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jeudi 23 octobre 2014

Benedicto enseña de nuevo


El Papa emérito Benedicto ha enviado un mensaje a la Pontificia Universidad Urbaniana, con motivo de la inauguración de un aula de conferencias que lleva su nombre. El tema elegido por el Pontífice jubilado ha sido la equiparación de todas las religiones en aras de una alianza por la paz. Si todas las religiones renunciaran a creer que tienen la verdad plena y se conformaran con decir que tienen una parte de la verdad, se afirma, sería más fácil presentar un frente unido de todas ellas para lograr la paz mundial. Eso dicen.


En el fondo no es más que la vieja pretensión de la ONU -que en España encabezó el presidente Zapatero- de la "Alianza de las Religiones", una especie de sincretismo religioso en el que las distintas formas de buscar y honrar a Dios renunciaban a la misión, a la conversión del otro, porque asumían que tanto daba una religión como otra, pues todos eran caminos igualmente legítimos para llegar al mismo fin. La pretensión por parte de todas o alguna de ellas de poseer la plenitud de la verdad era vista en sí misma como una fuente de violencia, al margen de lo que después aplicaran en la práctica sus seguidores. Por eso, lo que alentaba y sigue alentando la ONU es la renuncia a la búsqueda de "la" verdad, para conformarse con logros más modestos y relativos: "mi" verdad, "tu" verdad, "su" verdad. Si la verdad no existe o es imposible alcanzarla, entonces no hay por qué pelear entre nosotros y ni siquiera hay que intentar ofrecer al otro la propia verdad, porque en el fondo no es mejor que la suya.


Con estas premisas, se ha acabado la evangelización y la misión. Y no sólo hacia los miembros de otras religiones, sino también hacia los ateos o los agnósticos. Por eso, el Papa emérito afirma con rotundidad que la renuncia a la verdad es letal para la fe. Ninguna religión se hubiera desarrollado si sus seguidores hubieran creído que daba lo mismo creer en su Dios que en el del vecino o que era igual aplicar unas normas morales que las contrarias. Por otro lado, pretender a estas alturas y con lo que estamos viendo en Irak, en Siria o en África que es lo mismo creer en Alá que en Jesucristo y que da igual seguir al profeta que al Hijo de Dios, no sólo es blasfemo sino que es un insulto a la razón.


Pero, no sé si sin querer o queriendo, la intervención del Papa Benedicto, en este momento concreto en que se produce, tras las discusiones acaloradas del Sínodo, viene a poner luz en el nudo intelectual de la polémica. Porque lo que en el fondo se ha estado debatiendo, tras la cuestión de la comunión de los divorciados o la aceptación del comportamiento homosexual, no es otra cosa más que la relación entre verdad y misericordia. Para unos, ambas cosas no pueden ir separadas: decir la verdad es el primer acto de misericordia y la primera profesión de nuestra fe es para confesar que Dios es amor y por lo tanto misericordia. Para otros, en cambio, se trataría de un debate innecesario, pues habría que dejar la verdad en el ámbito de lo teórico, mientras que en el ámbito de lo práctico tendría que imperar la misericordia; eso significaría que no se niega que el segundo matrimonio sea un adulterio, pero que se permite a los divorciados vueltos a casar comulgar porque la comunión no es sólo para los que están en gracia (estos ahora son llamados irónicamente los "perfectos") sino también para pecadores.


"La renuncia a la verdad es letal para la fe". Es una frase perfecta, de esas a las que nos tenia acostumbrados el "maestro" Ratzinger. Sin verdad, sin asumir que Cristo es la verdad plena y que ha venido a revelársela al mundo para la salvación del mundo, el cristianismo está herido de muerte. Sin verdad, la misericordia se diluye, pues sin verdad no habría conciencia de culpa y sin ello no habría petición de perdón, por lo que no sería necesaria la misericordia. La verdad no es enemiga de la misericordia, al contrario, es la que la salva, la que hace imprescindible su existencia. Por lo tanto, no hay peor enemigo de la misericordia que los que dicen que la verdad no existe o no se la puede conocer o debe quedarse en el limbo de las teorías abstractas. El Dios de la verdad es el mismo que el de la misericordia. Y se llama Jesucristo.



El presidente de los obispos de Colombia distingue entre la persona homosexual y la ideología gay

El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Luis Augusto Castro, señaló recientemente que es parte de la tarea de la Iglesia y las familias cristianas el acoger a las personas homosexuales, sin embargo descartó que esto signifique aceptar el mal llamado “matrimonio” gay.

En declaraciones recogidas por el diario El Tiempo, tras retornar a Colombia de su participación en el Sínodo Extraordinario sobre la Familia, en el Vaticano, Mons. Luis Augusto Castro señaló que “acoger a las personas homosexuales tiene que ser lo más obvio para la iglesia y las familias cristianas”.


Muchas personas homosexuales, dijo, “son personas de fe, están unidas a la iglesia, trabajan en la pastoral y se pueden sentir rechazadas por la Iglesia. Lejos estamos de tener una actitud de discriminación o rechazo”.


Sin embargo, esta acogida que brinda la Iglesia a las personas homosexuales no se puede confundir con una aprobación del mal llamado “matrimonio” gay, indicó.


“Eso es otra cosa, una sociedad que se quiere formar, pero nunca la pondremos al nivel del matrimonio cristiano. Estas personas son dignas, las unas como las otras. Ese afecto y comprensión hay que tenerlos con todas”, dijo.


El Prelado también se refirió a la pastoral para familias que no están bien constituidas, “sin matrimonio”, destacando que en estas también “puede haber amor, responsabilidad, sacrificio”, por lo que “a estas hay que ayudarlas también”.


“Y a las que han optado por su matrimonio civil, también hay que ayudarlas”, dijo.


El Presidente de la CEC recordó además que en el Sínodo se abordó la posibilidad de simplificar el proceso de nulidad matrimonial.


Con miras al Sínodo Ordinario sobre la Familia, que se realizará en 2015, complementando el que acaba de culminar, Mons. Castro señaló que “tenemos un año para reflexionar sobre toda esta temática y luego sí conocer las conclusiones que el Papa Francisco nos dará”.


(Sobre la acogida a personas con sentimientos homosexuales, sin aprobar las prácticas homosexuales, ReL recomienda los libros del terapeuta y ex-gay Richard Cohen )



El misterio de las imágenes católicas que sudaban en Canarias y a veces protegían de la enfermedad

La historiadora Ana María Díaz Pérez ha investigado documentos sobre un fenómeno poco conocido en Canarias: en los siglos XVII y XVIII varias imágenes religiosas en iglesias y en casas particulares sudaron durante varios días seguidos sin que se pudiese determinar la causa.

Ana María Díaz, que es doctora en Historia del Arte, tiene previsto impartir una conferencia sobre este fenómeno dentro de las "I Jornadas de Criptobiología en la sociedad de las nuevas tecnologías" que organiza el Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo de Tenerife.


La investigadora señala en una entrevista a Efe que encontró bibliografía sobre estos hechos por casualidad, al estudiar en archivos otras cuestiones relacionadas con el arte, y se percató de que la descripción solía coincidir: una imagen religiosa -un cuadro, una escultura o un retablo -que de repente registraba un fenómeno de exudación.


Los casos de los que ha encontrado constancia documental se han registrado en islas de la provincia occidental, lo que no quiere decir que el fenómeno no se hay producido también en la oriental, pero "es complicado" averiguarlo porque puede estar descrito en documentos privados y normalmente en la bibliografía se citan los casos más divulgados.


La primera descripción de un incidente de este tipo que encontró Ana María Díaz es la referente a un cuadro de San Juan Evangelista en la Iglesia de La Concepción de La Laguna que comenzó a sudar durante una misa cantada en 1648.


Ello provocó la sorpresa de los fieles, que cerraron las puertas y abandonaron el templo, pero cuando éste fue abierto de nuevo al día siguiente, la imagen seguía sudando.


Entonces se decidió mojar con agua los cuadros de los otros tres evangelistas -San Mateo, San Marcos, San Lucas- también presentes en la iglesia que, en la jornada posterior, aparecieron secos, mientras el de San Juan exhibía aún el sudor.


"Estuvo sudando 40 días seguidos", relata la investigadora, quien precisa que en la época se empezaron a barajar distintas hipótesis, desde que los monaguillos habían rociado el cuadro sin darse cuenta o que le había caído agua, pero al no encontrar explicación se empezó a hablar de un suceso sobrenatural.


Coincidió además el acontecimiento con que llegó a Canarias una epidemia de peste bubónica, que en el caso de Tenerife se expandió por La Laguna y Santa Cruz, y durante los días en los que la imagen de San Juan Evangelista sudó, no se registraron muertes entre los infectados, que se curaron.


Ana María Díaz explica que hay un documento de la época en el que un juez y seis testigos detallan cómo han presenciado este fenómeno y, al olvidarse de firmar el papel, buscaron a otras siete personas que vieron "el portento de la exudación" y atestiguaron que era verdad.


En aquellos días se llegó a consultar al ilustrado Viera y Clavijo, sacerdote y con conocimientos de química, quien al ser preguntado por el San Juan Evangelista de La Laguna contestó "muy inteligentemente" que sea cual fuese el origen del fenómeno "Dios se había valido de ello".


La investigadora ha encontrado relatos similares acerca de la imagen de un San Ramón Nonato cuando inicialmente estaba depositada en una casa particular de La Gomera, y de la que se describe que sudó durante 18 días en 1765, y posteriormente fue trasladada a la Iglesia de la Asunción.


También en Tenerife consta el relato de una imagen del Cristo de las Tribulaciones que igualmente en una casa particular sudó durante 19 días en 1795, y que fue luego trasladado a la Iglesia de San Francisco de la capital.


Además en una casa de Icod de los Vinos hay constancia de tres autos que mencionan cómo sudó una imagen de un Cristo, mientras que un fenómeno similar se detalla en un "Ecce Homo" pintado en una lámina de cobre en La Palma.


Ya en la época en la que sucedían estos hechos se intentaba discernir su origen y si el sudor provenía de la pintura, el barniz, el agua o el aceite, pero no había medios técnicos suficientes para determinarlo y al final "siempre hay dos versiones: la religiosa y la científica".


Los datos recopilados por Ana María Díaz obre esta cuestión han sido editados en un artículo presentado a un congreso celebrado en la Casa de Colón de Gran Canaria y han sido ampliados posteriormente para un capítulo del libro "Enigmas y tesoros de Canarias".



Why the Buddhist accepted Islam- TheDeenshow

Daughter of Colombian Drug Cartel Accepts Islam

PP y aborto, la gran mutación

La decisión del Presidente Rajoy de mantener vigente la ley Aído/ZP del aborto, incumpliendo –a pesar de su mayoría absoluta– un compromiso nuclear del programa electoral que le llevó a Moncloa, va a provocar un vuelco en el panorama político español de grandes dimensiones que va mucho más allá de la cuestión del aborto. Para entender esta afirmación conviene analizar con cierto detalle lo que supone esta decisión del presidente del Gobierno y del PP:

A) Un PP que hace suya la ley Aído/ZP al renunciar a derogarla, se transforma de la noche a la mañana en un partido que suscribe una de las leyes más abortistas del mundo. Recordemos que la ley Aído –ahora ya Aído/Rajoy– no sólo despenaliza el aborto, sino que lo convierte en un derecho subjetivo financiado por el Estado, no contempla ni una sola alternativa al aborto dejando abandonadas a las embarazadas, convierte en algo irrelevante para el Derecho al no nacido durante sus primeras 14 semanas de vida permitiendo su libre destrucción y, además, legaliza en sus primeros 11 artículos la ideología que lleva a ver el aborto como un derecho, algo que no se atreve a hacer ninguna otra ley del aborto de ninguno de los países de nuestro entorno. Debo suponer que Mariano Rajoy, presidente de un partido que en sus estatutos se define como «defensor de la vida» conoce la ley que acaba de avalar puesto que firmó un detallado recurso de inconstitucionalidad contra ella que la analizaba artículo a artículo. No es un pequeño salto evolutivo de tipo darwiniano, es la gran mutación por sorpresa y sin explicación razonable.


B) El abandono por el PP de su compromiso de derogar la ley Aído/ZP se suma a otros profundos cambios ideológicos del PP en esta legislatura que afectan a la sensibilidad del sector del partido más identificado con el humanismo cristiano: ratificación política del llamado «matrimonio homosexual», a pesar de que el TC dijo que también era constitucional la opción legal que el PP había siempre defendido: el matrimonio como institución específica para la unión entre un hombre y una mujer; la total ausencia de una política específica de apoyo a la familia; una reforma educativa tímida y menor que ha dejado en el tintero parte de los postulados clásicos del PP en defensa de la libertad de educación; y unos recortes sociales (asistencia sanitaria, inmigración, becas, comedores escolares, etc) que han dolido profundamente a la conciencia social cristiana de muchos militantes y votantes. El giro copernicano en materia de aborto incide sobre una llaga que ya estaba abierta y dolorida.


C) Así, el PP abandona en un brusco cambio no explicado, una de sus señas de identidad histórica y programática. Y lo hace sin debate alguno en sus órganos de dirección (esos que tienen definido al PP como un partido que se inspira en el humanismo cristiano y como defensor de la vida), en un canutazo de un minuto en la calle a la salida de un acto ajeno a esta materia, por sorpresa y antes de coger un avión para China. Hasta la estética del anuncio resulta ofensiva y desconcertante para los votantes y militantes que dan a la defensa de la vida mucha importancia, que no son pocos en el caso del PP. No es de extrañar que incluso muchos altos cargos y parlamentarios estén estos días mostrando su discrepancia y enfado en las redes sociales y en artículos periodísticos y que empiece el goteo de dimisiones y bajas de militantes.


D) El PP representaba en el panorama político español una cierta mentalidad conservadora (que desaparece con esta súbita conversión a la revolución cultural zapaterista), una cierta adhesión a la visión del hombre y la sociedad de raíz más o menos cristiana (que resulta pisoteada con la asunción del planteamiento antropológico de ZP basado en la agenda más radical de la ideología de género), una sensibilidad liberal en lo económico (que muchos perciben incompatible con las políticas fiscales y de gasto público de un Gobierno que ha centrado el ajuste en las familias y las empresas y no en las administraciones) y una cierta idea de nación (que muchos creen se ha abandonado y sustituido por una visión tecnocrática y jurídico-formal de defensa de un orden jurídico constitucional carente de contenido emotivo, político, ideológico e histórico). Así, para muchos, el PP resulta irreconocible; ya es otro partido distinto del que se presentó a las elecciones en 2011 a pesar de que el nombre, el logo y el presidente sean los mismos.


Resumiendo: para muchos españoles, incluyendo militantes y votantes del PP, este partido se ha rendido ante la cultura ideológica de la izquierda y sucumbido ante esa presunta «superioridad moral de la izquierda» que, a pesar de carecer de todo fundamento objetivo, hasta ahora el propio PP (al menos, los más lúcidos de sus portavoces) venían denunciando.


Las consecuencias de esta metamorfosis son inevitables: el PP que conocíamos ya no existe y una parte de su electorado está huérfana y carente de representación política en las instituciones. Este vacío de representación genera un daño grave a la democracia española pues no se ha producido en virtud de unas elecciones (ni de un referéndum como el de la OTAN de Felipe González) sino por el travestismo ideológico sobrevenido de quien recibió el apoyo mayoritario del electorado para cumplir un programa que ahora queda tirado en la papelera de la Historia, por razones inexplicables e inexplicadas.


Si a esta profunda conmoción en el espectro sociológico de la derecha, se añade la convulsión que se vive en la izquierda a raíz del ascenso de Podemos en las europeas, la profunda crisis de identidad del PSOE y la deriva del nacionalismo independentista, no es aventurado prever que la democracia española tal y como la conocemos desde 1978 ya es historia. Cómo será el futuro nadie puede predecirlo, pero las causas producen efectos; como dice el refranero «de aquellos polvos, estos lodos». El polvo ya está en el suelo; el lodo ya veremos cómo será y cuanto destrozo genera.


VOLVAMOS A LA POSTURA sobre el aborto con que comencé este artículo. Doy por supuesto que quien asesora a Rajoy en este tema es incapaz de entender y detectar lo importante que el asunto es para una parte del electorado del PP. Hay sentimientos y convicciones que las encuestas no son capaces de reflejar pues están más allá de los términos convencionales y restrictivos del marco de una encuesta telefónica con preguntas y opciones predeterminadas (ahí está el resultado imprevisto de Podemos para demostrarlo); supongo que Rajoy, aislado en Moncloa y tributario de unos informes escuetos y simplistas (y quizá manipulados), ha perdido la conexión con la sensibilidad de sus votantes y militantes; puedo suponer que determinados altos cargos del Gobierno que han llegado al poder casi por oposición (por su cualificación técnica) y no desde las bases, el contacto con la calle y la tradición intelectual del partido al que deben sus puestos, no saben ni de qué hablo. Pero todo esto (que puedo entender) no quita que la decisión de Rajoy sobre la ley del aborto sea objetivamente un anuncio de una fractura del PP y de una convulsión profunda del sistema de partidos que hasta ahora hemos conocido en la reciente historia democrática de España.


A la reconfiguración del mapa de la izquierda que estamos viviendo, seguirá la reconstrucción del mapa de la derecha a la que Rajoy –con su decisión sobre el aborto– obliga. La renuncia a su programa por parte del PP en materias tan sensibles y que afectan a su identidad –como es la defensa de la vida– genera un vacío; y los vacíos se llenan tanto en la mecánica de fluidos ...como en la vida política.


¿Es posible todavía una rectificación? El Presidente Rajoy tiene la palabra.


Benigno Blanco Rodríguez es abogado y presidente del Foro de la Familia


© El Mundo



Adoptaron 4 sobrinos tras el genocidio de Ruanda, atienden mujeres necesitadas: lo cuentan al Sínodo

Tienen ocho hijos, de los cuales cuatro son sobrinos adoptados después del genocidio de Ruanda. Mantienen una clínica para ayudar a mujeres embarazadas en dificultad. Después de su testimonio ante los obispos, los Gatsinga relataron su historia a Tempi.it.

Según ellos, la Iglesia tiene un único modo para superar la crisis de la familia y el individualismo que amenaza la vida; bastaría «volver a poner en el centro a Jesús».


Así han hablado los cónyuges ruandeses Jean Dieudonné y Emerthe Gatsinga ante los obispos reunidos en Roma con ocasión del Sínodo sobre la familia.


Veinte años de servicio a las mujeres con embarazos difíciles, a los esposos en crisis y a la vida «nos han hecho llegar a una sola conclusión: las familias necesitan que la Iglesia las ayude a profundizar la fe en Jesucristo, para quien nada es imposible», cuenta Jean Dieudonné, de 57 años, a Tempi.it.


Jean Dieudonné y Emerthe se conocieron en 1979, en el ámbito del movimiento de los Focolares (www.focolare.org/es), al que ambos pertenecen.


«Entendimos que Dios nos llamaba a vivir nuestra vocación en el matrimonio, que éramos donados el uno a la otra para servirlo».


Vivir para las otras familias

Nueve años después, en 1988, al casarse, ambos entendieron que «querían vivir para los otros y, en especial, para las familias. Teníamos el mismo deseo de entrega total a Dios, queríamos trabajar para Él, testimoniándolo en la familia. En resumen, ambos deseábamos una morada en la que se viera y se viviera a Dios, y se pudiera donar a los otros».


Con el matrimonio los dos jóvenes prometieron «no permanecer nunca cerrados en nosotros mismos, donándonos a los otros».


Después de la boda la familia se trasladó a Francia, donde Jean Dieudonné terminó los estudios de medicina.


Este fue el motivo de que la pareja escapara a uno de los acontecimientos más dramáticos del siglo XX.


«En 1994, entre las víctimas del genocidio que exterminó a un millón de personas, estaban mis hermanos y sus cónyuges, que dejaron huérfanos a cuatro de mis sobrinos».


Los Gatsinga decidieron volver a África y adoptar a estos niños: «La herida y el dolor eran indescriptibles, pero entendimos que en ese sufrimiento Dios nos llamaba».


La clínica para personas heridas

Un año más tarde Jean Dieudonné y Emerthe decidieron abrir una clínica en Ruanda con más de veinte camas, en la que acoger a personas heridas física y moralmente: «Soy médico y me ocupo de la salud de las mujeres en condiciones difíciles. Mi mujer es economista y gestiona la clínica, las acoge: cada uno hace su trabajo, sin invadir el campo del otro. Estamos unidos en un servicio constante».


Con el paso de los años también ha aumentado en África el número de mujeres que ante un embarazo no deseado piensan en abortar, por lo que «cuando llegan – sigue el médico– hacemos todos lo posible para encontrar tiempo para ellas. Primero las escucho e intento entender por qué tienen miedo o por qué no quieren al niño; después les hablo del amor de Dios, explicando que el niño que llevan en su seno es un don del Señor y que tenerlo es una riqueza, aunque en ese momento no lo parezca».


Nunca es fácil, es cierto, «se necesita tiempo. Algunas de ellas poco a poco empiezan a confiar; otras, desgraciadamente, no, pero la mayoría cambia de idea».


De hecho, Jean Dieudonné es hoy padrino de muchísimos niños que han nacido con su ayuda.


Formar a los novios

Juntos, los cónyuges Gatsinga se ocupan también de la formación de jóvenes parejas casadas o prometidas: «Compartimos los problemas y los desafíos principales, como la falta de trabajo o la dificultad de acceso a los estudios, y les explicamos que sólo hay un modo de superarlos: es necesario poner a Dios en el centro, porque Él lo puede todo. Lo mismo nos sucedió a nosotros cuando decidimos criar a ocho hijos en lugar de a cuatro en un momento económica y espiritualmente duro, cuando las heridas del genocidio habían golpeado nuestro país. Y lo mismo sucede hoy, cuando surgen nuestras diferencias o nuestros límites».


En la vida de los hijos, que tienen entre 15 y 31 años, la dedicación a los necesitados de Jean y Emerthe no ha incidido nunca negativamente, «porque no somos dos personas que nos dividimos entre la familia, el trabajo o los compromisos sociales, sino que somos una familia unida que intenta servir a Dios allí donde se encuentre».


Es la fe lo que ayuda a las familias

Los Gatsinga están convencidos de que es precisamente gracias a la fe si las familias de Ruanda han soportado «todas las dificultades presentes en nuestro país», e indican también que ha sido «en el momento en que la familia se ha debilitado cuando han empezados los divorcios y las separaciones, aunque ciertamente no a los niveles de Occidente».


Sin contar con el difundirse de la cohabitación, «que muchos eligen a causa del alto coste del matrimonio». Por esto, a los dos ruandeses les gusta recordar «a quien se tiene que casar o a quien ya está casado que hay que agarrarse a la gracia donada por Dios en el sacramento, simplemente rezando juntos, participando en los sacramentos, compartiendo la educación de los hijos y la economia familiar».


Y funciona, según testimonian los Gatsinga: «Son muchos los jóvenes que al hacer un recorrido de fe consciente deciden contraer matrimonio cristiano, a veces renunciando a los regalos y eligiendo una fiesta nupcial sobria, normalmente sostenida por la comunidad».


También, continúa Jean Dieudonné, «hemos visto muchos matrimonios salvados. Pienso en Charles, que podía pedir la anulación de su matrimonio con Beatrice cuando ella se escapó de casa a causa de una enfermedad psiquiátrica y, en cambio, decidió serle fiel como había prometido, en la salud y en la enfermedad. Cuando Beatrice volvió a casa, fue acogida de nuevo y ahora los dos esposos viven una unión más fuerte y feliz».


-Entonces, ¿la gracia de Dios no traiciona nunca?


«Debería usted preguntárselo a Pierre, que ha querido creer que podía ser feliz a pesar de que su mujer no podía darle hijos y de que su madre intentara convencerlo de todas las maneras posible a buscar otra mujer: “Yo la amaba, pero sólo pidiendo a Jesús que me diera la fuerza he conseguido no ceder a las presiones", me dijo».


Es a causa de estos y otros ejemplos por lo que el viernes pasado, los Gatsinga han querido decir al Sínodo que «es simplemente la fe en Jesús lo que hace que se tengan fuerzas para superar esta crisis de la que tanto se habla».


(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)