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mercredi 17 septembre 2014

The New Ultra Orthodox Jewish woman

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El nuncio Fratini defiende que «la unidad en la diversidad» se puede aplicar al caso de España

El nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, ha defendido el lema de "la unidad en la diversidad" que, según ha indicado, también se podría aplicar a España con una "variedad de culturas, historias y pueblos" al analizar la exhortación apostólica del Papa Francisco ´Evangelii Gaudium´.

"El lema fundamental de la constitución de Indonesia es unidad en la diversidad, que podríamos aplicar también a España, donde hay una variedad de culturas, historias, pueblos, unidad armónica en la diversidad", ha subrayado durante una conferencia pronunciada en la XXV Semana de Teología que se celebra en Jerez (Cádiz).


Según ha precisado Fratini, el modelo del poliedro al que se refiere el Papa Francisco en la ´Evangelii Gaudium´, el modelo de "la unión conservando la originalidad", es el "ideal católico" del bien común.


"Es el caso de la unidad de los pueblos conservando su peculiaridad como pueblos, es la unión de las personas en una sociedad que busca el bien común", ha insistido.


Entre otros problemas a los que se refiere el Papa en la exhortación apostólica, el nuncio ha recordado el del aborto. "Los niños por nacer son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo", ha apuntado en palabras de Francisco.



Hace 75 años la Alemania neopagana y la URSS atea se repartían la católica Polonia y se hacían fotos

La Alemania nazi invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939. Unos días después, el 17 de septiembre, los soviéticos invadían la Polonia oriental.

El mundo no lo sabía, pero nazis y comunistas, que en teoría se profesaban un odio feroz, habían firmado el 23 de agosto el pacto Ribbentrop-Mólotov repartiéndose Polonia y los países bálticos.


Los soviéticos entraron en Polonia declarando que el país ya no tenía gobierno y que sólo pretendían proteger las minorías ucranianas y bielorrusas.


Hubo escenas que quedaron para la Historia, algunas de ellas bien simbolizadas en la película de Andrej Wajda “Katyn”, con la esvástica y la hoz y el martillo ondenado juntas, como sucedió en Brest.


La Wehrmacht nazi, de hecho, capturó la Fortaleza de Brest a los polacos con la ayuda de la 29º Brigada de Tanques Soviética, tras la batalla de Brest Litovsk, el 17 de septiembre.


La foto del general alemán Heinz Guderian y el brigadier soviético Semión Krivoshein en su desfile conjunto en Brest es antológica.



El alemán Guderian y el soviético Krivoshein

confraternizan en Brest, que juntos

han conquistado a los polacos


En noviembre la URSS declaró que 13,5 millones de ciudadanos que antes eran polacos ahora serían soviéticos.


En lo religioso, sobre todo en las zonas más orientales, muchos de estos nuevos “soviéticos” eran cristianos ortodoxos, pero la mayoría eran católicos (6,5 millones de rito latino; 3,2 millones de rito bizantino): casi 10 millones de católicos de repente bajo el régimen de Stalin. Y empezó la represión religiosa.


Si de la persecución religiosa en la ocupación nazi en la Polonia occidental tenemos bastantes datos (miles de iglesias y monasterios confiscados, obras de arte expoliadas y perdidas para siempre, 3.000 clérigos católicos asesinados y de ellos al menos 1.811 en campos de concentración, sobre todo Dachau), de la persecución en la zona soviética faltan muchos datos.


Polonia no pudo empezar a investigar sobre las atrocidades soviéticas en ese territorio (la mayor parte del cual nunca recuperó y hoy pertenece a Bielorrusia) hasta que cayó el Muro de Berlín en 1989: el control comunista del país declaró “tabú” el tema, para mantener la “amistad” con la URSS.


Aún hoy los estudios no han avanzado mucho sobre el tema, ya que mucha represión sucedió en lo que actualmente es Bielorrusia, país que hoy no renuncia aún a su pasado comunista y no favorece la investigación..


En cualquier caso, la Unión Soviética nunca llegó a declarar la guerra a Polonia ni reconocía el Estado polaco, así que no trató a los prisioneros militares polacos como prisioneros de guerra sino como rebeldes contra el nuevo gobierno de la Ucrania y Bielorrusia Occidental.


Durante los dos años que siguieron a la invasión y anexión de Polonia, los soviéticos arrestaron a unos 100.000 ciudadanos polacos y deportaron a un total de entre 350.000 y 1.500.000, de los cuales entre 250.000 y 1.000.000 murieron, la mayoría de ellos, civiles. Como los nazis, también ellos buscaban a las élites, líderes e intelligentsia, y eso incluía al clero.


Contar muertos siempre es difícil, pero los historiadores polacos creen que de 1939 a 1945, entre las persecuciones de nazis y soviéticos y la guerra, Polonia perdió:


-el 45% de sus médicos

-el 57% de sus abogados

-el 40% de sus profesores

-el 30% de sus técnicos

-más del 18% de su clero


Se sabe que en el territorio ocupado por los soviéticos la persecución fue especialmente dura contra los grecocatólicos (excepto los de etnia ucraniana al principio) y que las deportaciones de sus clérigos empezaron ya en 1939.


Después de la guerra, la URSS forzó más aún esta persecución obligando a las comunidades y clero grecocatólico a declararse ortodoxas (y bajo control del Partido)… o disolverse o vivir en la pura clandestinidad.


En 1939 un folleto de propaganda británica titulado “The Soviet Occupation of Poland” afirmaba que “la Liga Atea Soviética se desencadenó sobre Polonia y su presidente recientemente presumía de que 4.000 curas polacos habían sido enviados a Siberia”. Parece una cifra exagerada. Aún hoy, faltan cifras contrastadas y una historia detallada de lo que los soviéticos hicieron con “su trozo” de Polonia en sus años de convivencia con el vecino nazi.



En España, el líder de la formación de ultraizquierda populista Podemos, Pablo Iglesias, ha escrito un libro sobre política y cine titulado “Maquiavelo frente a la gran pantalla” , cuyo segundo capítulo habla de la película de Andrzej Wajda, ´Katyn´. Para Pablo Iglesias, la escena de los polacos huyendo en un puente, con nazis a un lado y soviéticos al otro es “inverosímil”, y aunque admite -muy a regañadientes- que la matanza de 22.000 presos polacos por parte de los soviéticos no le gusta la escena en que confraternizan soldados de ambos regímenes.


Y sin embargo, eso fue lo que se dio: dos Estados de poder omnímodo, que no valoraban la vida, la libertad, la religión ni el individuo, repartiéndose un país. Una foto incómoda para los neo-comunistas.




«Somos responsables de la salvación de todos los hombres»: Francisco pide misioneros en la audiencia

El Obispo de Roma en la catequesis del 17 de setiembre de 2014, en la plaza del Santuario de san Pedro, ante miles de fieles y peregrinos dijo que la Iglesia “es católica porque es universal: tiene la misión de anunciar la Buena Noticia del amor de Dios hasta los confines del mundo, enseñando todo lo necesario para la salvación. Y es apostólica porque es misionera: como los apóstoles y en continuidad con ellos, ha sido enviada a preparar la venida del Señor, acompañando su palabra con los signos de la ternura y del poder de Dios.

Explicando el articulo del Credo que dice: “creo en la Iglesia católica y apostólica”, Francisco explicó: “La Iglesia, universal y misionera, cuenta con la asistencia del Espíritu Santo, que continuamente la hace salir de sí misma al encuentro de los hermanos y hablar las lenguas del mundo entero para comunicar a todos la alegría del Señor Resucitado.”


El sucesor de Pedro afirmó que “como miembros de la Iglesia, también nosotros participamos de su misión: somos responsables de la salvación de todos los hombres, y, por tanto, no podemos permanecer indiferentes o ajenos a la suerte de nuestros hermanos; además, el Espíritu Santo también actúa en nosotros para que no nos cerremos en posiciones unilaterales y procuremos siempre el entendimiento, la armonía, la “sinfonía” en la vida cristiana”.


El Vicario de Cristo pidió para los peregrinos a la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo, que el Señor “los ayude a anunciar a Cristo, que ama a todos los hombres”.


Texto completo de la catequesis del Papa impartida en español:

Queridos hermanos:

En el Credo decimos que la Iglesia es católica y apostólica. Es católica porque es universal: tiene la misión de anunciar la Buena Noticia del amor de Dios hasta los confines del mundo, enseñando todo lo necesario para la salvación.


Y es apostólica porque es misionera: como los apóstoles y en continuidad con ellos, ha sido enviada a preparar la venida del Señor, acompañando su palabra con los signos de la ternura y del poder de Dios.


La Iglesia, universal y misionera, cuenta con la asistencia del Espíritu Santo, que continuamente la hace salir de sí misma al encuentro de los hermanos y hablar las lenguas del mundo entero para comunicar a todos la alegría del Señor Resucitado.


Como miembros de la Iglesia, también nosotros participamos de su misión: somos responsables de la salvación de todos los hombres, y, por tanto, no podemos permanecer indiferentes o ajenos a la suerte de nuestros hermanos; además, el Espíritu Santo también actúa en nosotros para que no nos cerremos en posiciones unilaterales y procuremos siempre el entendimiento, la armonía, la “sinfonía” en la vida cristiana.


Saludo a los peregrinos de lengua española venidos de España, México, Panamá, Nicaragua, Argentina, Perú, Chile y otros países latinoamericanos. Pido al Señor que su visita a Roma, y en concreto a la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo, los ayude a anunciar a Cristo, que ama a todos los hombres.


Texto completo de la catequesis del Papa, traducida del italiano

"La Iglesia católica y apostólica"


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Esta semana continuamos hablando sobre la Iglesia.

Cuando profesamos nuestra fe, nosotros afirmamos que la Iglesia es “católica” y “apostólica”. Pero, ¿cuál es efectivamente el significado de estas dos palabras, de estas dos conocidas características de la Iglesia? ¿Y qué valor tienen para las comunidades cristianas y para cada uno de nosotros?


1. Católica significa universal. Una definición completa y clara nos es ofrecida por uno de los Padres de la Iglesia, de los primeros siglos, San Cirilo de Jerusalén, cuando afirma: “la Iglesia sin duda es llamada católica, es decir, universal, por el hecho que está difundida por doquier, desde uno al otro confín de la tierra; y porque universalmente y sin defección enseña todas las verdades que deben llegar a conocimiento de los hombres, ya sea con respecto a las cosas celestes que a las terrestres. (Catequesis XVIII, 23).


Un signo evidente de la catolicidad de la Iglesia es que ella habla todas las lenguas. Y esto no es otra cosa que el efecto del Pentecostés (cfr At 2, 1-13): es el Espíritu Santo, en efecto, que ha puesto en condiciones a los Apóstoles y a la Iglesia entera para que hagan resonar para todos, hasta los confines de la tierra, la Buena Noticia de la salvación y del amor de Dios.


La Iglesia así nació católica, es decir, “sinfónica” desde los orígenes y no puede ser otra cosa que católica, proyectada hacia la evangelización y al encuentro con todos. La palabra de Dios hoy se lee en todas las lenguas: todos tienen el Evangelio en la propia lengua. Para leerlo. Y vuelvo a lo mismo: es siempre bueno llevar con nosotros un Evangelio chiquito, para llevarlo en el bolsillo, en la cartera. Y durante la jornada leer un fragmento. Esto nos hace bien. El Evangelio está difundido en todas las lenguas porque la Iglesia, el anuncio de Jesucristo Redentor está en todo el mundo. Y por esto se dice que la Iglesia es católica: porque es universal.


2. Si la Iglesia nació católica, quiere decir que nació “en salida”, que nació misionera. Si los apóstoles se hubieran quedado ahí en el cenáculo, sin salir a predicar el Evangelio, la Iglesia sería solamente la Iglesia de aquel pueblo, de aquella ciudad, de aquel cenáculo. Pero todos salieron por el mundo desde el momento del nacimiento de la Iglesia; desde el momento que vino el Espíritu Santo. Y por esto la Iglesia nació “en salida”, es decir, misionera.


Es lo que expresamos calificándola apostólica. Porque el apóstol es el que lleva la Buena Nueva de la resurrección de Jesús. Este término nos recuerda que la Iglesia, sobre el fundamento de los Apóstoles está en continuidad con ellos. Son los apóstoles que fueron y fundaron nuevas iglesias, han consagrado nuevos obispos.


Y así en todo el mundo, en continuidad. Hoy, todos nosotros estamos en continuidad con aquel grupo de apóstoles que ha recibido el Espíritu Santo y luego fue “en salida” a predicar. La Iglesia es enviada para llevar a todos los hombres este anuncio del Evangelio, acompañándolo con los signos de la ternura y del poder de Dios. También esto deriva del evento del Pentecostés: es el Espíritu Santo, en efecto, que supera toda resistencia, que vence la tentación de cerrase en sí mismos, entre pocos elegidos, y de considerarse los únicos destinatarios de la bendición de Dios.


Imaginémonos si un grupo de cristianos hace esto: “nosotros somos los elegidos, sólo nosotros”… al final, mueren. Mueren primero en el alma, luego morirán en el cuerpo porque no tienen vida, no son capaces de generar vida a otra gente, a otros pueblos. No son apostólicos.


Y es precisamente el Espíritu Santo que nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia aquellos más distantes en todo sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado como don.


3. ¿Qué comporta para nuestras comunidades y para cada uno de nosotros, ser parte de una iglesia que es católica y apostólica? En primer lugar, significa llevar en el corazón la salvación de toda la humanidad, no sentirse indiferente o extraños con el destino de muchos de nuestros hermanos, sino abiertos y solidarios para con ellos. También significa tener el sentido de plenitud, de lo completo, de la armonía de la vida cristiana, rechazando siempre las posiciones parciales, unilaterales, que nos encierran en nosotros mismos.


Ser parte de la Iglesia apostólica quiere decir ser consciente de que nuestra fe está anclada en el anuncio y en el testimonio de los mismos Apóstoles de Jesús. Está anclada allí, es una larga cadena que viene de allí; y por eso sentirse siempre enviados, sentirse mandados, en comunión con los sucesores de los Apóstoles, a anunciar, con el corazón lleno de alegría, a Cristo y su amor por toda la humanidad.


Y aquí yo quisiera recordar la vida heroica de tantos, tantos misioneros y misioneras, que han dejado su patria para ir a anunciar el evangelio en otros países, en otros continentes.


Me decía un cardenal brasilero que trabaja bastante en el Amazonas, que cuando él va a un lugar, a un pueblo del Amazonas, a una ciudad, va siempre al cementerio. Y allí ve las tumbas de estos misioneros, sacerdotes, hermanos, monjas, que han ido a predicar el Evangelio, apóstoles; y él piensa: todos ellos pueden ser canonizados ahora, han dejado todo para anunciar a Jesucristo.


Demos gracias a Dios porque nuestra Iglesia tiene tantos misioneros, ha tenido tantos misioneros, y tiene necesidad de más aún, ¡agradezcamos al Señor por esto! Tal vez entre tantos jóvenes, chicos y chicas que están aquí, alguno tiene ganas de convertirse en misionero, ¡que vaya hacia adelante! ¡Es bello esto, llevar el Evangelio de Jesús! ¡Sean valientes!


Pidámosle entonces al Señor, que renueve en nosotros el don de su Espíritu, para que toda comunidad cristiana y todo bautizado sea expresión de la santa madre Iglesia católica y apostólica.


Traducción del italiano: María Cecilia Mutual, Griselda Mutual – Radio Vaticana



Gallardón en el Congreso se reafirma en su reforma del aborto: Rajoy y Soraya se van cuando habla

En el Congreso de los Diputados el Partido Socialista ha preguntado este miércoles por la mañana al ministro de justicia español, Alberto Ruíz-Gallardón, acerca de la reforma del aborto, conminándole a retirarla, y el ministro se ha reafirmado en defender la reforma, lo que dejaría en entredicho el artículo en el diario El Mundo del pasado sábado que daba por hecho que la reforma quedaba aparcada y no se aprobaría.

Gallardón ha enumerado que su proyecto de ley fue aprobado por el gabinete del presidente Mariano Rajoy el pasado 20 de diciembre y tiene informes favorables del Consejo General del Poder Judicial, del Consejo Fiscial y del Comité de Bioética, lo que a su juicio avala que las propuestas no se sitúan «fuera del tiempo y de la realidad», como hoy ha denunciado el PSOE.


Ha aprovechado para recordar algunos "trapo sucios" de la izquierda española, como cuando en los años 30 se oponía al voto femenino por miedo a que fortalecieran a las formaciones conservadoras.


Preguntado por su posible dimisión, Gallardón dijo: «Es muy difícil saber dónde estaremos cada uno de nosotros hoy, mañana, dentro de un año, pero le aseguro una cosa… allí donde nos encontremos a mí me encontrará defendiendo la libertad de las mujeres y la vida de los concebidos».


Así respondía a la diputada socialista Carmen Montón. Lo hacía sin contar con la presencia a su lado del presidente del Gobierno, ni de la vicepresidenta ni del ministro de Asuntos Exteriores: todos ellos se levantaron de su asiento cuando llegó el momento de la comparecencia del ministro.


El vídeo del intercambio entre Gallardón y la diputada socialista, AQUÍ en ABC


Lee también:
Breve historia del aborto en España



Matusalén, 969 años, fue el abuelo de Noé y el más longevo de los patriarcas del Antiguo Testamento

Cuenta el libro del Génesis que Matusalén vivió nada menos que 969 años antes de morir, superando en 604 días la edad de su padre Enoc, todo un récord con el que se ha ganado merecidamente su lugar en el dicho de «más viejo que Matusalén».

El abuelo de Noé fue el octavo patriarca antediluviano, es decir anterior al Diluvio universal, según el pasaje 5:21-27 del Génesis: «Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió».


Matusalén fue el más longevo de los patriarcas del Antiguo Testamento, aunque Noé llegó a vivir 950 años, según el mismo capítulo del Génesis y Adán hasta 930. Antes del Diluvio universal, las edades superaban los centenares de años, según el texto bíblico.


Del fin de esta longevidad, algunos encuentran explicación en la cólera de Dios que se materializó en el Diluvio y que alcanzó la edad de los hombres: «Que sus días sean ciento veinte años».


Hay quien ha atribuido el recuento bíblico de los años a una confusión entre los ciclos lunares con los solares, por lo que la edad real del patriarca bíblico sería de unos 72 años, admirable en todo caso en unos tiempos con una esperanza de vida mucho menor. Pero en el Génesis no parece haber confusión entre meses y años: «Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero...».


Tendencia oriental a la hipérbole

Los Profesores de Salamanca, en la Biblia Comentada (BAC, tomo I, pág 122-125) explican que los libros de la Biblia son orientales, que buscan impresionar a los lectores al exponer una verdad, «de ahí que no podemos calibrar sus afirmaciones según el módulo frío y preciso que caracteriza al genio greco-romano». Los orientales, señalan, «tienen tendencia a la hipérbole y a desorbitar los números».


Por inverosímil que sea esta cronología bíblica, aún lo es mucho más la de los reyes sumero-babilónicos, que cuentan sus años por sares (1 sar=2.300 años), recuerdan los Profesores de Salamanca al afirmar que en todas las antiguas genealogías, como la babilónica o la egipcia, hay tendencia a atribuir una longevidad extraordinaria a los primeros hombres y en esto coinciden con la Biblia.


«En la tradición flotaban algunos nombres y tablas genealógicas y, consciente la opinión popular de que los orígenes de la humanidad eran muy antiguos, la misma imaginación popular fue alargando la vida de los personajes conservados por la tradición de forma que llegaron hasta el primer hombre», señala.


«La explicación más razonable es que el autor sagrado se propuso rellenar con nombres de personajes de carne y hueso el inmenso periodo que media entre Adán, Noé y Abraham (...) y alarga los anillos de la cadena», concluyen en la Biblia Comentada.


Carracuca

De Matusalén se sabe que según la Biblia vivió 969 años, pero ¿cuántos Carracuca? José María Iribarren señala que en su acepción de persona vieja y achacosa, de individuo decrépito a quien la edad impide hacer lo que querría, «deriva del uso que antaño tuvo la palabra "carraco"».


Cuenta el autor de «El porqué de los dichos» que en el Hospital General de Madrid existió en el siglo XVIII una «sala de los carracos» y cita al pintor cordobés Acisclo Antonio Palomino, que cuenta cómo en dicha sala se atendía a «enfermos cuyo mal era la mucha edad» y los desahuciados por los médicos.