Pages

mardi 17 mars 2015

De cura toledano a obispo andaluz


Esta mañana ha fallecido D. Antonio Dorado Soto, quien fuera obispo de Málaga entre 1993 y 2008. El obispo emérito entregó su alma a Dios a la edad de 83 años y tras varios días con diagnóstico muy grave en la UCI de un hospital malagueño.


La capilla ardiente está instalada en la iglesia capitular del Sagrario y todos aquellos fieles que quieran rezar por el alma de este obispo, podrán hacerlo hasta las 11 de la noche del día de hoy y en el día de mañana a partir de las 9 horas.


El funeral tendrá lugar mañana miércoles a las 13.00 h y recibirá sepultura en la catedral de Málaga, en la que tantas veces se dirigió a los fieles malagueños e impulsó la vida de la diócesis.


D. Antonio Dorado nació en Urda, provincia de Toledo, el 18 de junio de 1931. Realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Toledo y en la Universidad Pontificia de Comillas, recibiendo la ordenación sacerdotal el 1 de abril de 1956.


Ese mismo año, en la citada Universidad, obtuvo la Licenciatura en Teología. Fue Profesor del Seminario Mayor y Menor de Toledo, y de la Escuela de Asistentes Sociales, Consiliario Diocesano de Apostolado Rural y Vice-Consiliario de Cursillos de Cristiandad en Toledo. También desempeñó los cargos de Capellán de Religiosas y de los Hermanos Maristas, y Vice-Consiliario del Consejo de Hombres de Acción Católica, en Toledo.


En 1964 fue nombrado Consiliario Nacional de Apostolado Rural. Posteriormente pasó a la Diócesis de Guadix, ocupando los cargos de Vicario General y de Arcediano del Cabildo Catedral. En 1969 fue elegido Vicario Capitular de la Diócesis de Guadix-Baza al quedar la sede vacante. Fue nombrado Obispo de la Diócesis de Guadix-Baza el 31 de marzo de 1970, recibiendo la Ordenación Episcopal el 10 de mayo del mismo año. En la Asamblea Plenaria del Episcopado en 1972 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, siendo reelegido para el mismo cargo al término del primer mandato. El 4 de septiembre de 1973 el Santo Padre lo nombra Obispo de Cádiz-Ceuta, tomando posesión de esta Diócesis el 20 de octubre de ese año.


En la Plenaria del Episcopado celebrada en febrero de 1984 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal del Clero, siendo reelegido en 1988. Al frente de esta Comisión Episcopal ha realizado una densa y reconocida labor, promoviendo Simposios y estudios sobre la vida y espiritualidad de los sacerdotes, que culminó en el Congreso sobre Espiritualidad celebrado en 1989. Ha participado en tres Sínodos ordinarios de los Obispos, el último de los cuales tuvo lugar en 1990 en el que se trató sobre la formación de los sacerdotes.


Es autor de diferentes libros, entre los cuales están «Los caminos del apostolado seglar», «Los caminos de nuestra Iglesia» y «María, la Virgen Madre de Dios». En la reunión Plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en febrero de 1993, fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. En febrero de 1996 fue reelegido para un segundo trienio.


El 26 de Marzo de 1993 el Papa Juan Pablo II lo nombra Obispo de la Diócesis de Málaga, y toma posesión de la misma el 23 de Mayo del mismo año. Es el Obispo Delegado para la Vida Religiosa de la Asamblea de los Obispos del Sur.


En marzo de 1999 deja la Presidencia de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, al cumplirse el tiempo para el que había sido elegido. A partir de esta fecha pasa a formar parte como Vocal de dicha Comisión Episcopal.


En la LXXXIV Asamblea Plenaria de la CEE, celebrada en Madrid del 7 al 11 de marzo de 2005, D. Antonio es nombrado Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, para el trienio 2005-2008.En la XCI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española celebrada del 3 al 7 de marzo de 2008 pasó a ser miembro de las comisiones episcopales de “Enseñanza y Catequesis” y de “Migraciones” para el trienio 2008-2011.


Descanse en paz don Antonio Dorado.



Nuevo nuncio para Cuba, y sabe lo que son las situaciones duras: Giorgio Lingua viene de Irak

El Papa Francisco ha nombrado este martes nuncio apostólico en Cuba a Giorgio Lingua, arzobispo titular de Tuscania, hasta ahora nuncio apostólico en Irak y en Jordania. Así, sustituirá a monseñor Bruno Musarò, trasladado el pasado 5 de febrero a la nunciatura de Egipto.

Monseñor Lingua tiene una larga experiencia diplomática al servicio de la Santa Sede, donde entró en 1992. Ha prestado servicio en Costa de Marfil, en Estados Unidos, en Serbia e Italia y después en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, ocupándose de países latinoamericanos y caribeños.


Ahora, monseñor Lingua llega a Cuba en un momento particular en la historia de esta nación. Hace apenas 3 meses se conoció el acuerdo entre los gobiernos de La Habana y de Washington de restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países.


Acuerdo en el que la Santa Sede y el Santo Padre han tenido un papel significativo como mediador, tal y como confirmaron tanto Raul Castro como Barack Obama en el momento de su anuncio.


Del mismo modo el nuncio deja una nación que está envuelta en una situación dramática desde hace meses, donde la violencia y el terror provocado por el autodenominado Estado Islámico acecha a la población.


Cuba y Estados Unidos retomaron este lunes en La Habana el diálogo "para restablecer las relaciones diplomáticas y abrir embajadas", en la reunión oficial más hermética que ambas partes han mantenido desde el histórico anuncio el pasado mes de diciembre.


Este encuentro que es una continuación de la segunda ronda de contactos mantenida en Washington el pasado 27 de febrero, donde se centraron en cuestiones técnicas para la reapertura de las respectivas legaciones.



El portavoz vaticano en la ONU admite en una entrevista poder «usar la fuerza» contra el yihadismo

El principal representante diplomático del Vaticano ante Naciones Unidas en Ginebra, el arzobispo italiano Silvano Tomasi, ha respaldado una intervención militar en forma de fuerza internacional coordinada para impedir que el autoproclamado Estado Islámico siga protagonizando ataques en Siria e Irak contra los cristianos y otros grupos minoritarios.

«Tenemos que parar esta especie de genocidio (...) De lo contrario, en el futuro nos preguntaremos por qué no hicimos nada, por qué permitimos que una tragedia tan terrible sucediera», ha afirmado monseñor Tomasi en una entrevista con el periódico católico ´Crux´.


En concreto, Tomassi ha detallado que cualquier coalición contra Estado Islámico tiene que incluir a los países musulmanes de Oriente Próximo y no puede constituir simplemente una «iniciativa occidental».


Asimismo, ha explicado que dicha división militar internacional debería desarrollarse bajo la égida de Naciones Unidas.


Para Tomassi, una coalición contra Estado Islámico debería incluir a «los países más directamente involucrados en Oriente Próximo».


«Lo que se necesita es una coalición coordinada y bien pensada, con objeto de hacer todo lo posible para lograr una solución política sin violencia», ha explicado.


En este sentido, ha precisado que «si eso no es posible, entonces será necesario usar la fuerza».


El representante vaticano presentó la semana pasada ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra una declaración titulada «Apoyo a los Derechos Humanos de los cristianos y otras comunidades, especialmente en Oriente Próximo », elaborada conjuntamente con la Federación de Rusia y Líbano, que reúne a un total de 70 países.