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jeudi 8 janvier 2015

Lluvia de condenas de gobiernos y entidades musulmanas del mundo contra el bárbaro atentado de París

El Consejo Musulmán de Francia condenó como un "acto bárbaro" el atentado perpetrado en París contra el semanario satírico grosero ´Charlie Hebdo´, en el que fueron asesinadas 12 personas.

Se trata de un "ataque contra la democracia y la libertad de prensa", escribió el organismo que declara hablar "en nombre de los musulmanes de Francia".


El presidente del Consejo, el rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubaker, ha acudido al lugar del suceso y expresó su "solidaridad" con las víctimas y sus familias, "frente a este drama nacional".


"En un contexto político de las tensiones internacionales alimentada por delirios de grupos terroristas que usan de forma injusta el islam, hacemos un llamamiento a todos aquellos comprometidos con los valores de la República y la democracia para evitar provocaciones que sólo sirven para echar aceite en el fuego", ha expresado el Consejo en un comunicado. Además, este organismo también ha pedido a la comunidad musulmana en Francia que "ejerza el máximo de vigilancia contra posibles manipulaciones de los grupos extremistas de cualquier tipo".


En otro comunicado, la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF), cercana a los Hermanos Musulmanes, una organización política integrista fuerte en Egipto y con ramas en muchos países, condenó "en los términos más enérgicos este ataque criminal, y estos horribles asesinatos".


Los gobiernos de la Liga Árabe han emitido un comunicado de condena, al igual que la Universidad Al Azhar de El Cairo, una de las principales instituciones del islam suní.


La Gran Mezquita de París, una de las mayores en Francia, publicó un comunicado en su web poco después del atentado en el que decía que la comunidad estaba "impactada" y "horrorizada" por la violencia.


"Condenamos firmemente este tipo de actos y esperamos que las autoridades tomen las medidas más apropiadas. Nuestra comunidad está perpleja por lo que acaba de ocurrir. Un sector completo de nuestra democracia se ha visto gravemente afectado. Los tiempos han cambiado y estamos entrando en una nueva era de esta confrontación".


Hassen Chalghoumi, imán de la mezquita de Drancy, habló con la cadena francesa BFM TV y condenó los actos terroristas declarando: "Su barbarismo no tiene nada que ver con el Islam". Estoy muy enfadado", expresó Chalghoumi, "son criminales, bárbaros. Han vendido su alma al infierno. Esto no es libertad, esto no es el Islam y espero que los franceses se unan para acabar con esto". "Respondemos al dibujo por el dibujo, pero no con sangre, no con odio", defendió el imán conmocionado.


En España, la Unión de Comunidades Islámicas (UCIDE) ha expresado este miércoles su "más enérgica repulsa y condena" por el "repugnante" atentado contra la sede del semanario Charlie Hebdo y su solidaridad con el pueblo francés. Mediante un comunicado firmado por el presidente de UCIDE e imán de la mezquita madrileña de Tetuán, Riay Tatary, la organización expone que "la violencia no es ningún medio para resolver nada, sino que ahonda los conflictos y profundiza las heridas y los rencores, máxime con estos aborrecibles asesinatos". "Nos hemos sobresaltado y sobrecogido ante la cruel masacre perpetrada por terroristas, en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo en París, en una acción criminal desalmada, con total desprecio a la vida humana, que merece nuestra más enérgica repulsa y condena", ha denunciado el presidente de la UCIDE.


El Gobierno de Argelia ha condenado el suceso "independientemente de las motivaciones de sus responsables". "Argelia, que ha pagado un gran tributo por el terrorismo y el extremismo, expresa su solidaridad al pueblo y el Gobierno francés", ha dicho.


La Organización de la Conferencia Islámica ha condenado el ataque y un portavoz del Centro para la islamofobia - con sede en Jeddah (Arabia Saudi) - dijo que la violencia y el radicalismo son "los mayores enemigos del Islam".


Condenas del gesto terrorista llegaron de Indonesia, Egipto y Turquía, que reiteran estar "contra todas las formas de terrorismo venga de donde venga".


Desde Irán, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que todo acto terrorista contra la vida humana inocente es contrario a las enseñanzas del Islam. Sin embargo, agregó que "estas acciones son una continuación de las ondas radicales y los ataques físicos que se han extendido por todo el mundo durante los últimos 10 años, y [el fruto] de políticas incorrectas y doble rasero al tratar con el extremismo y la violencia".


Según una nota del gobierno de Arabia Saudí los asesinatos de París son "incompatibles con la religión islámica". Para el ministro de Relaciones Exteriores "estos actos delictivos terribles requieren de la cooperación y la solidaridad en todos los niveles para erradicar esta amenaza."


También Malasia condena enérgicamente la violencia y expresa su cercanía al pueblo francés, proponiendo "luchar contra el extremismo con la moderación".



Mientras sucedían los terribles hechos, el Papa recibía a cuatro imanes que trabajan en el diálogo interreligioso y oraron por los cristianos perseguidos


Los 4 imanes que estaban con Francisco

El Papa Francisco recibía precisamente el miércoles a 4 imanes franceses implicados en el diálogo interreligioso al final de la audiencia general semanal en el Vaticano. Se trata de Tareq Oubrou, rector de la mezquita de Burdeos, Mohamed Moussaoui, presidente de la Unión de Mezquitas de Francia, Azzedine Gaci, rector de la mezquita de Villeurbanne, y Djelloul Seddiki, director del Instituto de Teología de la Gran Mezquita de París. El papa les estrechó calurosamente la mano y tuvo un breve diálogo con cada uno de ellos, a quienes obsequió un rosario.


Al salir, pudieron hablar con los medios y expresar su consternación. "Es necesario que la comunidad musulmana se rebele" para expresar su "disgusto" ante la confiscación del Islam por "extremistas", por "locos", dijo a la agencia I.MEDIA el rector de la mezquita Burdeos, Tareq Oubrou.


En cuanto al presidente de la Unión de Mezquitas de Francia, Mohammed Moussaoui, también quisiera una "reacción" de los musulmanes, cuya religión es "explotada por los delincuentes.""Los musulmanes están traumatizados, están cansados, la mayoría silenciosa se ve a sí misma como rehén tomado por los extremistas", dice el rector de la mezquita de Burdeos, mostrando su deseo de "que la comunidad musulmana consiga actuar unida, se manifieste".


"Es necesario que los musulmanes salgan a la calle en masa para expresar su disgusto por la confiscación del Islam por parte de estos extremistas, esos locos", dice Tareq Oubrou. Oubrou considera que este acto es "un golpe para el Islam y los musulmanes de Francia, un acto que va en la dirección de la escisión de la sociedad y retrasar la asimilación y integración de los musulmanes". "¿Quién se beneficia del crimen?", se preguntó el imán de Burdeos antes de asegurar que no beneficia ni al islam ni a los musulmanes.


"La característica de una religión es unir a la gente -insistió-, y cualquier acto dirigido a dividir a la humanidad, la sociedad, no es un acto religioso." El imán de Burdeos señaló que la "masacre" ocurrida en Charlie Hebdo es "la primera de esta magnitud desde la instalación de la comunidad musulmana de la década de 1980," en Francia.


En cuanto al presidente de la Unión de mezquitas en Francia, Mohammed Moussaoui, dijo que estaba "consternado y conmocionado" tras el atentado mortal en París y señaló que se acaba de orar con Francisco "para que la paz y la hermandad se consoliden y fortalezcan al mundo ", con un pensamiento especial para los cristianos de Oriente.


A su vez, aseguró que "no hay suficientes palabras suficientemente fuertes y duras" para expresar la condena de los musulmanes en Francia que se sienten "víctimas dobles", porque "la religión es explotada por los delincuentes" y porque "el intento populista de explotar este tipo de actos agrava aún más las tensiones y temores en la sociedad".



En «El Jueves», otra revista grosera, advierten sólo ahora que hay límites que no es prudente pasar

La directora de la revista El Jueves, Mayte Quílez, ha dicho hoy que "no hay palabras" para condenar el atentado sufrido por la publicación satírica francesa Charlie Hebdo y ha considerado que el tema de la religión suscita miedos, porque si lo tocas eres irresponsable y, si no lo haces, cobarde.

"Si la tocas (la religión) se te tacha de irresponsable y si no la tocas se dice que no nos atrevemos. Difícilmente se acierta", ha declarado a Efe Televisión Mayte Quílez tras condenar el atentado terrorista perpetrado hoy en París contra Charlie Hebdo, que se ha saldado con al menos doce muertos.


Quílez ha pedido serenidad y ha indicado que el consejo de redacción de su revista estaba reunido haciendo la portada de esta semana y ahora sus integrantes se encuentran en estado de shock por lo ocurrido, porque "nunca, a pesar de las amenazas" pensaron que "podría haber doce muertos en Charlie Hebdo".


Cree que todo lo que se diga ahora "es una obviedad" y ha añadido: "siempre pensamos que los límites del humor se pueden traspasar, que no hay ningún problema, que estamos en una sociedad libre y justa, pero no lo estamos".


Ha mantenido también que ahora no se debería caer en "racismos ni en la condena por la condena".


Mayte Quílez ha reconocido que los dibujantes de El Jueves están ahora "muy deprimidos y muy tristes, porque ¿hay alguna manera de combatir esto?", se ha preguntado.


En cuanto a si van a hacer algún número especial, Quílez ha señalado que ahora se tienen que "recomponer un poco y recuperar", aunque lo están considerando.



Navidad en Harvard Square


Llego un poco tarde, aunque la excusa es buena: he seguido una cura de desconexión bloguera durante estas Navidades. En cualquier caso, aún no se ha desvanecido del todo el ambiente navideño y siempre es buen momento cuando se trata de contemplar cosas bellas.

En este caso se trata del coro infantil de la St. Paul´s School , en Boston, que se proclama como la única escolanía masculina católica en Estados Unidos. En el vídeo que publicamos a continuación se explica en qué consiste la escuela y su coro infantil y el tipo de educación católica que se imparte en ella. Al verlo, no podía dejar de pensar en que frecuentemente nos pasamos la vida diciendo que las cosas ya no se pueden hacer como antes y que hay que buscar modos novedosos de hacerlas. Puede ser cierto en ocasiones, pero en muchas otras resulta que la rueda ya estaba inventada y que la novedad que se nos ha ocurrido es mucho más pobre cuando no directamente un fiasco. Y en estas, llegan los norteamericanos, los más avanzados y modernos, y resulta que redescubren las escolanías, que llevamos años cerrando por aquí y de las que sobreviven unas pocas. Y lo hacen de maravilla. Y no en un lugar escondido, sino en la misma plaza en la que se alza la Universidad de Harvard. Menuda lección. Disfruten de estas voces:




El cura que fue al campamento de los bandidos musulmanes de Seleka y les dijo que dejaran de matar

El padre Gazzera, misionero carmelita de 51 años, desde 1992 en la República Centroafricana, cuenta a Tempi.it «la obra del Espíritu Santo» en medio de un año de persecuciones y guerra civil.

La bofetada que le propinó Goni, rebelde de la milicia Seleka, por haber protestado contras las torturas y los arrestos de la población cristiana...


...los cristales destrozados de su vehículo, rotos por la multitud de musulmanes que quería lincharle...


...la mirada de un musulmán y del rebelde “10/15”, que impidieron su asesinato...


...el modo como fue acogido a su vuelta por los refugiados de la misión de Bozoum, cuando creían que estaba muerto, extendiendo los mantos bajo las ruedas de su coche, como si fuera Jesús sobre el borriquillo en las puertas de Jerusalén.


Esas cosas que cualquier persona definiría ofensas, riesgos o peligros evitados, el padre Aurelio Gazzera las llama «premios» o «medallas» y esto ya dice mucho del carácter y de la fe de este misionero carmelita italiano de 51 años, que dejó Cuneo en 1992 para ir a la República Centroafricana.


Durante una de sus escasas visitas a Italia, pasando por España donde se le ha concedido un premio por su defensa de los derechos humanos, el padre Gazzera ha relatado a Tempi.it su último año de misión, si bien sus palabras corresponden más bien a una reedición africana de la película El año que vivimos peligrosamente.


Los rebeldes islámicos de Seleka

El bofetón de Goni en realidad transporta con la memoria a padre Gazzera al año 2013: el 24 de marzo los mercenarios procedentes de Chad y Sudán, los rebeldes islámicos Seleka, habían conquistado el país con un golpe de estado con el que ayudaron al presidente Djotodia. El 26 de marzo un contingente ya había llegado a Bozoum, emprendiendo sin pérdida de tiempo la acción preferida del grupo: «Robar, saquear y aterrorizar a la población».


En Bozoum, en la parte noroccidental de la ex colonia francesa, donde se encuentra el padre Gazzera desde el año 2003, perturbaron la vida de los casi veinte y seis mil habitantes, de los cuales sólo seis o siete mil son musulmanes.


«Entre agosto y septiembre, los Seleka empezaron a torturar y arrestar arbitrariamente a los cristianos. Un día acababa de visitar a un joven que había perdido el uso de las manos porque se las habían atado demasiado fuerte y durante demasiado tiempo. Al día siguiente, una mujer vino a contarme otro caso similar y entendí que esto no podía seguir adelante».


Decidió ir al cuartel general de los rebeldes y se sentó ante un Seleka de nombre Goni, que le recibió de una manera que en absoluto puede llamarse cordial: «Le dije que no podían arrestar a las personas porque no tenían ninguna autoridad. Ellos me enseñaron las armas y yo le dije que las armas no autorizan a hacer cualquier cosa. La discusión se animó y Goni, totalmente descontrolado, intentó cargar el arma para dispararme. Por suerte se lo impidieron y entonces me dio una bofetada. Me levanté y me fui, pero esa bofetada permitió que se instaurase una relación: muchas personas vinieron después para pedirme disculpas».


Una convivencia estropeada por los bandidos

La intervención de los Seleka cambió todo en la relación entre los cristianos y los musulmanes de la República Centroafricana, estropeando una convivencia que había sido siempre pacífica.


«Las relaciones entre nosotros siempre habían sido de respeto mutuo, pero cuando llegaron los Seleka la comunidad musulmana se dividió: algunos los apoyaron, llegando incluso a combatir con ellos; otros permanecieron neutrales. Recuerdo que cuando intentamos desarmar a los rebeldes muchos musulmanes se movilizaron para impedirlo, para no perder el poder que habían adquirido aprovechando la situación».


Otra horda: los bandidos anti-balaka

Después de casi ocho meses de robos y persecuciones contra los cristianos, en enero la intervención de las milicias animistas anti-balaka cambió de nuevo el curso de los acontecimientos.


Para rebelarse a la brutalidad de los Seleka, «estos criminales empezaron a atacar no sólo a los rebeldes, sino a todos los musulmanes».


En Bozoum pidieron refuerzos y «entre el 8 y el 9 de enero llegó un contingente Seleka que aterrorizó aún más a la población, quemando más de tres mil casas de la zona».


El único modo para poner fin a las hostilidades y a la violencia era expulsar del país a los Seleka y proteger a los musulmanes.


«Me llamaron desde Chad, pidiéndome que ayudara a que los musulmanes partieran de Bozoum hacia Chad».


Una empresa compleja, sobre todo porque padre Gazzera se convenció de que «esa era la última buena ocasión para liberarnos de los Seleka. Así puse la condición de que junto a los musulmanes se fueran también los rebeldes».


Además de convencer a la milicia de que se fuera, era necesario hablar con los anti-balaka, «para que prometieran no atacar a los convoyes de camiones a lo largo de la carretera».


Y sus protegidos atacaron al cura

El 13 de enero, después de un largo tira y afloja, el padre Gazzera consiguió que los Seleka se fueran con el primer convoy, desencadenando así la ira de los musulmanes. «No podían irse todos en el mismo momento - explica el misionero - y viendo partir a los Seleka, los musulmanes tuvieron miedo de permanecer indefensos y a merced de los anti-balaka».


Por esto atacaron al padre Gazzera con golpes de Kalashnikov y lanzando piedras. Afortunadamente «sólo consiguieron romper los cristales de mi vehículo; a mí no llegaron a herirme. Si un grupo de musulmanes y un rebelde denominado “10/15” no me hubieran defendido, no me habría salvado».


Los 6.000 refugiados en la misión

De vuelta en casa, recibió de las casi seis mil personas que se habían refugiado en la misión para huir de la violencia la acogida más calurosa de toda su vida: «Parecía que era Domingo de Ramos, la gente me aclamaba y extendía sus mantos bajos las ruedas de mi coche. Me dio mucho ánimo».


Pero con la partida de los Seleka no acabaron los problemas. Había que alimentar a seis mil personas y proteger a los musulmanes que se habían quedado en la ciudad de los ataques de los anti-balaka.


Reunidos todos en una carretera, «habrían muerto de hambre y sed si no les hubiera llevado todos los días arroz y agua, que compraba con mi dinero».


A pesar de que la tensión seguía siendo alta y la normalidad aún estaba lejos, era necesario que una ciudad que desde hacía un año estaba sin prefecto y sin autoridad estatal volviera a empezar.


Y esto a pesar de que en la capital Bangui la política seguía su curso y de que la presidenta ad interim Catherine Samba-Panza había sido nombrada el 23 de enero. Fue así cómo el padre Gazzera, como misionero asumió, junto a otros, el papel de alcalde.


«Junto a un pastor protestante y a otras dos o tres personas de algunas ONG íbamos todas las mañanas a la plaza central de Bozoum para instaurar un comité cívico de mediación. Todas las mañanas a las ocho nos reuníamos y todo el que tuviera necesidades particulares podía exponerlas. También se presentaron algunos anti-balaka, pero nosotros no los aceptamos jamás como parte integrante del Consejo porque no queríamos legitimar una presencia criminal que no tenía razón de ser».


Las violencias de los anti-balaka en realidad habían disminuido de intensidad porque «ya no había nada que robar y la gente había empezado a reaccionar».


El problema principal era, por ejemplo, la escuela, punta de lanza de la acción del carmelita. «En el año escolar 2013/2014 mantuvimos los colegios siempre abiertos, con excepción de dos meses. Este año, en cambio, hemos conseguido volver a abrir los colegios el 23 de septiembre».


Para entendernos, el Estado los abrió de nuevo oficialmente el 24 de noviembre. «Lo hemos conseguido pagando a doscientos sesenta maestros, para quince mil estudiantes, entre los veinte y los treinta euros al mes y proporcionándoles material escolar con la ayuda de organizaciones internacionales».


Las bandas siguen armadas

Hoy la situación de la República Centroafricana sigue siendo «muy inestable»: en Bangui la paz es un espejismo y la parte centro-norte del país sigue «todavía en manos de los Seleka».


Además, las misiones internacionales de Camerún, Unión Africana, Francia, Unión Europea y Naciones Unidas aún no han sido capaces de «desarmar las partes en conflicto» y llevar a término operaciones como la «puesta en seguridad de la principal arteria del país: 600 kilómetros de carretera que conectan la capital y Camerún no son tantos. Pero hay aún puestos de bloqueo de los anti-balaka, tal vez porque los soldados no quieren implicarse demasiado. El miedo es que grupos como Boko Haram aprovechen la situación».


Más que de cualquier carretera o servicio, lo que el país más necesita es la «reconciliación»: «Reconstruir la paz es una tarea enorme – confiesa padre Gazzera – y se necesitarán muchos años». Pero, ¿cómo se construye la paz tras casi dos años de violencias?


«Tengo esperanza. Por una parte es necesario invitar a los centroafricanos a reflexionar sobre las causas profundas de esta guerra. Por la otra, es necesario ayudarles a que saquen lo que llevan dentro».


De hecho, para el misionero, «el problema viene de lejos, hay cuestiones que no se han resuelto nunca y que hay que afrontar si se quiere que la reconciliación tenga una continuación. Tomemos, por ejemplo, la escuela: el estado, en 50 años, no ha construido nunca una. La corrupción en política es, además, la normalidad y está vista sólo como posibilidad de obtener un interés personal y nunca como servicio».


Pero la política no basta si en la población falta «el deseo de la reconciliación». Y es precisamente en mérito a esto que el padre Gazzera ha visto un pequeño milagro: «En Bozoum quedan aún unos trescientos musulmanes, sobre todo mujeres y niños. Para ayudarles, propuse a principios de noviembre un ofertorio especial. Lancé esta idea pero no insistí porque muchos cristianos habían perdido a sus familiares a causa de los musulmanes y no quería ofenderles. En cambio, mis cristianos me asombraron: donaron mandioca, cacahuetes, varios productos y sobre todo, casi setenta euros, mientras que habitualmente no se recogen más de veinte».


Lo bonito es que «estaban orgullosos de hacerlo y de ayudar a los musulmanes. Esto significa que el deseo de reconciliación está presente y es importante porque ciertas cosas no se pueden imponer jamás: hay que dar a estas personas la posibilidad y los modos de satisfacer este deseo».


También para un misionero que en 2007 se ganó el apelativo de “hombre que ha doblado los fusiles a los bandidos”, el 2014 ha sido un año intenso. El padre Gazzera, haciendo un balance final, sabe ver una luz también en medio de una situación dramática: «Para nosotros cristianos cada crisis es una puerta que se abre. Pensemos en la cruz de Jesús, que se ha convertido en oportunidad de salvación. Este año ha sido durísimo, pero ha permitido hacer surgir una experiencia de Iglesia muy bella. La gente ha apreciado nuestra elección, la de los misioneros, de no irnos. Desde Chad los musulmanes me llaman diciendo que quieren volver. Los jóvenes cristianos, en el colegio, quieren que vuelvan sus compañeros musulmanes».


Y luego ese ofertorio: «No sé cómo ha sido posible. Yo he llevado cada día comida y bebida a los musulmanes de Bozoum. Tal vez el ejemplo ha servido para algo. Y además está el Espíritu Santo que actúa».


(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)