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mardi 2 septembre 2014

Madrid y Valencia, la peregrinación continúa

El obispo es un hombre extraño para la cultura de nuestra época, porque a través de su humanidad (con sus límites y pobrezas) debe manifestar la potencia del Resucitado: debe enseñar, debe sanar, debe gobernar, y todo en nombre de aquel Jesús que sigue siendo escándalo y necedad para tantos.

Pues bien, el pasado 28 de agosto, fiesta de San Agustín, ha sido el día elegido para anunciar simultáneamente los nombres de los nuevos arzobispos designados por el Papa Francisco para Madrid y Valencia, las dos diócesis más pobladas de España y probablemente las más dinámicas desde el punto de vista pastoral.


En el caso de Madrid se cierra una etapa de dos décadas marcada por la fuerte personalidad del cardenal Rouco Varela. Por su horizonte cultural, el número y calidad de su clero, la vitalidad del tejido parroquial, y la presencia activa de diversos carismas, bien puede decirse que Madrid es un caso singular entre las sedes metropolitanas de Europa. Eso no impide que los retos sean inmensos: la secularización avanza, la dificultad para un diálogo fluido con el mundo agnóstico es patente, y es preciso encontrar nuevas formas de presencia en la ciudad multicultural y posmoderna.


El arzobispo Carlos Osoro ha confiado a sus futuros fieles de Madrid que ha sentido algo de miedo al conocer su nombramiento. ¿Y cómo no? También les ha escrito que la misión solo se puede hacer "de rodillas, escuchando al Señor, acogiendo a todos, caminando siempre con la Iglesia". Osoro es cántabro, tiene 69 años y llega a Madrid tras conocer como pastor las situaciones diversas de Orense, Oviedo y Valencia. En esta última sede, el arzobispo Osoro ha desarrollado una intensa pastoral cerca de los jóvenes, también en el campo de la cultura y de la empresa, un ámbito este último poco frecuentado por nuestros obispos.


La historia personal y las fuentes de Carlos Osoro permiten esperar una continuidad que no será (no podría ni debería serlo) mera repetición. Los cimientos eclesiales de Madrid son robustos y profundos, pero también aquí es deseable un nuevo impulso misionero, una nueva comprensión de un momento histórico, confuso y acelerado, que demanda de la Iglesia creatividad y coraje. Entre sus primeras palabras me quedo con la urgencia de hacer ver a esta sociedad que Dios no sobra, con su pasión de hacer presente a Jesucristo, con el empeño de cuidar la vida en todas y cada una de sus facetas. Tiempo habrá para identificar los nuevos acentos, las urgencias y deseos que lleva en su corazón el nuevo arzobispo de Madrid, que además se ve refrendado como una de las figuras clave del episcopado español en este momento.


Para la sede de Valencia el Papa Francisco ha designado al cardenal Antonio Cañizares, tras un servicio sacrificado en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos que se ha prolongado durante casi seis años. El cardenal Cañizares deseaba volver al trabajo pastoral directo cuando ya se acerca a cumplir los 69 años, y ahora podrá hacerlo en su propia tierra, ya que es natural de Utiel, el extremo más occidental de Valencia. Con él vuelve a la Conferencia Episcopal Española un hombre de gran peso y experiencia, a la que ha añadido su bagaje romano de estos años. Son conocidas su capacidad de trabajo y de iniciativa, su inquietud y su lectura crítica de algunas derivas culturales del momento. La rica diócesis levantina va a reclamarle toda esa energía, que también habrá de desplegar en el diálogo eclesial con una sociedad que tiene pendiente reconocer y apreciar la aportación de los católicos a la construcción de la ciudad común.


La fecha elegida para este anuncio nos brinda la oportunidad de mirar al gran obispo Agustín de Hipona, buscador incansable de la Verdad que sacia la sed del corazón humano, un hombre que podría ser el mejor interlocutor para nuestro mundo de hoy. Agustín hubo de ceder mucho para aceptar el encargo de guiar a su pueblo como maestro y pastor, con la luz de su portentosa inteligencia pero sobre todo con su apasionada caridad. ¿Qué mejor inspiración y sustento podríamos desear para los nuevos arzobispos Osoro y Cañizares?


© PaginasDigital.es



Blázquez dice que no se puede llamar matrimonio a toda convivencia y el lobby gay le llama homófobo

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, dijo en una entrevista en la cadena Cope este lunes 1 de septiembre que no se puede llamar "matrimonio" a toda convivencia estable sino sólo a la unión "entre un varón y una mujer" para "transmitir vida".

Inmediatamente la jerarquía del lobby gay en España (en este caso la FELGBT) emitió un comunicado acusándole de "homofobia".


Lo que dijo Blázquez fue: "No podemos llamar matrimonio a cualquier tipo de convivencia estable. Yo cada vez estoy más convencido de que forma parte de la definición del matrimonio que sea una unión de varón y de mujer estable por amor, no por conveniencia ni forzada, para la mutua complementariedad de los esposos, para la transmisión de la vida", ha explicado en declaraciones a la COPE.


Blázquez se mostró "preocupado" por el "proceso de desinstitucionalización" que vive el matrimonio "como si estuviera encomendado a la decisión de cada uno configurar su matrimonio como ellos crean oportuno" y lamentó que la "institución" del matrimonio y la familia "en los últimos tiempos y en pocos decenios, han sido el blanco de mil tormentas".


Por ello, considera "un acierto" la convocatoria del papa Francisco de una Asamblea Extraordinaria sobre la Familia y de la próxima asamblea de octubre de 2015.


Sin el matrimonio y la familia, dijo, la sociedad "perdería el soporte fundamental, el pilar sobre el que se sostiene" y ha invitado a los ciudadanos a pararse a reflexionar "cuando la interrogación o la confusión en torno a esta institución" se apodere de ellos.


La Federación Española de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales, a través de su presidenta, la activista lesbiana Boti Rodrigo, respondió declarando a la agencia Servimedia que se debería fomentar "que la sociedad fuera realmente laicista", para que las relaciones interpersonales no tengan que estar sometidas a ningún prejuicio. Añadió que en la jerarquía de la Iglesia católica todos están cortados por el mismo patrón, “que es el de la intransigencia, el machismo, la homofobia y la imposición de las formas de relacionarse entre las personas”.


Ébola y cristianos perseguidos

Blázquez habló de otros temas que no han despertado tanto interés. Por ejemplo, la situación de África donde han fallecido más de 1.500 personas a causa del ébola, un continente, según ha precisado, "tan abandonado" en el que muchas personas "no tienen lo fundamental para comer" e intentan llegar a Europa "porque también quieren sentarse a la mesa de los bienes de la tierra" pero que "en gran medida están excluidas". Agradeció especialmente la entrega de los misioneros en esas condiciones.


Y también habló de la situación que sufren muchos cristianos en el mundo al ser perseguidos, como por ejemplo está sucediendo en estos momentos en Iraq. Afirmó en referencia al grupo terrorista Estado Islámico que está actuando en Iraq y Siria que "hay que frenar a este movimiento que ataca a ciudadanos".


Sobre los cristianos perseguidos y el trabajo de los misioneros en tierras del Ébola la FELGBT no ha declarado nada.



Hillsong viene a España la semana que viene: conciertos en Barcelona el lunes y Madrid el miércoles

Tres años después de la visita a España del grupo de música cristiana Hillsong Live, llega este septiembre a Barcelona y Madrid Hillsong United (http://ift.tt/1nRtr0u), otra de las ramas de la "marca" Hillsong.

Hillsong es mundialmente conocida por la calidad musical de sus producciones y sus millones de copias vendidas y descargas registradas.


Nace como una iglesia evangélica con sede en Australia, que ha creado ramificaciones en Londres y Estados Unidos, y que invierte con fuerza en todos los elementos profesionales necesarios para que sus conciertos y producciones musicales tengan capacidad de competir con cualquier espectáculo mundano, pero siempre con letras de alabanza, adoración y entrega a Dios y una estructura kerigmática, de anuncio de la Salvación en Jesucristo.


Las letras y la experiencia de fe en un concierto de Hillsong se centran en lo común a todas las iglesias cristianas: Dios como Señor, Jesús como Salvador, la necesidad de entrega a Él y de pedir la acción del Espíritu Santo.


En la visita al Palacio Vistalegre Arena de Madrid congregó unas 5.000 personas, la mayoría jóvenes, de los que quizá un 20% eran católicos y el resto llegaban de ambientes evangélicos.


Hillsong arrasa en listas de ventas y ocupa los primeros puestos de iTunes, con nominaciones a los Billboard Latino en sus versiones en español. Pero ellos quieren lograr que el público cante, se implique y así ore y le hable a Dios. "La banda de música hoy sois vosotros (los asistentes), y el público es Dios", dijo el grupo a la multitud reunida en 2011.


Luis Alfredo Díaz, el pionero en utilizar la música "moderna" en el mundo católico hispano como herramienta de evangelización estuvo en el concierto de 2011 y explicó que "todo el concierto es en sí un anuncio kerigmático, cuidando muy bien la transición entre la música y las breves prédicas".


Tote Barreda, director de los cursos Alpha España y uno de los laicos más comprometidos con la evangelización, señaló a ReL que "Hillsong y otros grupos de música cristiana de sello evangélico nos señalan el camino a los católicos de cómo hay que renovar la música cristiana en nuestro país, que en ocasiones se ha quedado anclada en los años setenta".


Ahora, Hillsong United llega a España dentro de su gira europea, con sólo presentaciones en suelo español. La primera parada será en Barcelona el lunes 8 de septiembre en el Fórum Barcelona, y el miércoles 10 le tocará el turno a Madrid en el Palacio Vistalegre. Ambos conciertos serán a las 20.30 hrs, con apertura de puertas a las 19 hrs.


Todavía quedan entradas a la venta. Si todavía no ha adquirido su entrada, puede hacerlo de varias formas, y si necesita entradas para personas con movilidad reducida puede ponerse en contacto con la organización.


"No se trata sólo de un concierto y de pasar el rato, sino de inspirar y transformar vidas mediante el Evangelio, y qué mejor y más actual manera de despertar el hambre profunda de Dios que todos llevamos dentro", explica la organización.


Barcelona, lunes 8 de septiembre

http://ift.tt/1nRtr0w

O en venta física en Librería Alfa y Omega y Librería ABBA.


Madrid, miércoles 10 de septiembre

http://ift.tt/1nRtr0A

O en venta física en Librería CLC.



¿Adornar el templo, o ayudar a los pobres?

Con frecuencia hablamos de los bienes de la Iglesia y del ornato de los templos, y ya hace muchos siglos escribió un Padre de la Iglesia, San Juan Crisóstomo unas palabras que, supongo son de mucha actualidad precisamente hoy cuando hay tanta gente que pasa hambre no sólo en España sino en todo el mundo.

Dice así el santo: “¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: Esto es mi cuerpo; y con su palabra llevó a realidad lo que decía, afirmó también: Tuve hambre, y no me disteis de comer, y más adelante: Siempre que dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mi en persona lo dejasteis de hacer. El templo no necesita vestidos y lienzos, sino pureza de alma; los pobres, en cambio, necesitan que con sumo cuidado nos preocupemos de ellos.


Reflexionemos, pues, y honremos a Cristo con aquel mismo honor con que él desea ser honrado; pues, cuando se quiere honrar a alguien, debemos pensar en el honor que a él le agrada, no en el que a nosotros nos place. También Pedro pretendió honrar al Señor cuando no quería dejarse lavar los pies, pero lo que él quería impedir no era el honor que el Señor deseaba, sino todo lo contrario. Así tú debes tributar al Señor el honor que él mismo te indicó, distribuyendo tus riquezas a los pobres. Pues Dios no tiene ciertamente necesidad de vasos de oro, pero sí, en cambio, desea almas semejantes al oro.

No digo esto con objeto de prohibir la entrega de dones preciosos para los templos, pero sí que quiero afirmar que, junto con estos dones y aun por encima de ellos, debe pensarse en la caridad para con los pobres.


Porque, si Dios acepta los dones para su templo, le agradan, con todo, mucho más las ofrendas que se dan a los pobres. En efecto, de la ofrenda hecha al templo sólo saca provecho quien la hizo; en cambio, de la limosna saca provecho tanto quien la hace como quien la recibe. El don dado para el templo puede ser motivo de vanagloria, la limosna, en cambio, sólo es signo de amor y de caridad.


¿De qué serviría adornar la mesa de Cristo con vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre, adornarás la mesa de Cristo. ¿Quieres hacer ofrenda de vasos de oro y no eres capaz de dar un vaso de agua? Y, ¿de qué serviría recubrir el altar con lienzos bordados de oro, cuando niegas al mismo Señor el vestido necesario para cubrir su desnudez? ¿Qué ganas con ello? Dime si no: Si ves a un hambriento falto del alimento indispensable y, sin preocuparte de su hambre, lo llevas a contemplar una mesa adornada con vajilla de oro, ¿te dará las gracias de ello? ¿No se indignará más bien contigo? O, si, viéndolo vestido de andrajos y muerto de frío, sin acordarte de su desnudez, levantas en su honor monumentos de oro, afirmando que con esto pretendes honrarlo, ¿no pensará él que quieres burlarte de su indigencia con la más sarcástica de tus ironías?


Piensa, pues, que es esto lo que haces con Cristo, cuando lo contemplas errante, peregrino y sin techo y, sin recibirlo, te dedicas a adornar el pavimento, las paredes y las columnas del templo. Con cadenas de plata sujetas lámparas, y te niegas a visitarlo cuando él está encadenado en la cárcel. Con esto que estoy diciendo, no pretendo prohibir el uso de tales adornos, pero sí que quiero afirmar que es del todo necesario hacer lo uno sin descuidar lo otro; es más: os exhorto a que sintáis mayor preocupación por el hermano necesitado que por el adorno del templo. Nadie, en efecto, resultará condenado por omitir esto segundo, en cambio, los castigos del infierno, el fuego inextinguible y la compañía de los demonios están destinados para quienes descuiden lo primero. Por tanto, al adornar el templo procurad no despreciar al hermano necesitado, porque este templo es mucho más precioso que aquel otro”.


Son unas palabras de un Padre de la Iglesia que pueden resultar extrañas pero que son pura verdad. Cierto que hay que compaginar las dos cosas. También Jesús, cuando María ungió sus pies con un perfume de nardo puro, muy caro, dijo Judas « ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? »" Jesús respondió: « Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis. »" (Jn. 12, 7-8).


Ciertamente que hay que tener equilibrio; cierto que hay situaciones de necesidad y de pobreza que claman al cielo; cierto que a veces no se ha actuado correctamente, pero cierto también -no lo olvidemos- que nadie ha hecho tanto por los pobres como la Iglesia, lo cual no justifica gastos suntuosos en situaciones de hambre y de pobreza. De todos modos hay que tener conciencia de que Jesús ocupa el primer lugar, y que lo que hacemos por los pobres lo estamos haciendo porque vemos a Jesús en ellos.


José Gea



El Orihuela, el reto del cubo del agua fría lo organiza una parroquia para ayudar a Cáritas

La campaña emprendida por el párroco de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina (Orihuela, Alicante), José Luis Satorre, de retar a los oriolanos a que se lancen cubos de agua fría y donen alimentos y donativos para la labor social de Cáritas alcanza este martes 2 de septiembre su jornada final, en la que tomarán parte diversas personalidades del municipio.

La campaña surgió emulando la que recauda fondos para combatir la ELA (aunque las entidades católicas y provida no apoyan esa campaña en concreto porque la entidad que recibe el dinero lo usa para investigar destruyendo seres humanos en su fasa embrionaria) y ha conseguido rebasar con creces las tres toneladas de alimentos para Cáritas parroquial, según comentó el sacerdote, tras los buenos resultados obtenidos por el respaldo de la ciudadanía, que ha querido echar una mano a la parroquia para lograr comida y productos de primera necesidad de cara al inicio del curso escolar y del otoño.


El lunes pasaron por la plaza anexa a la iglesia diversos empresarios y también el exalcalde de la ciudad, José Manuel Medina, que destacó la loable iniciativa de Satorre para movilizar a los vecinos y ayudar a los desfavorecidos.


Medina retó a que la eurodiputada Eva Ortiz (del PP) pase hoy a mojarse por esta causa, y al edil popular José Manuel Cutillas. Tampoco faltó el gerente de Hidraqua en Elche, José Sáez o el vicepresidente de la Junta Central de Moros y Cristianos, Alejandro Galiana, ni el concejal de Infraestructuras, Víctor Ruiz, quien emplazó a todas las brigadas municipales y a técnicos de su área a participar.


Asimismo acudieron a la cita periodistas y la edil Asun Mayoral, quien propuso, entre otros, al secretario del Ayuntamiento, Virgilio Estremera, y al edil de la costa Bob Houliston. También están emplazados para hoy el alcalde accidental, Antonio Zapata, y el presidente del Orihuela, Antonio Felices.



Gonzalo Altozano: «Medjugorje es uno de esos sitios en los que verás cosas que los demás no creerán»

El escritor y periodista Gonzalo Altozano, durante años vinculado al Grupo Intereconomía, ha trabajado de forma multifacética en prensa (fue director de Alba), radio (Los últimos de Filipinas) y televisión (Dando caña o No es bueno que Dios esté solo), y es también autor de libros como No es bueno que Dios esté solo (cien entrevistas sobre Dios) y No me rindo (junto con Santiago Abascal). Recientemente viajó a la localidad Bosnia de Medjugorje, hoy uno de los grandes lugares de peregrinación mariana en Europa. He aquí el testimonio-crónica de esos días que ha escrito para ReL.

Pues en Medjugorje...

Puede que no veas naves en llamas más allá de Orión ni rayos-c brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser, pero Medjugorje es uno de esos sitios en los que verás cosas que los demás no creerán: verás bailar el sol en mitad de un arco iris perfecto uno de esos mediodías sin lluvia y con un cielo color azul vacaciones; una mañana te levantará un temblor, una sacudida, como si por debajo de la cama hubiera pasado la línea 4 de metro; olerás rosas en lo alto de un monte donde solo hay polvo y unos pedruscos enormes que parece van a partirse en dos por el calor; de noche oirás, estremecido, los alaridos de los endemoniados en la hora santa de la Hora Santa (es la fe de los demonios). Pero nada de esto puede compararse con lo que acontecerá en tu corazón.


Hace falta ir a Medjugorje -a mí, al menos, me hizo falta ir a Medjugorje- para hacer tuyo lo que llevaban tratando de explicarte desde niño y, aún entendiéndolo, te resistías a creer: que Cristo está presente en la Eucaristía y que, por tanto, hasta en la más humilde parroquia de barrio se producen milagros cada tarde. Hace falta también ir a Medjugorje -o a mí, insisto, me hizo falta ir a Medjugorje- para darte cuenta de que rezar un rosario en procesión portando una vela es tan viril como invadir Polonia o desembarcar en Normandía; porque la devoción mariana, como el Soberano, es cosa de hombres, de la misma manera que no es cosa de ancianitas (o sea, sí, es cosa de ancianitas para las ancianitas, y es cosa de niños para los niños, y es cosa de tíos para los tíos).


A tu vuelta a casa no habrá ya más silencios de ascensor o en reuniones familiares lo suficientemente incómodos que no puedan romperse con un “pues en Medjugorje...”. Eso sí, hasta los más pesados se cambiarán de acera con tal de evitarte, y te harás una idea de qué es dar unas copas y quedarte colgado en ellas, y -por fin- te pondrás en el papel de los recién casados que te invitan a su casa a cenar y te atizan, a traición, con el vídeo de la boda o las fotos del viaje. Pero ni podrás poner remedio ni querrás, porque es verdad que la boca habla de lo que rebosa el corazón. Y en el corazón, en tu corazón, rebosa la emoción del niño que regresa a casa de su primer campamento de verano, y la aventura de un explorador -me pido Indiana Jones- en busca del Reino de los Cielos, y la alegría de un born-again, de un nacido de nuevo, del perdido que ha sido encontrado, que se sabe salvado. Porque tu corazón rebosa de Medjugorje.


Tiene gracia. Años y años oyendo hablar del sitio y ni ganas de dejarse caer por ahí. Primero le echas la culpa al documental aquel cuyos testimonios de alipori te llevaron a pensar que una semana a todo plan en el Hotel Bellagio de Las Vegas haría más por la salvación de tu alma que Medjugorje. Luego lamentas no haberte hecho antes con los libros de Jesús García, hoy leídos, subrayados y con anotaciones en los márgenes. Pero enseguida caes en que a Medjugorje fuiste cuando tocó ir, ni antes ni después. Entonces te das cuenta de que, aunque protagonista, no eres el único autor de tu historia. Porque, y esta es una de las grandes enseñanzas del viaje, todos tenemos una historia -nuestra historia- personal e intransferible. Lo importante no es si la historia da o no para una película, y si da, si esta se rodaría en Hollywood o en los Estudios Chamartín. Lo importante es que hasta el último momento podemos incluirla en la Historia de la Salvación, siquiera como spin-off, como secuela, siquiera como nota a pie de página.


Y llegas, por fin, a Medjugorje. Y das fe de que sí, de que existen los milagros. Tres días -casi cuatro- comiendo en bares de carretera unos platos como preparados con el aceite sobrante de las gasolineras y ni una sola perforación en el estómago. Y más milagroso todavía: tres días encerrado en un autobús, en el único asiento que no podía echarse para atrás, atornillado al suelo justo encima de un motor ronroneante y en combustión, y nada, ni el lejano eco de una queja. Y no precisamente por ser hijo adoptivo de Esparta o por haber hecho la mili en la Legión (que ni lo uno ni lo otro), sino porque el viaje lo hiciste dormido, en una suerte de reparador descanso del cuerpo y en el espíritu; tú, sí, amigo crónico del insomnio desde hace ya algunos años.


Si por sus paisajes fuera, no hubiera sido posible incluir Medjugorje en los folletos de las agencias de viaje ni sobornando a los funcionarios de la oficina de turismo de Bosnia-Herzegovina. Y, sin embargo, pocos destinos en el mundo se hacen tan acreedores del reclamo publicitario “ven y cuéntalo”. Son millones los que se han acercado a este pueblito -de nombre tan áspero como su orografía- desde que el 24 de agosto de 1981 la Virgen María, cuentan, se apareció por primera vez a seis niños. En verano, el grueso de peregrinos lo forman jóvenes de todo el mundo, lo mismo que el grueso de turistas que han hecho de la playa de Magaluf, en Palma, un destino al que, por decencia, no se atreverían a ir ni los vecinos de Sodoma y Gomorra. Al igual que los de Magaluf, los chicos de Medjugorje también están dispuestos a jugarse la vida, solo que por una cosa más seria que saltar borrachos del balcón a la piscina del hotel. En Medjugorje se vive a tope el viejo consejo del Eclesiastés que ya tardan en apropiarse, adulterándolo, Abercrombie & Fitch y la MTV: “Regocíjate, joven, en tu juventud”. Estos chicos y chicas están llenos de vida, cómo no iban a salir de aquí bonitas historias de amor.


Unas chicas me contaron que en Medjugorje los más guapos del lugar no suelen ser los compañeros de autobús, sino los chicos del Cenáculo, comunidad de toxicómanos rehabilitados con la sola terapia del trabajo y la oración. Me dijeron las chicas que estos chicos tienen algo especial, un brillo en la mirada que a ellas les obliga a pensar en ellos todo el año hasta el verano siguiente. Al final, va a resultar que el mejor tratamiento de belleza es Dios. Lo prueban los dos misioneros, ya octogenarios, regresados a la patria desde el fin del mundo, desde el Estrecho de Magallanes, después de tantísimos años, y que con la sola y breve exposición de su vida les robaron el corazón a las monjas de Iesu Communio (tan alegres y, por eso, tan guapas), en La Aguilera, última parada en nuestro viaje de vuelta.


La aventura, nuestra aventura, terminó exactamente donde empezó quince días antes: en la plaza de toros de Las Ventas. Al bajar del autobús, uno descubre que huele como solo pensaba que olían los otros en el metro. Pero no es esto lo que te hace pensar que vuelves siendo otro. Aunque, bien pensado, no eres otro, sino tú mismo, y lo eres con una plenitud nunca vivida. El otro era el de antes de la peregrinación, el educado en la austeridad de los afectos que se hacía el distraído cuando tocaba dar la paz (por otro lado, su momento favorito de la misa ahora). En cualquier caso, la peregrinación, y sus gentes, y sus momentos (como esa misa a la intemperie en un camping pegado a la playa, en Italia, con el sol poniéndose ya tras la línea azul anaranjada del horizonte, y un tren pasando a toda velocidad justo cuando los curas recitaban la vieja fórmula de la consagración; se estaba tan bien allí que hicimos tres tiendas, qué digo tres, casi un centenar, todas de la marca Quechua, por supuesto); la peregrinación, digo, vivirá para siempre en lo más seguro de nuestra memoria, allá donde dentro de unos años el malvado Dr. Alzheimer no pueda hacer de las suyas.


Toca ahora no defraudar -o no defraudar a toda prisa- los propósitos hechos durante el viaje. A quien sí defraudaremos seguro será a los que nos pregunten qué fue lo más acalambrante que nos sucedió y le contemos la mañana cuando se nos estalló el bote de champú en la mochila y, en lugar, de declararle la guerra a la firma Álvarez Gómez (y, por elevación, al resto del mundo), le dimos al suceso la importancia que tenía, o sea, ninguna, tanto fue el sentido de la mesura, de la realidad, que experimentamos yendo a Medjugorje, y en Medjugorje, y volviendo de Medjugorje. Toca también ahora responder a la batería de preguntas acerca de qué pasa en Medjugorje, y hacerlo con el temor -y el temblor- del que llamaban a declarar ante el Tribunal del Santo Oficio o sometían a un interrogatorio en la UDBA, la antigua policía secreta yugoslava. De una sola pregunta tenemos clara la respuesta. ¿Medjugorje cosa del demonio? Será entonces que el demonio ha hecho cursillos de cristiandad.


Porque en Medjugorje...



«Miguel Pajares era un misionero auténtico, nos mandaron un santo», dice la hermana Juliana Bonoha

La religiosa Juliana Bonoha -que fue repatriada desde el hospital San José de Monrovia el 7 de agosto junto con el misionero de la orden de San Juan de Dios Miguel Pajares- ha expresado «la alegría» y su gratitud a todos los que han participado en el proceso desde su repatriación de Liberia, pero también su tristeza al recordar a sus compañeras de congregación que siguen en ese país, afectado por el brote de ébola.

Durante su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras ser dada de alta del Hospital Carlos III, donde estuvo 21 días ingresada y aislada,


Juliana ha querido manifestar con una amplia sonrisa su alegría, aunque minutos después la emoción le ha entrecortado su mensaje de agradecimiento.


«Hoy mis pensamientos y mi corazón siguen en Monrovia, recordando a tantas personas que luchan sin tener recursos contra el ébola», ha asegurado la religiosa.


La hermana Juliana ha recordado que su compañera Paciencia Melgar, quien resultó contagiada por el ébola cuando cuidaba, junto a ella, Miguel Pajares y otros religiosos al director del hospital de Monrovia que falleció por esa enfermedad, se ha curado.


«Es duro pensar que yo estoy aquí y ellas allá; confiaba en que Dios ayudara a la hermana Paciencia y he rezado por todas ellas todos los días», ha señalado.


Al ser preguntada si desearía volver a Liberia, la monja ha dicho que esa decisión «depende de sus superiores», aunque ha añadido que está «dispuesta a lo que digan ellos».


La religiosa ha dedicado gran parte de su comparecencia, que ha durado un cuarto de hora, a mostrar su agradecimiento al Gobierno por su repatriación a principios de agosto; al hospital por la atención recibida, a los medios de comunicación por su interés, a su congregación y a la Orden de Hermanos de San Juan de Dios.


«Es una buena ocasión para manifestar la alegría que siento y la gratitud», ha comenzado diciendo la religiosa.


Con emoción ha recordado al sacerdote Miguel Pajares, que falleció días después de ser trasladado de Liberia, junto a ella, como consecuencia del ébola en el Hospital Carlos III.


«El padre Miguel era un gran padre para todas nosotras, un misionero auténtico que amaba a todos sin distinción y era un ejemplo a seguir; nos mandaron a un santo que era el padre Miguel Pajares», ha opinado.


En su intervención, celebrada en la sede de los Hermanos de San Juan de Dios en Madrid, ha estado acompañada de otras dos misioneras de la Inmaculada Concepción, Carmen del Pozo y Ángela María Granada, y el director de la Fundación Juan Ciudad, Julián Sánchez.


La ONDG Juan Ciudad ha destacado que un miembro de la organización está desde el 27 de agosto en el hospital San José de Monrovia, donde llegó la semana pasada un envío aéreo realizado por la ONGD Farmamundi con materiales de protección para la prevención del contagio del ébola, como guantes, mascarillas, calzas y gorros.


También el Ministerio de Sanidad español, en coordinación con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), aprobó hace unos días la donación a ese hospital de un cargamento con 11 toneladas de medicamentos y material sanitario de protección, valorado en 155.756,54 euros, según informó esta organización religiosa.


La hermana Juliana, de origen guineano y con pasaporte español, realizó su formación religiosa en Elizondo (Navarra) y tras estar trabajando en ciudades como Madrid, Cádiz, Zaragoza y Pamplona, fue destinada a distintos lugares de África, como el hospital San José de Monrovia, al que llegó en 2009.