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mardi 24 mars 2015

San Pedro Fórmica y Beato Arnaldo Almer. Hermanos y enemigos.

Sobre este santo no está claro su origen. Unos cronistas mercedarios dicen que nació en Savona, otros le hacen nacido en Andalucía, y otros en Teruel, Aragón, en un lugar llamado "Formiche". Profesó muy joven en la Orden de la Merced y fue un gran ejemplo de piedad y gravedad religiosa. Fue confesor de los Reyes de Aragón, principalmente de Jaime II. El 18 de octubre de 1301 fue elegido tercer Maestre General de la Orden Mercedaria. Esta elección causó tensiones en la Orden, pues hasta entonces los Generales habían sido caballeros seglares y no religiosos, así que descontento el monasterio del Puig con esta elección, eligió su propio General, Arnaldo de Almer.

El prior del convento de Barcelona, que ejercía como General en funciones, descargó su castigo contra estos religiosos y caballeros del Puig y sus seguidores (la mayoría de casas de Andalucía y Valencia). Poco pudo hacer el santo frente a esto, pues murió el 25 de marzo de 1302, a los tres meses de su complicada elección. Barcelona eligió a otro General, alargando el conflicto. El problema no se solucionaría hasta 1308, en que Clemente V determinaría que se eligiese un Prior General para los asuntos espirituales, que fuese sacerdote, y un Maestro General para los asuntos temporales, nombrando al caballero Arnaldo de Rosiñol mientras este viviese, y que al morir, en adelante solo hubiera un Prior y Maestro General, que fuese sacerdote, para poder ocuparse en los asuntos espirituales y materiales.


Y poco más puede decirse, el culto de San Pedro Formica parece haberse aprobado en medio de la glorificación de los primeros tiempos mercedarios, con un criterio no muy riguroso, a juzgar por la cantidad de santos y beatos de la Orden. Basta con anotar que Arnaldo de Amer, contrincante de San Pedro Formica, tiene el título de Beato, y, para más inri del santo, su memoria también es el 25 de marzo.


Fuentes:


-"Anales de la Orden de Descalzos de Nuestra Señora de la Merced, Redención de cautivos cristianos".


-"Vida y hechos maravillosos de Doña María de Cervellon".




Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra

Evangelio según san Lucas 1, 26-38

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.


El ángel, entrando en su presencia, dijo:

-«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»


Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.


El ángel le dijo:

-«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»


Y María dijo al ángel:

-«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»


El ángel le contestó:

-«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.

Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»


María contestó:

-«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra.»


Y la dejó el ángel.


Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y quiere levantarse. Ante la admiración de cielo y tierra engendraste a tu santo Creador y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros, pecadores.



Agustino en Maracaibo



Recogido de Ecclesia Digital.


"Según informan en un comunicado desde la provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, el pasado 14 de marzo fallecía en Maracaibo, Venezuela, el misionero español Manuel Álvarez Álvarez, agustino, natural de Pedregal, León. El padre Manuel pertenecía a esta Provincia de Filipinas y era hermano del padre Emilio Álvarez, religioso agustino, que se encuentra en San Salvador (El Salvador).


El misionero fallecido tenía 78 años de edad y contaba con más de 50 años de profesión religiosa: “Después de dar una dura batalla contra la enfermedad que le aquejaba, nuestro querido e inolvidable padre Manuel partió al encuentro del Señor a las 10.30 de la noche del pasado sábado 14 de marzo. Tras 54 años de vida consagrada, dejó un legado que recordaremos todos quienes tuvimos el privilegio de conocerle y ser partícipes de su trayectoria pastoral. Hombre de gran temple y virtudes cristianas, mostró siempre una especial inclinación a ayudar a los ancianos, los enfermos y los más desposeídos”, manifiestan sus hermanos de Orden.


Los actos velatorios se efectuaron en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Maracaibo, y, posteriormente, ha sido enterrado el martes 17 de marzo. Sus restos mortales reposan en el Cementerio Santa Lucía de Ciudad Ojeda, en la misma localidad en que recibió cristiana sepultura el Prior Francisco de Sales Amor, sacerdote y religioso agustino, que nació en Cristo el 15 de noviembre 2014."




Fuentes del PP calculan en medio millón los votos que perderá el partido por su apuesta pro-aborto

La minirreforma de la ley del aborto que emprendió el PP y que incluye el consentimiento paterno expreso para abortar en el caso de las menores de edad no será aprobada hasta después de Semana Santa. Hoy 24 de marzo estaba previsto que el Pleno del Congreso aprobase la toma en consideración del cambio legal, pero el elevado volumen de asuntos a tratar, según la versión oficial, nos sitúa en el 14 de abril como la primera fecha posible para iniciar el trámite parlamentario.

De llevarse a cabo en esta nueva fecha, cuando la modificación legal acabe todo su itinerario nos situaremos en el mes de mayo como fecha de posible aprobación, coincidiendo con el período electoral. Un momento que algunos consideran muy oportuno para introducir modificaciones que contenten tanto a los diputados y senadores que no están dispuestos a apoyar la reforma de su propio partido –consideran que supondría refrendar la «ley Aído»– como a los ciudadanos provida que tradicionalmente han sido votantes del PP.


No satisfacer a esta parte de su electorado supondría una pérdida de unos 500.000 votos en las próximas elecciones generales, según las cifras que se barajan en el PP.


Aunque hoy no se apruebe en Pleno la reforma con la excusa de que hay un «exceso de cupo» en los temas a tratar, algunos parlamentarios han querido ver en esta dilación una vía para evitar que el aborto entrara en la campaña andaluza como tema de debate por la cercanía entre la votación y las elecciones.


Ahora se plantearían tres escenarios posibles:


-que la reforma se aprobara en mayo, si no se complica el trámite parlamentario, con lo que nos adentraríamos en plena campaña de elecciones municipales y podría convertirse en tema de debate;


-que se alargara el trámite de enmiendas en el Congreso, con lo que su aprobación tardaría algunos meses más;


-o, directamente, que se retirara, que es la opción que desearían algunos parlamentarios ante un asunto que no es pacífico dentro del partido y ante el riesgo de que no se consiguieran los votos suficientes con el planteamiento que se ha hecho ya que consideran que el «parche legal» que se ha hecho no da respuesta a la modificación rigurosa que parte del electorado exigía.


El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, alertó ayer de que el PP «tiene un problema porque no modifica la ley del aborto de Rodríguez Zapatero pero obliga a sus diputados a votar la ley del aborto cuando hay parlamentarios comprometidos con la vida que no pueden votarla. Tiene un problema por la incongruencia con sus compromisos».


Según Blanco, la proposición de ley que regula que los menores tengan que informar a sus padres «ha molestado más que contentado» a un sector que esperaba una modificación sobre el aborto y eso repercutirá a la hora de votar en las próximas elecciones.


«Se ha visto claramente en las votaciones andaluzas que hay una desafección hacia el PP. Mucha gente se siente engañada con lo que ha hecho con el aborto o con los impuestos y eso restará votos».




En el vídeo, una reflexión del P.Santiago Martín que se ha difundido mucho por las redes sociales acerca del giro abortista del PP


Los yihadistas sacan un vídeo en que un supuesto cristiano apostata y pasa al Islam «libremente»

Los yihadistas de Estado Islámico han publicado en la red, en los sitios que controlan, un vídeo para documentar la “conversión” al islam de uno de los rehenes cristianos asirios capturados por ellos durante la ofensiva realizada por el Estado Islámico en los pueblos asirios del valle del río Khabour, el mes de febrero pasado.

En el vídeo, subido al web el lunes 23 de marzo, un hombre presentado como un cristiano asirio del pueblo de Tel Temit e identificado con el nombre de Sargon David, pronuncia la formula de la “Shahada” (“No hay ningún Dios fuera de Dios, y Mahoma es su profeta”) para certificar su conversión al Islam.


Luego es abrazado por los yihadistas que le rodean, y le dan el nombre de Abu Omar.


En el vídeo, que ha sido retirado de Youtube, el hombre dice que se ha convertido “voluntariamente”, y llama a los cristianos de Siria a hacer lo mismo. Mientras uno de los yihadistas afirma que “muchos de ellos [los rehenes asirios] se han convertido al Islam sin ninguna presión por nuestra parte. Han elegido el lado correcto de la historia”.


El arzobispo siro-católico de Hassaké-Nisibis, Jacques Behnan Hindo, ha declarado a Fides: “Estas formas de propaganda son repugnantes, ultrajantes para la conciencia de cada hombre y deberían provocar la rebelión también de parte de los musulmanes que tienen verdadera piedad religiosa”.


“Es evidente - añade el arzobispo - que la violencia moral y física de las personas mantenidas en cautiverio es otra manifestación de la barbarie en el que hemos caído. Oramos para que el Señor ayude y consuele a los que sufren a causa de su nombre”


Obispos católicos y asirios, contra la idea de "milicias cristianas"

Hace unas semanas, este mismo arzobispo siro-católico se mostró contrario a la creación de milicias específicas de cristianos y prefería que quienes quisieran luchar con las armas contra los yihadistas se integrasen en unidades del ejército regular sirio o iraquí.


«En esta coyuntura que se desmorona y camina hacia la guerra sacarse de la manga a las milicias cristianas puede alimentar la incomprensión y la manipulación, aumentando el riesgo de los secuestros. Si quieren luchar contra el Califato, que se alisten en las fuerzas regulares o con los kurdos, sin crear otras milicias confesionales», declaró el obispo.


En la misma línea se expresaron los obispos asirios no católicos, según una nota publicada por la agencia Fides.


La Iglesia Asiria de Oriente –no católica, a la que pertenecen los cientos de cristianos del valle del Khabur tomados como rehenes por los yihadistas- ha optado por no identificarse con ninguna de las partes enfrentadas en el conflicto sirio e insiste en que los cristianos son “extraños a la cultura de las armas”. En una carta establece que ninguna facción o milicia paramilitar que opera en Siria puede presentarse como brazo armado conectado a las comunidades cristianas asirias.


Así escribe el obispo asirio Afram Athnil en un mensaje dirigido a los líderes de Estado Islámico, a la vez que pide la liberación de los cientos de rehenes cristianos que todavía siguen en manos de los yihadistas.


"El obispo Afram ha negado la existencia de una alianza con los soldados kurdos vinculados al PKK, y ha dado a entender que las milicias conocidas por el acrónimo ´Sotoro´, e definidas en la prensa internacional como milicias cristianas asirias, nunca han tenido ningún mandato ni aprobación por parte de la Iglesia”, difunde el arzobispo siro-católico Hindo.


Hay milicianos kurdos saqueando pueblos cristianos

De los pueblos asirios ubicados en la orilla oriental del río Khabur - abandonados por la población cristiana en febrero tras la ofensiva yihadista- llegan noticias de saqueos y robos cometidos esta vez por las milicias kurdas.


“En aquellos pueblos donde los yihadistas nunca habían entrado - informa el arzobispo Hindo– los soldados kurdos han abierto todas las casas de los cristianos y robado los objetos y bienes de valor, comenzando por los ordenadores e incluso objetos más grandes. Los habitantes que han intentado entrar a sus casas han sido expulsados, pero pidiéndole antes dejar las llaves. Estos fenómenos sugieren que la situación sobre el terreno es más complicada de los que a veces se dice”.


Para ayudar a los cristianos de Siria e Irak visite Ayuda a la Iglesia Necesitada (www.ain-es.org )



El Papa Francisco: «Pidamos aceptar los momentos duros, aceptar el estilo divino de la salvación»

El Papa Francisco en la homilía matinal de este martes en la capilla de la residencia Santa Marta invitó a ser cristianos sin ´peros´, aprovechando las gracias que otorga la Semana Santa.

Señaló que ante la salvación que nos ofrece Dios de mil maneras, a veces tenemos “caprichos espirituales”, porque no sabemos aceptar “el estilo divino” y nos entristecemos, y deslizamos “en la murmuración”. Sucede hoy con tantos cristianos, como sucedía un tiempo con el pueblo judío salvado de la esclavitud, según nos cuenta la Biblia.


A partir del episodio propuesto en el Libro de los Números, el Papa recuerda que los judíos se rebelaban a las fatigas que conllevaba la fuga en el desierto, y del alimento “liviano” del maná, y entonces comienzaban a “hablar mal de Dios”, y muchos de ellos acabaron siendo mordidos por las serpientes venenosas.


Solamente la oración de Moisés que intercede por ellos y levanta un bastón con una serpiente -símbolo de la Cruz en la que será colgado Jesús- se volverá para quien lo mira la salvación del veneno.


“También nosotros cuantas veces encontramos que entre los cristianos están aquellos un poco envenenados porque descontentos de la vida. Sí, realmente, Dios es bueno, cristianos sí, pero... cristianos sí, pero..., que no terminan de abrir el corazón a la salvación de Dios y siempre ponen condiciones. ´Sí, pero...´. ´Sí, sí, sí, quiero ser salvado pero por este camino...´. Y así el corazón se envenena” dijo.


El Papa recuerda que “no aceptar el don de Dios con su estilo, eso es el pecado, eso es el veneno, nos envenena el alma y nos quita la alegría”. Jesús, afirma el Santo Padre, resuelve este problema subiendo al Calvario. “Él mismo toma sobre sí el veneno, el pecado. Y de esta tibieza del alma uno se cura solamente mirando la cruz, mirando a Dios que se asume nuestros pecados”.


Cuantos cristianos hoy, concluye Francisco, “mueren en el desierto de su tristeza, de su murmuración, por no aceptar el estilo de Dios”.


Y añade: “Miremos a la serpiente y su veneno, allí en el cuerpo de Cristo, el veneno de todos los pecados del mundo; y pidamos la gracia de aceptar los momentos difíciles. De aceptar el estilo divino de la salvación, de aceptar también este alimento liviano del que se lamentaban los judíos, de aceptar las cosas... de aceptar las vías por las cuales el Señor me lleva hacia adelante. Esta Semana Santa que inicia el domingo nos ayude a salir de esta tentación y de ´ser cristianos sin ´peros´...”.



Un obispo contundente: «Occidente asiste a su final; en el horizonte, la bandera negra del Califato»

[En Mosul, los terroristas de Estado Islámico picaron estatuas y bajorrelieves antiguos y los destruyeron con un martillo neumático, volaron lugares de culto, quemaron libros robados de las bibliotecas y destruyeron parte delas murallas de Nínive, la antigua capital asiria en la periferia de la ciudad. Ellos mismos grabaron las imágenes y las difundieron, dando lugar a una toma de posición del arzobispo de Ferrara-Comacchio (Italia), Luigi Negri, que ha adquirido gran notoriedad y ha sido traducida a diversos idiomas. Por su interés reproducimos íntegro su artículo en ReL.]

El final de la civilización occidental en el Museo de Mosul

Es mi deseo que los medios tecnológicos de que dispone nuestra sociedad -y de los que a menudo se abusa- conserven vivamente, también para las próximas generaciones, la imagen de la tremenda barbarie a la que hemos asistido, como si se tratara de una transmisión en directo desde cualquier parte del mundo: la ira, más demencial que bárbara, hacia las expresiones artísticas de uno de los grandes momentos de la cultura universal y que habían pasado con devoción y respeto de una generación a la otra, de una cultura a la otra, de una civilización a la otra. Porque la cultura y la civilización no son excluyentes, como lo es en cambio la horrenda ideología, también religiosa. La cultura y la civilización son inclusivas y saben, por consiguiente, incorporar también realidades históricas y culturales que no han nacido en las limitaciones del propio ámbito, de las que al contrario se enriquecen.


Es lo que precisamente se les ocurrió a esos pocos hombres de cultura que aún existen en esta débil sociedad, la gran tradición católica que durante siglos supo acoger las expresiones de la cultura clásica, griega y romana, y más adelante de otras tradiciones, incluidas las de Extremo Oriente.


Basta pensar, por ejemplo, en el cuidado apasionado con el que las corrientes benedictinas primero, y las cistercienses después, acogieron, custodiaron, copiaron, volvieron a copiar y comentaron los documentos de la tradición clásica. Y este movimiento de acogida y profundización generó la gran cultura de los monasterios, de los conventos y de las grandes universidades, como nos ha enseñado de manera insuperable el gran padre Chenu y en Italia el renombrado don Inos Biffi.


Esta capacidad de acogida, de respeto, de profundización ha sido pulverizada. La expresión más indecente es la destrucción del distinto. En realidad, también nosotros europeos hemos experimentado esto. Tenemos ante nuestros ojos la destrucción de las tradiciones precedentes llevada a cabo, por ejemplo, por esa Revolución francesa que el laicismo europeo aún considera un punto de partida insuperable. Y desgraciadamente no sólo los laicistas, sino también una cierta parte del mundo católico considera la Revolución francesa un hecho positivo insuperable.


Occidente ha asistido anticipadamente a su final. En la tragedia que se ha consumado en ese bellísimo museo de Mosul, donde se custodiaban obras maestras del gran arte, la gran cultura, Occidente ha visto la muerte de su propia civilización, evocada de manera inigualable por Benedicto XVI en su incomprendido discurso de Ratisbona. La gran civilización occidental es una civilización en la que la variedad de formas de vida, de pensamiento, de costumbres han sabido, y saben, encontrarse, conocerse, valorizarse, combatirse cuando es necesario, pero todo por una novedad de vida humana e histórica que es el signo de la civilización.


Todo esto, guste o no, se está acabando, si no lo ha hecho ya. El horizonte está marcado por la bandera negra del Califato, bajo la cual yacen la libertad de conciencia y de corazón, la libertad física, la libertad de vivir dignamente y de profesar las propias convicciones de manera libre y responsable.


La masacre, las atrocidades, se han convertido en algo normal en el imaginario del hombre occidental. Lee sobre ellas superficialmente en los periódicos o en las redes sociales, mira distraídamente las imágenes en la televisión mientras cena tranquilamente, como si fueran acontecimientos de otro mundo.


La civilización se ha acabado. Un sociedad moribunda no tiene ni siquiera la capacidad de una auténtica revisión crítica de la propia vida. Y si la tuviera, sería necesario que emergieran todos lo que, consciente o incoscientemente, han preparado y siguen preparando, en las formas más distintas, este final: todos los que han perseguido al diálogo más allá de todo límite; todos lo que, en el fondo, tienen más miedo de la fe cristiana que de la barbarie de la ideología islamista. Pero tal vez esta responsabilidad es, sobre todo, de quienes han apostatado de Cristo. Y apostatando de Cristo han apostatado de ellos mismos. Y como el hombre está siempre estrechamente vinculado a una sociedad, apostatando de ellos mismos han destruido la civilización.



Artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana.


Traducción de Helena Faccia Serrano.



23 cardenales renunciaron a la púrpura antes que el irlandés O´Brien, y por razones muy diversas

El caso del obispo Keith O´Brien, quien en acuerdo con el Papa Francisco renunció a los derechos que tenía como cardenal, tras una investigación por conducta sexual desordenada, no es, sin embargo, algo aislado en la historia de la Iglesia: desde el siglo XV al menos 23 purpurados han perdido sus derechos por diferentes motivos.

En el siglo XV fueron seis los que depusieron la purpura. Estrictamente hablando, cuatro de ellos no eran cardenales pues habían sido nombrados tales por el anti-Papa Félix V entre 1440 y 1449: Johann Grünwalder (1440), Otón de Moncada i de Luna (1449), Wincenty Kotz Dębna (1449), Bartolomeo Vitelleschi (1449). Sí eran a pleno título cardenales Ardicino Della Porta, iuniore (1489), quien pidió retirarse a un convento camaldunense, aunque fue llamado al Cónclave que eligió a Alejandro VI. César Borgia (1493) era hijo ilegítimo del Papa Borgia quien, además de nombrarle obispo-arzobispo, le creó cardenal en 1493. Cinco años más tarde, en 1498, César pide la dispensa de la vida clerical y renuncia al cardenalato.


En el siglo XVI fueron tres los cardenales de la Iglesia católica los que renunciaron a su título cardenalicio: Fernando de Medici (1563), Albrecht de Austria (1577) y Fernando de Toledo Oropesa (1578). El primero fue creado cardenal cuando apenas tenía 14 años. Renunció al cardenalato para poder casarse. El segundo fue hecho cardenal a los 18 años y era hijo del emperador Maximiliano II. Como no quiso ser ordenado sacerdote también renunció a la púrpura. Finalmente Fernando de Toledo declinó el nombramiento cardenalicio que el Papa Gregorio XIII le hizo el 21 de febrero de 1578 porque consideraba la dignidad cardenalicia muy elevada para él.


En el siglo XVII fueron 6 las renuncias: Mauricio de Saboya (1607) fue hecho cardenal cuando tenía 15 años e incluso participó en el Cónclave que eligió al Papa Urbano VIII en 1623. Renunció en 1642 para poder casarse. Fernando Gonzaga (1607) también fue hecho cardenal a edad joven, 20 años. Renunció en 1616 para hacerse con el ducado de Mantova. Camillo Francesco Maria Pamphilj (1644) renunció al cardenalato en 1647 para casarse con una princesa. Jan Kazimierz Waza, S.J. (1646), fue el primer jesuita que dejó de ser cardenal. En su caso la dispensa del cardenalato que le otorgó el Papa Inocencio X no fue otra que la asumir el trono de Polonia y casarse con la viuda del rey Ladislao IV en 1648. Francesco Maria de´ Medici (1686) recibió la dispensa del cardenalato para casarse, contra su voluntad, con la princesa Eleonora Luisa Gonzaga. Para ese momento ya se encontraba en pésimas condiciones de salud en vista de los excesos a los que se había dedicado. Finalmente, Rinaldo d´Este (1686) participó como cardenal en el Cónclave que eligió en 1689 a Alejandro VIII y luego en el Cónclave que en 1691 eligió a Inocencio XII. Cuatro años más tarde, en 1695, renunció al cardenalato para hacerse con el trono de Modena.


En el siglo XVIII fueron cinco los cardenales que renunciaron al título. Gabriele Filippucci (1706) había sido nombrado cardenal por el Papa Clemente XI pero Filippuci no lo deseaba. Apenas hecho público su nombramiento presentó la renuncia. Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio (1735) tenía apenas 8 años cuando fue creado cardenal por el Papa Clemente XII. Pese a tener derecho de voto, no participó en el Cónclave de 1740 que eligió Papa a Benedicto XIV. Renunció al cardenalato en 1754, cuando tenía 27 años.



Vincenzo Maria Altieri
(1777) padeció los ultrajes de la invasión napoleónica cuyos dos episodios más dramáticos fueron la instauración de una república en el Estado Pontificio y la deportación a Francia del Papa Pío VI. El cardenal Altieri, camarlengo de la Iglesia católica, fue hecho prisionero y obligado a renunciar al cardenalato. Obligado, el Papa aceptó también esa renuncia. Algo similar fue lo que le pasó a Tommaso Antici (1789) quien renunció en el periodo de la República Romana. Por último, el francés Étienne-Charles de Loménie de Brienne (1788) fue nombrado cardenal pero no recibió ni título ni birreta ya que decidió entrar en la política y aceptó la Constitución civil del clero (de cariz marcadamente anticlerical). Es quizá también uno de los casos más tristes visto que aceptó el nombramiento como obispo de Yonne que le hizo el gobierno francés. Ante la llamada de atención de Papa Pío VI renuncia al cardenalato y abjura de la fe católica en 1973.


En el siglo XIX fueron dos los cardenales que dejaron de serlo: uno por renuncia y otro obligado a renunciar. El primero fue Marino Carafa di Belvedere (1801), procedente de una familia noble, quien renunció al cardenalato para dar descendencia a su familia. Carlo Odescalchi (1823) fue arzobispo de Ferrara y llegó a ser también vicario del Papa para la diócesis de Roma. Participó en tres Cónclaves: los que eligieron a León XII, Pío VIII y Gregorio XVI. Renunció a la púrpura cardenalicia para entrar en la Compañía de Jesús, orden en la que emitió la profesión religiosa el 2 de enero de 1840.


Fue otro jesuita, aunque éste del siglo XX, el protagonista de un episodio que llevó a Pío IX a pedirle la renuncia como cardenal: Louis Billot, S.J. (1911). Teólogo francés de gran prestigio, su actividad a favor de la Action Française di Charles Maurras supuso un conflicto con el Papa. Conflicto que derivó en la obligación de dejar el colegio de cardenales.


Finalmente, en el siglo XXI, Keith O´Brien, arzobispo emérito de Edimburgo, Escocia. Estrictamente hablando, se puede decir que es el segundo caso donde más que renuncia es invitado a renunciar, como sucedió con Billot. En no pocos casos, como se puede advertir, los jesuitas han sido de las órdenes de las que más cardenales han dejado de serlo. Papa Francisco, jesuita, entra en esa línea de «familiaridad» con las renuncias cardenalicias.