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jeudi 15 janvier 2015

Toledo, 25 de julio de 1936. En el Paseo del Tránsito

El quinto de los seis sacerdotes asesinados en esta jornada caerá abatido en el Paseo del Tránsito. Es toledano de nacimiento y ejercer de capellán del entonces llamado Manicomio.

Siervo de Dios Manuel Díaz Morcillo


Natural de Toledo, nació el 6 de diciembre de 1871. Tras realizar los estudios sacerdotales, fue ordenado el 21 de diciembre de 1895. Al año siguiente fue nombrado capellán de vara plata de la Catedral Primada. En 1902, capellán cumplidor de misa de doce.


En 1915, en una noticia dada en “El Castellano” sobre una boda que preside, se habla de él como “el ilustrado sacerdote toledano D. Manuel Díaz Morcillo”.


En 1921, fue nombrado capellán de Monte Sión.


La fundación del Císter de Nuestra Señora de Monte Sión es del año 1425. Pero, a pesar de siglos de florecimiento, las sucesivas desamortizaciones de la primera mitad del XIX hicieron mella especialmente en este monasterio. Así que, después de pasar por varias manos, en 1912, el monasterio y sus tierras fueron vendidos a Luis de Urquijo y Ussía, marqués de Amurrio. Por iniciativa del Príncipe de Asturias (futuro Alfonso XIII), el marqués de Amurrio, hacia 1920 intentó restaurar en Toledo su famosa industria de seda. Se realizó en la llamada finca de San Bernardo una importante plantación de moreras y se levantaron edificios complementarios. La llamada “Casa de la Seda”, fue transformada en escuela para los hijos de los colonos de la finca.


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Antes que don Bernardo del Campo, famoso capellán-administrador que consiguió dar fama a la plantación, ejerció primero este cargo el Siervo de Dios.


Finalmente, en 1927, se le nombra capellán del Hospital de Dementes de la Ciudad Imperial.


El Hospital del Nuncio, de Toledo, también llamado de la Visitación, de Inocentes o de Dementes, que por todos estos nombres ha sido conocido, debe el primero y más popular de ellos, a su fundador Francisco Ortiz, canónigo de la Catedral Primada y Nuncio Apostólico de Su Santidad.


En 1836, las nuevas leyes le hacen depender de la Junta Provincial de Beneficencia y una Real Orden de 3 de abril de 1843 le declara Establecimiento Provincial, carácter que conserva todavía; y, en fin, desde el 20 de agosto de 1877, las Hijas de la Caridad atienden a los enfermos de ambos sexos de esta benemérita institución, incluso en los dramáticos momentos de nuestra Guerra Civil y del voraz incendio de la madrugada del 31 de marzo de 1953.


En cuanto a la primitiva ubicación del hospital permanecerá en Nuncio Viejo hasta fines del siglo XVIII, en que el gran cardenal Lorenzana decide la construcción de un nuevo edificio, según proyecto de Ignacio Haan, siendo trasladados los enfermos el 15 de mayo de 1794. El lugar escogido en la llamada calle Real o del Nuncio Nuevo. Magnífico edificio de corte neoclásico, en donde las asistencias se prolongan, hasta noviembre de 1976 en que los enfermos son instalados en el actual Hospital Psiquiátrico Provincial de San José, construido y dotado (con más modernos criterios asistenciales) por la Excma. Diputación de Toledo, en terrenos de la finca conocida como la Vinagra, inaugurado en 1977. El Centro se ha ido transformando, actualmente, bajo el nombre de Complejo Socio-Sanitario San José, engloba el Servicio de Salud Mental, Unidad Residencial y Rehabilitadora, la Residencia Social Asistida y un Centro de Día Psicogeriátrico.


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En 1936, don Manuel que cuenta con 65 años, sigue siendo el capellán del Hospital del Nuncio. Residía en el propio edificio, ubicado en el nº 12 de la calle Real. A los pocos días de estallar la persecución religiosa, concretamente el 25 de julio, le exigieron que se marchara del Manicomio. Él no sabe adónde ir. Tomó el breviario y salió sin rumbo. En la misma puerta fue detenido por los republicanos y conducido hacia el Paseo del Tránsito. Al comprender el destino dicen los testigos que caminó entre los esbirros con el breviario abierto y rezando. Llegado al Paseo del Tránsito le fusilaron. Fue a mediodía.





Fusilado por las milicias republicanas es observado por sus asesinos en el Paseo del Tránsito. Dos capturas de un vídeo real a color de la Guerra Civil en Toledo en el verano de 1936 ( © Eduardo Sánchez Butragueño).




«No se puede matar en nombre de Dios», y tampoco se ha de «provocar, insultar la fe de los demás»

«No se puede matar en nombre de Dios», y tampoco se ha de «provocar, insultar la fe de los demás»

Ocho días después del atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, que conmocionó a Francia y el mundo, el papa Francisco aseguró que si bien la libertad de expresión es un "derecho humano fundamental", tiene un límite, que es el de no ofender.


Lo dijo en una conferencia de prensa de 50 minutos que concedió en el vuelo que lo llevaba desde Sri Lanka a Filipinas, adonde llegó esta tarde (hora local).


"No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", dijo Francisco ante una pregunta realizada por el grupo francófono de periodistas del vuelo papal.


El pontífice, que condenó el atentado dos veces la semana pasada, reiteró que "matar en nombre de Dios es una aberración". Dijo que "es verdad que no se puede reaccionar violentamente", pero consideró "normal" que haya una respuesta ante ciertas provocaciones, algo que explicó a través de un ejemplo concreto.


"No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede".


"Si el doctor Gasbarri [Alberto, responsable de la organización de los viajes pontificios, que estaba en ese momento a su lado], dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo... ¡Es normal!", dijo Jorge Bergoglio, provocando risas entre los 76 periodistas del vuelo papal y, al mismo tiempo, dando lugar a una declaración que seguramente creará polémicas ya que algunos podrán interpretar estas palabras como una justificación al ataque al semanario satírico francés.


Charlie Hebdo es un semanario satírico francés que lleva en sus páginas burlas a las religiones y dirigentes políticos. La revista fue víctima de un incendio intencional en 2011 y el miércoles de la semana pasada fue blanco de un atentado en el que murieron 12 personas, entre ellos, el director. La filial de Al Qaeda en Yemen reivindicó ayer el atentado, y alegó que con él, había vengado a Mahoma, que suele ser caricaturizado en la portada. Ayer, en su primera edición después del ataque, los sobrevivientes volvieron a provocar, al poner nuevamente al profeta en la tapa.


Como en otras oportunidades, más allá del cansancio de dos días intensísimos en Sri Lanka, el ex arzobispo de Buenos Aires estaba en buena forma y respondió a todo tipo de preguntas, sin dejar de lado el humor.


Al aludir al ataque al semanario francés -que nunca mencionó-, el Papa también sorprendió al evocar palabras pronunciadas por su predecesor, Benedicto XVI, en el famoso discurso de Ratisbona de septiembre de 2006, cuando habló de una "mentalidad post-positivista" que lleva a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la cultura ilustrada. "Y esta es un herencia de la Ilustración. Hay mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo, digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi mamá", dijo.


Cuando reiteró, por otra parte, que "no se puede matar en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios", recordó, haciendo autocrítica, que también los católicos cometieron en la historia ese mismo pecado. "Lo que pasa ahora nos asombra, pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos?", se preguntó, al evocar, como ejemplo, la Noche de San Bartolomé, es decir, el asesinato en masa de hugonotes (protestantes franceses) por parte de católicos, durante la guerra de religión de Francia del siglo XVI.


A continuación la transcripción de la pregunta y de la respuesta del Papa:


-Santo Padre, ayer a la mañana durante la misa habló de la libertad religiosa como de un derecho humano fundamental. Pero en el respeto de las diversas religiones, ¿hasta qué punto puede ir la libertad de expresión, que también es un derecho humano fundamental?

-Gracias por esta pregunta que es muy inteligente, es buena. Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión. Pero... ¿Usted es francés? Vayamos a París, hablemos claro. No se pude esconder la verdad: cada uno tiene el derecho de practicar su propia religión sin ofender, libremente. Y así hacemos y queremos hacer todos. Segundo, no se puede ofender, o hacer la guerra, matar en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios. A nosotros lo que pasa ahora, nos asombra. Pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos? Piense en la Noche de San Bartolomé. ¿Cómo se entiende esto? También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, es una aberración. Matar en nombre de Dios es una aberración. Esto es lo principal de la libertad de religión: se debe hacer con libertad, sin ofender, pero sin imponer y sin matar.


»La libertad de expresión: cada uno no sólo tiene la libertad, sino que tiene el derecho y la obligación de decir lo que piensa para ayudar al bien común. Si un diputado o un senador no dice lo que piensa que es el verdadero camino, no colabora al bien común. Y no sólo estos, sino tantos otros. Tenemos la obligación de decir abiertamente, tener esta libertad, pero sin ofender. Porque, es verdad que no se puede reaccionar violentamente. Pero si el doctor Gasbarri, gran amigo, dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal! No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede.


»Benedicto XVI en un discurso, no me acuerdo cuál, había hablado de esta mentalidad post positivista, de la metafísica post positivista, que llevaba a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la cultura ilustrada. Y esta es un herencia de la Ilustración, eh. Hay mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo, digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi mamá, ¿no? Es decir, ¡hay un límite! Cada religión tiene dignidad, cualquier religión que respeta la vida, la persona humana. Y yo no puedo tomarle el pelo. Y esto es un límite. Tomé este ejemplo de límite, para decir que en esto de la libertad de expresión hay límites, como el de mi mamá. No sé si logré responder la pregunta.



Francisco ya está en Filipinas: se calcula que a sus misas podrían acudir 6 millones de personas

El Papa Francisco ya está en Filipinas, el país más católico de Asia (unos 73 milllones de sus 94 millones de habitantes lo son) y el único donde los católicos son mayoría, con la excepción de la pequeña isla de Timor Leste. Filipinas recibió la fe católica como parte de su herencia española, y Timor, de la portuguesa.

El Papa fue recibido con cánticos, también en español, de "Bienvenido Papa Francisco", en el aeropuerto de Manila. Su avión que llegaba desde Sri Lanka tras 6 horas de viaje, aterrizó a las 17.45 hora local.


Fue recibido por el presidente de la nación, Benigno Aquino. Un niño y una niña se acercaron y le regalaron un ramo de flores. Presentes también en el aeropuerto han estado algunas autoridades del Estado, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Filipinas y una gran multitud de fieles.


Tras escuchar los himnos nacionales, el Papa fue saludando muy sonriente a la delegación. En ese momento, se pudo observar el cariñoso abrazo que dio al cardenal Tagle, arzobispo de Manila.


Mientras tanto, un grupo de jóvenes, vestidos con camiseta blanca y pantalones vaqueros, cantaban y bailaban para darle la bienvenida al Pontífice. Después, salió un grupo de niñas con trajes tradicionales que bailaron también unos instantes.


Durante unos minutos, el Papa y el presidente filipino, Benigno Aquino, se han reunido en una sala del aeropuerto. Francisco subió al papamóvil descubierto, acompañado del cardenal Tagle, y recorrió las calles saludando a los fieles allí congregados.


Desde allí, se dirigieron directamente a la nunciatura, donde tuvo lugar la cena en privado con el séquito papal y descanso el resto del día.


Han pasado 20 años desde la última visita de un Papa, la de Juan Pablo II, que movió multitudes incontables. Las agencias señalan que estos días Manila ha recibido una nueva mano de pintura. Flamantes banderas filipinas y del Vaticano flanquean las largas avenidas, Más de 2.000 voluntarios se encargan de mantener limpias las zonas a las que acudirá el santo padre.


Hay filipinos llegados de todo el país para ver al Papa. En agencia Efe habla Ines Mosa, una esteticista de 60 años: "He venido a recibir al papa porque él se lo merece todo. Sé que es probable que haya tanta gente que no consiga siquiera verle. Pero lo importante es saber que él está ahí y que nos bendiga a todos", afirma Mosa emocionada.


Un contingente de más de 40.000 soldados y policías quieren garantizar la seguridad del Pontífice.


En la capital, donde residen 12 millones de personas y que es una de las metrópolis con mayor densidad de población del mundo, varios días de la visita han sido declarados festivos para permitir a los filipinos asistir a los eventos papales, a quienes las autoridades piden calma constantemente para tratar de evitar avalanchas humanas.


Tal es la devoción de los filipinos que para el evento más importante de la visita del papa Francisco, la misa que ofrecerá el próximo domingo en el Parque Rizal, en el centro de Manila, las autoridades esperan que se concentren al menos 6 millones de personas.



«Me despidieron de un hospital católico por defender la vida»: los abortos del Hospital de Sant Pau

Montserrat Balsells, «católica activista», como ella misma se define, nunca imaginó que sería «señalada» y «discriminada» por sus creencias religiosas en un hospital participado por la Iglesia.

Esta técnico de rayos X, contratada para suplencias con regularidad desde 2009 en el hospital de Sant Pau de Barcelona, en cuyo patronato está representado el Arzobispado de Barcelona, mantiene una cruzada contra el centro barcelonés desde que, según denuncia, en julio de 2013 «perdió el trabajo por defender la vida».


Madre de cuatro hijos, actualmente sin pareja y con el único ingreso de su empleo, la trabajadora se vio en la calle después de trabajar casi cinco años en el hospital, justo cuando le habían avanzado que tenía muchos números para acceder a una plaza fija.


«Reconocieron que no tenían quejas profesionales debido a mi buena predisposición para realizar todo lo que se me encargaba y por mi forma de trabajar, pero me echaron a la calle», dice la trabajadora en declaraciones a ABC. Alega que tras su despido hay «motivos estrictamente personales».


La técnico de rayos X, contratada para realizar mamografías en el Servicio de Radiodiagnóstico del hospital, se había mostrado en numerosas ocasiones en contra de que en el centro, participado por la Iglesia catalana, se realizaran abortos, tal como había comprobado en persona.


Según denuncia, había elevado su queja al Arzobispado de Barcelona, que forma parte de la Muy Ilustre Administración (MIA) del hospital, órgano rector del mismo, aunque obtuvo poca respuesta.


«Hacían chistes conmigo»

Fue, como consecuencia de este activismo «pro vida», según afirma, cuando empezó la campaña de acoso y desprestigio hacia ella por parte de sus superiores y de algunos de sus compañeros.


Montserrat Ballsells se sentía discriminada por sus colegas profesionales, que le hacían constantemente bromas con sus convicciones. «Siempre hacían chistes conmigo. Era consciente de que se mofaban de mí», denuncia la trabajadora. Esa actitud y algunas acciones, que ella interpreta como discriminatorias por parte de sus jefes, la llevaron a dejar de frecuentar el «office», lugar de encuentro con sus colegas en los momentos de descanso, y a distanciarse de ellos. «Se reían de la Iglesia y decían cosas realmente ofensivas para molestarme. Me provocaban cuando yo solo defendía mi fe», añade Montserrat.


Una baja por «mobbing»

Esa hostilidad hacia su persona, que recogió en un diario personal («Diario del Sant Pau»), que ella misma redactó entre el 9 de marzo y el 31 de julio de 2012, la condujo a tener que pedir ese verano una baja de casi un mes.


Cansada de este trato, la empleada reclamó al centro que abriera un expediente para constatar su denunciado acoso.


«Iban a por mí. Pocos me hablaban ya en el servicio. Me hacían claramente “mobbing ”», dice angustiada Montserrat mientras recuerda la situación.


Del informe encargado por el Sant Pau, consultado por este diario, se desprende que hay una percepción real de acoso y discriminación por parte de la trabajadora, aunque no hay constatación de esa realidad con hechos documentados. No obstante, el informe deja clara la falta de eficacia del centro a la hora de abordar esta situación. Constata también la profesionalidad de la denunciante, de la que también dan fe sus superiores.


El informe del Sant Pau no satisfizo a la trabajadora, por lo que decidió llevar su caso ante la inspección laboral.


«Llamaron a declarar solo a mis jefes y a personas que estaban claramente en mi contra. Todo el mundo lo sabe. Fue un informe a medida. Pagado por el centro para que no les resultara incómodo», asegura. Igual opinan los representantes de prevención laboral que la ampararon en el proceso.


La dirección general de la Inspección de Trabajo expidió un informe similar en el que instaba al centro a resolver de manera más solvente y eficaz estas situaciones, aunque no entró en el fondo de la cuestión. La autoridad laboral invitó a los responsables del centro a buscar una salida a la empleada, dada su complicada situación personal, con cuatro hijos a su cargo.


Tras ese informe solo consiguió tres sustituciones a través del hospital, en total dos meses de trabajo. Una de tres semanas de duración, en agosto de 2013 (un mes después de que le anularan su relación con el hospital), otra de una semana en septiembre, y una última de un mes el pasado verano de 2014. Todas ellas en un ambulatorio adscrito al centro pero fuera de sus instalaciones.


Solo 1.800 euros en dos años

En total, esas sustituciones le han reportado 1.800 euros (unos 900 por los contratos de verano de 2013 y otros 900 por la última suplencia).


«En un año y medio he tenido que vivir con eso y mantener a mis cuatro hijos», dice Montserrat.


Ahora, un año y medio después de este episodio, su situación es dramática.


Con un crédito pendiente que pidió para poder financiar los estudios de dos de sus hijos, y unos gastos fijos de casi 2.000 euros mensuales (solo 700 son para cubrir la carrera de su hija y otros 114 para el master de otro de sus vástagos), Montse sobrevive desde hace meses gracias a la caridad de los vecinos y se ha visto obligada a pedir ayuda a los Servicios Sociales.


Según denuncia, el hospital decidió, rompiendo la dinámica de los últimos años «de forma inexplicable», no renovarle la suplencia. Las causas, según arguye, «no son laborales» sino que la decisión se debió a que se había posicionado en varias ocasiones en contra de que en el centro se practicaran abortos y porque creen que ella acudió a la prensa para denunciar esta situación. Su caso coincidió, de manera casual, con la denuncia realizada por ABC de la práctica de Interrupciones Voluntarias de Embarazo (IVEs) en el centro.


«Recortamos las suplencias»

El hospital de Sant Pau, con el que ha contactado ABC, mantiene que decidió no renovar el contrato a la empleada porque cambió la política de contratación, reduciendo las suplencias y encargándoselas a aquellas personas que tuvieran más antigüedad. «No es nada personal, como su caso hay una veintena», indicaron. Un miembro del comité de empresa, que tiene acceso a la contratación y que le amparó en todo su periplo de denuncia, así como otros trabajadores del centro con los que ha contactado este diario, desmienten la versión del Sant Pau.


También contradice esa versión oficial las conclusiones del propio informe de la Inspección de Trabajo. En el documento se indica que «desde que finalizó el contrato de la trabajadora se han realizado al menos 57 contratos de su categoría, de los cuales 40 se han otorgado a cuatro personas –una persona acumula varios contratos– que iniciaron su relación laboral con el hospital después de la señora Balsells». La citada miembro del comité constata con datos que facilita a este diario esta realidad.


«Se la pudo reubicar»

Ella y otros trabajadores del hospital están convencidos de que ha habido un trato discriminatorio. «Si hubiera pertenecido a un colectivo que gozara de más sensibilidad social el caso no hubiera llegado tan lejos», aseguran las citadas fuentes. Varias integrantes del comité de empresa, entre ellas la delegada de prevención laboral que la acompañó en todo su periplo de denuncias, aseguran que «el centro tuvo posibilidades de reubicarla dentro del hospital pero no lo hizo».


«Tardé en denunciarles porque me dieron esa suplencia corta para taparme la boca. Siempre me llegaban voces de que me recolocarían, pero nunca llegó nada», dice la trabajadora. Su situación se ha agravado esta semana con el fin de la prestación de desempleo que recibía.


«He pasado las navidades gracias a la ayuda de mis vecinos. He tenido que acudir a ellos, incluso para comprar papel higiénico», confiesa avergonzada.


Al acabar la entrevista, esta redactora topa con una de las vecinas de su finca, Esperanza. «Cuídala bien, que es muy buena persona», indica. Ella y el resto de miembros de la escalera llevan meses perdonándole las deudas a la comunidad.



Francisco visitó un templo budista cerca de Colombo: fue un acto no previsto en el programa

El evento estaba fuera de programa. El Papa Francisco decidió visitar el miércoles 14 de enero por la tarde un templo budista situado cerca de Colombo en Sri Lanka.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, informó a los periodistas que el Santo Padre visitó el templo del máximo líder budista, Banagala Upathissa, cerca de Colombo, porque “quería demostrarle su amistad y su actitud positiva”.


Según indicó el P. Lombardi, el Papa fue bien recibido e invitado a realizar una breve visita al palacio, que se se desarrolló dentro de una atmósfera amigable y que duró 20 minutos.


[El budismo es la religión del 77% de los habitantes de Sri Lanka. NdReL]


Upathissa, Presidente de la Sociedad Mahabodhi de Sri Lanka, dirigió la visita, cuya parte más importante se centró en la estatua de Buda y las estatuas de dos hombres.


Junto a otros monjes, Upathissa invitó al Papa Francisco a conocer un elemento importante de la religión budista: la “estupa”, que consiste en una especie de relicario que sirve para contener cenizas y cuyo origen está relacionado con los antiguos monumentos funerarios.


Los monjes explicaron al Papa que la estupa solo se abre una vez al año para una ocasión especial, por lo que hicieron una oración cantando y la abrieron por unos instantes para él.


“Durante la oración el Papa escuchó en silencio y con atención y después le abrieron la estupa. En su interior descansaban las reliquias de dos hombres santos”, señaló el P. Lombardi.



En la recepción del templo budista y para sorpresa de muchos había una gran foto donde aparecía el Papa Emérito Benedicto XVI en un pasado encuentro interreligioso celebrado en el Vaticano junto al mismo líder budista, Upathissa.


En este sentido, dijo el P. Lombardi, “el diálogo interreligioso es una realidad... estas prácticas se están desarrollando y esta visita es un ejemplo de ello”.


Por su parte, el sacerdote esrilanqués Cyril Garmeni Fernando explicó a los periodistas que en Sri Lanka es normal visitar los templos de otras religiones e invitarlos a visitar las parroquias cristianas.


“Ese es un mensaje fuerte para nuestro pueblo, no sólo para los católicos, sino que manda un mensaje de buena voluntad al resto de religiones . Así que estamos muy agradecidos por esto también, está muy bien, es un gesto muy fuerte”, concluyó el Padre Cyril.



Ola de críticas en el mundo musulmán por la nueva portada de Charlie Hebdo con caricatura de Mahoma

El mundo musulmán, tanto en su rama mayoritaria suní como en la minoritaria chií, reaccionó negativamente a la publicación este miércoles del último número del semanario satírico francés "Charlie Hebdo" por considerar ofensiva la caricatura del profeta Mahoma que publica en portada.

"Charlie Hebdo" volvió a los kioscos con una portada en la que se ve a Mahoma entristecido y derramando una lágrima mientras muestra el eslogan "Je Suis Charlie" (Yo soy Charlie), rematado por el titular "Está todo perdonado".


Al cumplirse una semana del atentado yihadista cometido por los hermanos Said y Cherif Kouachi, que asesinaron a doce personas en la sede y a las puertas de "Charlie Hebdo", la revista ha lanzado una tirada histórica que se agotó en pocos minutos y que se reproducirá durante dos semanas hasta alcanzar los cinco millones de ejemplares.


Sin embargo, en el mundo musulmán no parece haber sido bien entendida la amarga humorada con la que los supervivientes de la revista parecen, por un lado, perdonar a sus agresores, y, por otro, emiten un mensaje de acercamiento a los musulmanes.


"Rechazamos insultar"

El muftí de Jerusalén, la máxima autoridad musulmana de la ciudad santa, Mohamed Husein, lamentó la nueva portada de "Charlie Hebdo" y recalcó que este tipo de caricaturas "deben terminar".


En unas declaraciones por teléfono a Efe, el muftí manifestó que el islam "rechaza la personificación del profeta Mahoma".


"Rechazamos la violencia contra cualquier persona pero también insultar a nuestro profeta con dibujos que ponen palabras en su boca".


"Respetamos la vida humana y estamos en contra de cualquier forma de violencia contra las personas, pero estos dibujos deben acabar", concluyó.


La institución religiosa de Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní y con sede en El Cairo, llamó a los musulmanes a "ignorar las caricaturas ofensivas" del profeta Mahoma que publica el semanario francés.


En un breve comunicado, Al Azhar, que condenó en su momento el atentado contra la revista satírica, criticó "esta imaginación enferma" que viola las restricciones morales y civilizadas.


Este martes, la institución egipcia "Dar al Iftá" o Casa de las Fetuas advirtió de que esta publicación supone "una provocación injustificada de los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo, que respetan y aman a su profeta".


"Respeto a lo sagrado"

Irán, el país de mayor influencia en el islam chií, calificó de "insultante" la portada de "Charlie Hebdo", según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam.


"El respeto a las creencias y a lo sagrado de las religiones divinas es un principio aceptado y se espera que los líderes europeos respeten este principio", dijo Afjam en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA.


Afjam apostilló que "el abuso de la libertad de expresión en Occidente no es aceptable y debe prevenirse", y agregó que "muchos pueblos están pagando por las erróneas políticas de Occidente".


Por su parte, el grupo chií libanés Hizbulá (estrechamente vinculado a Irán) afirmó que la nueva portada de "Charlie Hebdo" contribuye "a apoyar el terrorismo, el extremismo y a los terroristas".


"Ese trabajo es inaceptable y no se puede justificar bajo ninguna consideración", añadió el grupo libanés en un comunicado.


El texto considera que la representación de Mahoma a través de estas viñetas es una "gran provocación al sentimiento de más de 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo".


El pasado 9 de enero, el líder de Hizbulá (grupo chií), Hasán Nasralá, condenó el atentado que causó 12 muertos en París y afirmó en un discurso que los grupos takfiríes (radicales suníes) "perjudicaron más al profeta (Mahoma) que las caricaturas hechas de él".


En Turquía, pixelado

Un tribunal de la ciudad turca de Diyarbakir prohibió difundir la portada del nuevo número de "Charlie Hebdo", según informó el diario "Hürriyet".


Aunque los diarios turcos islamistas y los más cercanos al Gobierno han pixelado o difuminado la cara de Mahoma, varios otros, como el izquierdista "Birgün", la publicaron sin retoques.


El diario "Sabah", uno de los más cercanos al gobierno turco (controlado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo, AKP), criticó a cuatro medios que difundieron en su edición digital "estas insolentes caricaturas".


El Parlamento afgano condenó por "blasfemo" el nuevo número de "Charlie Hebdo".


En una resolución, la cámara baja de la Asamblea Nacional de Afganistán pidió al mundo occidental que evite cualquier tipo de "blasfemia" al amparo de la libertad de expresión, según el texto leído por un portavoz parlamentario, Salih Mohamed Saljoqi.


"Queremos que los líderes de los países occidentales eviten la publicación de materiales blasfemos, particularmente de caricaturas del profeta Mahoma", agregaron los diputados en dicho texto.



«Je suis chrétien, seulement» (Yo soy cristiano, solamente)

Es una ventana que muestra un horizonte oscuro, como cambiando los contornos de la esperanza por los trazos de la tristeza. Sus brumas nos imponen un rictus de preocupación, y en algunos casos un razonable miedo y sobresalto. ¿Qué cuadro nos dibuja este momento tras nuestro cristal blindado cuando nos asomamos al ventanal de estos días? Que la vida es vulnerable. Mucho. Que no hay paraguas atómico ni medidas de seguridad ante gente que decide segarte la vida si no te pliegas a sus dictámenes y credos. En nombre de un dios inexistente que se les aparece en el fantasma de su fanatismo para pedirles que maten al infiel a sangre fría o a sangre caliente, se alejan del verdadero Dios clemente y misericordioso, un Dios que no odia lo que Él ha creado y que siempre es amigo del hombre, como dice la Biblia.

Por eso no hay fisura en la condena que tantos hemos hecho ante este último atentado contra la vida que ha asesinado vilmente a unas personas, independientemente de lo que ellas pensasen, creyesen, escribieran o dibujasen. La vida vale más que todo eso, es más sagrada que todo eso, motivo por el cual «eso» (lo que piensan, creen, escriben o dibujan) es menos importante, tan infinitamente inferior que jamás legitima que por ello te puedan asesinar.


Pero dicho esto, deberíamos abrir una reflexión sobre la indignación dolida de nuestro herido occidente ante este ataque por parte de unos extremistas radicales. La revista francesa L’homme nouveau ha publicado un artículo sereno, lúcido y valiente por firmarlo contracorriente cuando estábamos en el punto álgido de la tragedia de los asesinatos de París en estos días. Frente al eslogan que ha sido repetido por doquier como un mantra, esta otra revista francesa ha dicho lo siguiente:


«Yo no soy Charlie: la libertad de expresión y la libertad de prensa no dan derecho a insultar, despreciar, blasfemar, a pisotear o burlarse de la fe o de los valores de los ciudadanos, ni a atacar de modo sistemático a las comunidades musulmana o cristiana. No, yo no soy Charlie y nos choca ver a Mahoma como una boñiga con turbante o a Benedicto XVI sodomizando niños. No es cuestión de tolerancia o librepensamiento: el insulto es una violencia. Charlie murió por haber minimizado los riesgos del Islam radical. Pensó que por vivir en un país cristiano podía insultar de forma segura. Yo no soy Charlie, pero soy cristiano. No he pensado ni por un solo instante que tenían que morir, o que habían encontrado lo que merecían. Paz a sus almas y que Dios les acoja, si ellos quieren, en su misericordia. Pero yo no soy Charlie».


Yo sólo soy cristiano. Por eso condeno esta matanza, al tiempo que leo con agrado a los que tienen la lucidez de condenar los execrables atentados que han acabado con estas vidas, y tienen la libertad de denunciar también la violencia que entraña siempre el insulto, el desprecio, la mofa, la ridiculización, la blasfemia, todo lo que injustamente hiere hasta la ofensa los sentimientos y las creencias de las personas que los tienen y las profesan, porque esto a su modo también es violencia.


Hay gente que está siendo asesinada por estos fanáticos extremistas por tener sencillamente un nombre cristiano, una fe cristiana, una vida cristiana. En Siria, Afganistán, Nigeria, Libia… matan a cristianos, secuestran a niñas cristianas, expulsan a cristianos de su tierra, roban sus casas y sus iglesias, sin que casi nadie de Occidente lo denuncie, ni se hagan conjuras intergubernamentales, ni se convoquen manifestaciones callejeras, ni se lloren a los que inocentes de toda provocación y ofensa, son masacrados sencillamente por ser diferentes, por ser cristianos sin serlo contra nadie.