de Polonia.

Lo indicó este lunes 29, el presidente de la Fundación y Director del Museo Piotr Cywinski, en una declaración.


El cardenal secretario de estado, Pietro Parolin, en el mensaje que acompaña la donación escribió: "La suma no es grande porque nuestras posibilidades son limitadas, pero con ésta expresamos nuestro pleno apoyo al proyecto emprendido por la Fundación".


El Vaticano es el país número 31 que contribuye con el "fondo perpetuo", de 120 millones de euros, establecido por la Fundación Auschwitz Birkenau, para resolver los costos para mantener el museo.


Auschwitz-Birkenau es símbolo del Holocausto, fue el mayor campo de exterminio nazi. Allí entre 1940 y 1945 más de 1,1 millones de prisioneros perdieron su vida, en su mayoría Judíos.


Fue un complejo formado por diversos campos de concentración y exterminio realizado por el régimen nazi, tras la invasión alemana a Polonia en 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.


La UNESCO lo declaró en 1979 como patrimonio de la humanidad, uno de los lugares de mayor simbolismo del Holocausto o Shoah.


Juan Pablo II lo visitó en 1979: era un lugar de una simbología especial para un polaco como él. Benedicto XVI, que era alemán, la nación que construyó el campo, lo visitó en 2006 (vea aquí su discurso emocionado).


Allí, el Papa Benedicto XVI dijo: "Con profundo respeto y gratitud nos inclinamos ante todos los que, como los tres jóvenes frente a la amenaza del horno de Babilonia, supieron responder: "Sólo nuestro Dios puede librarnos; pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has erigido ".



Los obispos de Bolivia piden «por unas elecciones libres, con transparencia y credibilidad»

Los obispos de Bolivia, ante las elecciones generales, del próximo 12 de octubre, escriben: «En la oración encomendamos este proceso al Dios de la Historia y de la Vida, conscientes de que sin Él - tal como nos ha recordado recientemente el Papa Francisco - incluso la prosperidad va acompañada de una terrible pobreza espiritual».

Con un comunicado, sobre el tema «Por unas elecciones libres, con transparencia y credibilidad. Obedecer a Dios por el camino de la justicia y del derecho . (cfr. Mt 21, 32)», la Conferencia Episcopal Boliviana, «fiel a su vocación y en actitud de servicio, comparte con la ciudadanía sus criterios y orientaciones frente a este acontecimiento de interés nacional, a la luz de los principios humanos y cristianos y en el contexto de la Doctrina Social de la Iglesia».


El comunicado de los prelados de Bolivia, fechado el 25 de septiembre, destaca que la transparencia es requisito decisivo; que el voto es derecho y deber constitucional; la dignidad humana y el bien común, advirtiendo luego sobre el voto consigna, los amedrentamientos y represalias.


La trasparencia, escriben «es la única garantía de la credibilidad de los procesos electorales».


Por lo que «es importante que autoridades y operadores del órgano electoral plurinacional extremen esfuerzos para garantizar a la población un proceso imparcial. De igual manera, es altamente recomendable que se faciliten y apoyen iniciativas de observación y control ciudadano por parte de organismos e instancias, nacionales o internacionales, que gocen de credibilidad».


Destacando la vocación democrática del pueblo boliviano y reiterando luego su llamado a la población para que, también en esta ocasión, demuestre una alta y ejemplar participación, la Conferencia Episcopal de Bolivia, recuerda que «el voto es un derecho constitucional, individual, secreto, libre, consciente y responsable, fundado sobre los principios de libertad de conciencia y de elección. Por eso los ciudadanos deben ejercer este derecho sin temores, pues todos tenemos el deber moral de participar activamente de este proceso electoral. La participación de cada persona fortalece la democracia y es una forma de colaborar en la construcción de un futuro digno para las personas y para toda la comunidad».


«Votar en conciencia es apostar por valores fundamentales de desarrollo integral en la sociedad como la vida, la justicia, la solidaridad, la verdad y la libertad», escriben los Obispos de Bolivia, en lo que respecta a la dignidad humana y el bien común.


Por ello es importante la información y un sano discernimiento.


«Todo lo que impide o condiciona el voto: presiones, insultos, descalificaciones, discriminaciones de diverso tipo y, peor aún, cualquier forma de amenaza o agresión física al que piensa distinto, atenta contra sus derechos fundamentales. Asimismo la demagogia, la prebenda y el soborno ofenden la inteligencia y hieren la dignidad de las personas», reiteran los mismos prelados, para luego poner en guardia contra el voto consigna, los amedrentamientos y las represalias.


Puesto que «no es lícito ni democrático que partidos políticos, comunidades, organizaciones sociales o dirigencias pretendan canalizar el llamado voto consigna. No hay ningún argumento válido que legitime estas acciones que, por otro lado, deben ser denunciadas y resueltas oportunamente por los órganos establecidos, porque soslayan la libertad de pensamiento, la libre expresión y la estabilidad democrática».


Y «es particularmente condenable, venga de quien venga, que se usen instituciones, bienes y recursos, públicos o privados, como instrumentos de presión, chantaje o legitimación en el poder. La ciudadanía debe hacer valer sus derechos y denunciar todo atropello».