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samedi 31 janvier 2015

Guerra a la televisión







Tengo que reconocer que, a pesar de que cada vez padezco una menor tolerancia al desorden, me fascina ese rato en que, mientras preparo una tortilla de patatas para la comida o pongo una lavadora, siento una omnipresencia capaz de ocupar toda la casa sin hacer prácticamente ruido: mis hijos jugando y desmoronándolo todo. Mis dos hijas mayores son capaces de tirarse hooooras de una habitación a la otra imaginando mil historias, situaciones, viajes... Entre sus muñecas, sus maletas y sus vestidos, pueden diseñar un mundo de fantasía más maravilloso que el de la Alicia de Lewis Carroll. Eso sí, a costa de convertir el suelo de la habitación en una alfombra de ropa, mochilas, sábanas o lo que sea necesario para hacer ambiente. Cualquier objeto cotidiano es suficiente para convertir su dormitorio en un tren, una playa o un aula del colegio. Pero claro, es necesario armar la de San Quintín para conseguir la escenografía adecuada... Por eso, hay veces en las que, por muy fascinante que sea ese momento..., es necesario optar por otros planes más lineales, cuya consecuencia inevitable no sea media hora de volver a colocar todo en su sitio. La opción más tentadora, para qué negarlo, es la tele: basta con encenderla para lograr, casi en cuestión de segundos, transformar el jaleo, los juegos, las carreras por la casa... en el más absoluto de los silencios de una forma casi mágica. Súbitamente se apaga el caos y los niños se quedan inmóviles ante la televisión, absortos, atónitos, incapaces de apartar la mirada de ese aparato que es capaz de robarle la inquietud al crío más activo. Así pues, en casa, las mañanas de domingo, acostumbramos a encontrarnos con esa disyuntiva: dejar que jueguen de aquella manera tan idílica pero, a veces, irritante... o ponerles la tele un ratito inofensivo y mantenerlos quietecitos en el sofá para que no desordenen la casa que, la noche anterior, quedó impecable. Pues bien, aunque a menudo es difícil optar por la primera opción, yo he decidido declararle la guerra a la televisión por varias razones: 1. Anula su capacidad de pensar. ¿Por qué darle a un niño un universo paralelo ya creado, imaginado por otros en su lugar, si puede hacerlo por sí mismo? La tele les quita a nuestros hijos la capacidad de imaginar, porque sustituye esa capacidad. 2. Delante de la tele no se cansan. Aunque parezca que ese rato están entretenidos, las energías que tenían que haber quemado las han estado acumulando, por lo que cuando apaguemos la televisión estarán más irritables y más nerviosos porque su cerebro ha estado recibiendo estímulos mientras ellos estaban inactivos. 3. De la misma manera, eso hace que duerman peor. De hecho, la mayoría de los pediatras recomiendan que los niños no vean la televisión antes de acostarse, pues la tv les excita y les costará más irse a la cama y conciliar el sueño. 3. La tv es adictiva: cuanto más se la ponemos, más necesidad tienen de verla. Llega un momento en que asumen la tele como una necesidad, se vuelven incapaces de entretenerse solos. Además, es más fácil negarles la tele una sola vez antes de ponerla que apagarla una vez que la hemos encendido, porque los niños asumen mejor la primera opción que la segunda. Pero también es adictiva para nosotros: cuando descubrimos lo calladitos que están delante de este objeto, es una tentación muy recurrente la de encenderla a la primera que surge la oportunidad. Pero también será mucho más fácil no ponerla si tanto mayores como niños nos acostumbramos a no considerarla una opción como norma general. 4. Las alternativas, aunque sean más incómodas o menos prácticas, son mucho más educativas y saludables. Es mejor, antes de ir a la cama, sacar un montón de cuentos -que luego, obviamente, tendrán que recoger-, que tenerlos atontados delante de la tele. Un cuento leído con los hermanos, con los padres, en un rato de tranquilidad antes de acostarse, les aporta mucho más que unos dibujos, y también el hecho de tener que recogerlo cuando hayan acabado. Eso tampoco significa no ver nunca la televisión o regalársela a un vecino porque ya no vamos a usarla más. Significa, simplemente y como en todo, hacer las cosas con medida, sin pasarnos. Que la tele sea una actividad esporádica para un día de ´emergencia´ en que tenemos que preparar maletas o de fin de semana para ver una peli en familia, es mucho más saludable -tanto a nivel personal como familiar-, que tenerla encendida por sistema cada vez que queremos calma y orden a nuestro alrededor. PD: puestos a elegir ver la tele, a mí me encantan las películas ´antiguas´, como Cantando bajo la lluvia, Siete novias para siete hermanos, Sonrisas y lágrimas... los niños se quedan embobados con ellas, la velocidad de las imágenes es considerablemente inferior y la estética, por lo general, es mucho más agradable que la de dibujos modernos como Dora la exploradora...




Guerra a la televisión







Tengo que reconocer que, a pesar de que cada vez padezco una menor tolerancia al desorden, me fascina ese rato en que, mientras preparo una tortilla de patatas para la comida o pongo una lavadora, siento una omnipresencia capaz de ocupar toda la casa sin hacer prácticamente ruido: mis hijos jugando y desmoronándolo todo. Mis dos hijas mayores son capaces de tirarse hooooras de una habitación a la otra imaginando mil historias, situaciones, viajes... Entre sus muñecas, sus maletas y sus vestidos, pueden diseñar un mundo de fantasía más maravilloso que el de la Alicia de Lewis Carroll. Eso sí, a costa de convertir el suelo de la habitación en una alfombra de ropa, mochilas, sábanas o lo que sea necesario para hacer ambiente. Cualquier objeto cotidiano es suficiente para convertir su dormitorio en un tren, una playa o un aula del colegio. Pero claro, es necesario armar la de San Quintín para conseguir la escenografía adecuada... Por eso, hay veces en las que, por muy fascinante que sea ese momento..., es necesario optar por otros planes más lineales, cuya consecuencia inevitable no sea media hora de volver a colocar todo en su sitio. La opción más tentadora, para qué negarlo, es la tele: basta con encenderla para lograr, casi en cuestión de segundos, transformar el jaleo, los juegos, las carreras por la casa... en el más absoluto de los silencios de una forma casi mágica. Súbitamente se apaga el caos y los niños se quedan inmóviles ante la televisión, absortos, atónitos, incapaces de apartar la mirada de ese aparato que es capaz de robarle la inquietud al crío más activo. Así pues, en casa, las mañanas de domingo, acostumbramos a encontrarnos con esa disyuntiva: dejar que jueguen de aquella manera tan idílica pero, a veces, irritante... o ponerles la tele un ratito inofensivo y mantenerlos quietecitos en el sofá para que no desordenen la casa que, la noche anterior, quedó impecable. Pues bien, aunque a menudo es difícil optar por la primera opción, yo he decidido declararle la guerra a la televisión por varias razones: 1. Anula su capacidad de pensar. ¿Por qué darle a un niño un universo paralelo ya creado, imaginado por otros en su lugar, si puede hacerlo por sí mismo? La tele les quita a nuestros hijos la capacidad de imaginar, porque sustituye esa capacidad. 2. Delante de la tele no se cansan. Aunque parezca que ese rato están entretenidos, las energías que tenían que haber quemado las han estado acumulando, por lo que cuando apaguemos la televisión estarán más irritables y más nerviosos porque su cerebro ha estado recibiendo estímulos mientras ellos estaban inactivos. 3. De la misma manera, eso hace que duerman peor. De hecho, la mayoría de los pediatras recomiendan que los niños no vean la televisión antes de acostarse, pues la tv les excita y les costará más irse a la cama y conciliar el sueño. 3. La tv es adictiva: cuanto más se la ponemos, más necesidad tienen de verla. Llega un momento en que asumen la tele como una necesidad, se vuelven incapaces de entretenerse solos. Además, es más fácil negarles la tele una sola vez antes de ponerla que apagarla una vez que la hemos encendido, porque los niños asumen mejor la primera opción que la segunda. Pero también es adictiva para nosotros: cuando descubrimos lo calladitos que están delante de este objeto, es una tentación muy recurrente la de encenderla a la primera que surge la oportunidad. Pero también será mucho más fácil no ponerla si tanto mayores como niños nos acostumbramos a no considerarla una opción como norma general. 4. Las alternativas, aunque sean más incómodas o menos prácticas, son mucho más educativas y saludables. Es mejor, antes de ir a la cama, sacar un montón de cuentos -que luego, obviamente, tendrán que recoger-, que tenerlos atontados delante de la tele. Un cuento leído con los hermanos, con los padres, en un rato de tranquilidad antes de acostarse, les aporta mucho más que unos dibujos, y también el hecho de tener que recogerlo cuando hayan acabado. Eso tampoco significa no ver nunca la televisión o regalársela a un vecino porque ya no vamos a usarla más. Significa, simplemente y como en todo, hacer las cosas con medida, sin pasarnos. Que la tele sea una actividad esporádica para un día de ´emergencia´ en que tenemos que preparar maletas o de fin de semana para ver una peli en familia, es mucho más saludable -tanto a nivel personal como familiar-, que tenerla encendida por sistema cada vez que queremos calma y orden a nuestro alrededor. PD: puestos a elegir ver la tele, a mí me encantan las películas ´antiguas´, como Cantando bajo la lluvia, Siete novias para siete hermanos, Sonrisas y lágrimas... los niños se quedan embobados con ellas, la velocidad de las imágenes es considerablemente inferior y la estética, por lo general, es mucho más agradable que la de dibujos modernos como Dora la exploradora...




Cuatro heridos y una escuela cristiana destrozada por manifestantes anti-Charlie Hebdo en Pakistán

Una escuela cristiana en Pakistán ha sido asaltada por unos 300 estudiantes musulmanes armados con barras de hierro y palos que protestaban contra la publicación de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo”, pidiendo que sea cerrada por ser blasfema.

Según ha informado a la Agencia Fides, los agresores saltarón el muro, abrieron las puertas y entraron en la escuela, cometiendo actos de vandalismo y dañando las estructuras. En el ataque, que tuvo lugar el 27 de enero, cuatro estudiantes cristianos resultaron heridos.


El instituto que ha sido atacado es la escuela secundaria masculina “High School Panel”, ubicado en la ciudad de Bannu, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el norte de Pakistán. Durante dos días, la escuela ha estado cerrada y el Decano ha decidido tomar medidas de seguridad adicionales.


En una nota enviada a la Agencia Fides, el cristiano Nasir Saeed, director de la Ong “Center for Legal Aid Assistance & Settlement” (CLAAS) declara: “Es muy triste que los radicales islámicos ataquen a los cristianos paquistaníes debido a Charlie Hebdo. Los cristianos se han opuesto y han condenado las caricaturas blasfemas. Es una pena que incluso después de 67 años desde el nacimiento de Pakistán, los cristianos todavía no sean considerados ciudadanos paquistaníes, sino que sean vistos como “aliados occidentales”.


Cada vez que se producen incidentes en los países occidentales, los fieles paquistaníes son atacados. Los cristianos, que ya están viviendo en constante temor por sus vidas, se vuelven aún más vulnerables. Es una tarea de los políticos – dice en la conclusión - crear un ambiente cultural y una sociedad en la que los cristianos y las minorías religiosas se sientan seguras”



Las tres miradas

No porque dediquemos un año a algo o a alguien va a comenzar la historia, pero sí que con este motivo podemos descubrir o profundizar con el asombro de una novedad ese algo o alguien que se nos propone mirar. El Papa Francisco ha querido que en este año miremos a Santa Teresa en particular y a esa vocación cristiana que representa la vida consagrada en general. Ya desde octubre y noviembre estamos en esto.

El próximo día 2 de febrero celebramos la jornada mundial de la vida consagrada. Con este motivo vale la pena que recuperemos en la comunidad cristiana lo que supone en nuestra vida eclesial el regalo de tantos hermanos y hermanas que testimonian el seguimiento del Señor en su consagración a Él y en su servicio a los hombres y mujeres a los que son enviados. Comunidades contemplativas que desde el silencio de sus claustros nos recuerdan que todos hemos de escuchar la Palabra de vida que nunca pasa y adorar la Presencia bendita con la que Dios siempre nos acompaña. Comunidades apostólicas que en todas las encrucijadas saben acercar una buena noticia en la educación de niños y jóvenes, en el compromiso por la justicia y la paz, en el arte y los medios de comunicación, en la atención de enfermos y ancianos, en la solidaridad cristiana junto a los que sufren soledad, incomprensión, persecución o violencia, en la entrega misionera de ir hasta los confines de la tierra para anunciar a Jesús como Salvador.


Hay siempre un nombre de un hombre o una mujer que dieron comienzo a esta historia cristiana: San Benito, San Francisco, Santo Domingo, San Ignacio… Santa Clara, Santa Teresa, Beata madre Teresa de Calcuta… ¡Cuántos hombres y mujeres recibieron una llamada, se encontraron con Jesús y quedaron prendidos y prendados de alguna palabra del Maestro, de algún gesto suyo salvador! Sus vidas fueron un apasionado testimonio de esa Palabra de la que serían portavoces y de esa Belleza de la que serían portadores. Así fueron naciendo a través del tiempo los distintos caminos religiosos con su espiritualidad, con su acento evangélico, con su compromiso humano y eclesial.


El Papa Francisco ha propuesto una triple mirada a la vida consagrada en este año dedicado a ella. Él retoma una intuición de Juan Pablo II y nos invita a todos a estas tres formas de mirar a la vida consagrada en sus distintos carismas. En primer lugar la mirada al pasado. Se puede uno asomar a la historia que queda atrás sólo con la tristeza melancólica del tiempo que no volverá. Pero la mirada única que vale la pena es la de la gratitud de quien con un corazón agradecido no quiere olvidar. Gracias por los años y los siglos que nos contemplan desde un inmenso ayer.


En segundo lugar la mirada al futuro. Y podría sobrevenirnos un sentimiento de temor ante la incertidumbre de no saber en qué quedará, que sucederá en un mañana que no sabemos muy bien cómo vendrá. Pero la mirada justa del futuro no puede ser otra que la esperanza, esa que nace en quien se sabe acompañado y sostenido por el Señor de la historia que quiere nuestro bien providencial.


Finalmente, la mirada al presente. Hay gente que se debate entre el aburrimiento mediocre y la frustración resentida. Sólo descubre con verdad humilde el presente quien lo mira apasionadamente, descubriendo en él las señales que Dios nos deja para sabernos acompañados y para indicarnos el rumbo del camino.


Agradecer el pasado, acoger el futuro esperanzados y vivir apasionados el momento presente. Es la triple mirada que nos permite entender el regalo que supone para la Iglesia y la humanidad el don de la vida consagrada.



«Los cristianos tibios, sin memoria del primer amor, corren gran peligro, pobrecitos», avisa el Papa

La custodia de la memoria del primer amor y la esperanza en el encuentro con Cristo fueron los dos temas principales de la homilía del Papa Francisco en la Misa de Santa Marta del último viernes de enero, en la que alertó a los fieles del peligro de convertirse en cristianos tibios.

El Obispo de Roma comentó la Epístola a los Hebreos de la liturgia que invita a recordar “aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos”. Para el Papa este es “el día del encuentro con Jesús” que nunca se olvida porque es el día de “una alegría grande”, de “un deseo de hacer cosas grandes”.


“La memoria es muy importante para recordar la gracia recibida, porque si nosotros expulsamos este entusiasmo que viene de la memoria del primer amor, este entusiasmo que viene del primer amor, llega un peligro grande para los cristianos: la tibieza. Los cristianos ´tibios´”.


“Eh, pero están ahí, quietos, y sí, son cristianos, pero perdieron la memoria del primer amor. Y, sí, han perdido el entusiasmo. Además, han perdido la paciencia, ese ´tolerar´ las cosas de la vida con el espíritu de amor de Jesús; aquel ´tolerar´, que ´lleva sobre sus hombros´ las dificultades... Los cristianos tibios, pobrecitos, están en grave peligro”.


Sobre el mismo tema, Francisco puso dos ejemplos. Por un lado, la epístola de San Pedro donde se dice que “el perro vuelve a su vómito”, y por otro que hay personas que en la decisión de seguir el Evangelio han echado de ellos al demonio, pero cuando éste regresa con fuerza, le abren la puerta sin estar en guardia y así el demonio “toma posesión de aquella casa”.


A diferencia, “el cristiano tiene estos dos parámetros: la memoria y la esperanza”.


“Reclamar la memoria para no perder aquella experiencia tan bella como la del primer amor, que alimenta la esperanza. Muchas veces es oscura, la esperanza, pero va hacia adelante. Cree, va, porque sabe que la esperanza no decepciona para encontrar a Jesús. Estos dos parámetros son, precisamente, el marco en el que podemos mantener esta salvación de los justos que viene del Señor”.


Por último, subrayó que es una salvación que va protegida “para que el pequeño grano de mostaza crezca y de su fruto”.


“Dan pena, hacen mal al corazón de muchos cristianos, ¡de muchos cristianos! A mitad de camino, muchos cristianos fracasan en este camino hacia el encuentro con Jesús, partiendo del encuentro con Jesús. Este camino en el que han perdido la memoria del primer amor y no tienen esperanza”.



vendredi 30 janvier 2015

Libro inédito del Padre Loring ve la luz gratuitamente: "Forja de Jesuitas"



Queridos amigos y hermanos de ReL: como seguro que usted sabrá, el padre Jorge Loring, SJ, partió a la casa del Padre el día 25 de diciembre, día de Navidad, del año 2013 y a la hora de la Divina Misericordia.



Era su expreso deseo que toda su obra siguiera disponible tanto en internet, como en papel, tras su fallecimiento. Su objetivo era que esos materiales continuaran su labor apostólica para mayor gloria de Dios y bien de las almas. Respetando su voluntad, y edificados por ella, todos sus libros se pueden descargar gratuitamente de su única página web oficial: “Para Salvarte”: http://ift.tt/1zg8K8a


Con motivo del primer aniversario de su muerte, un grupo de amigos y colaboradores del padre, en los que depositó varios de los proyectos que tenía para el futuro, han acometido el que para él era uno de los más importantes.


Se trata de un trabajo inédito que el mismo padre Jorge Loring tituló: FORJA DE JESUITAS. Este libro actualmente inacabado, es un compendio de la obra: COMENTARIO A LAS CONSTITUCIONES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS del padre JOSÉ MANUEL AICARDO, SJ, que tuvo gran importancia en la Compañía de Jesús.


El padre Loring invirtió más de 15 años para resumir los seis tomos de esta gran obra con más de 6.000 páginas. La edición que se presenta fue revisada y actualizada con prólogo y notas por el padre Antonio María de Aldama, SJ, Director del Instituto Histórico de la Compañía de Jesús en Roma.


Palabras de presentación del padre Loring


Es él mismo quien en un “Portico” explica la historia y el sentido de la publicación: “Este libro estaba preparado para la imprenta hace mucho tiempo. Tenía la aprobación del P. Francisco Cuenca, entonces provincial de Andalucía con la fecha de 3 de abril de 1960 en Sevilla. Lo iba publicar la editorial FAX de Madrid. Pero esta editorial desapareció y el libro no llegó a nacer.


Este libro lo he tenido guardado muchos años hasta que, el Director de SPIRITUS MEDIA, se ha decidido a publicarlo, pues tenemos la esperanza de que su lectura será provechosa para los amantes de la Compañía de Jesús. El conocimiento de esos documentos entusiasma con la vocación de los jesuitas.”


Ya en la “Presentación” igue diciendo Loring que este compendio pone al alcance de todos “estas joyas espirituales” que provienen de los primeros documentos de la constitución de la Compañía de Jesús.


Siguiendo los deseos del padre, “Forja de Jesuitas” está ya a disposición de cualquiera que la quiera descargar de manera totalmente gratuita en el siguiente enlace: http://ift.tt/1ygbuhk


Hacemos nuestras, como expresión de los mejores deseos ante esta obra inédita que ve ahora la luz, las palabras finales de Loring en la presentación de la misma: “Quieran el Sagrado Corazón de Nuestro Rey y Capitán Jesús, y el de Nuestra Reina y Madre María, derramar abundantes bendiciones sobre esta obra, para que a cuantos la lean, les sirva da aumento en su amor a la Compañía y en el celo para la salvación de las almas.”



Carta preciosa desde Granada


Cuando este Blog comenzó a andar, un compañero me escribió: "Procura confirmar si todos los sacerdotes que vas a colocar en el blog han fallecido realmente".

Tenía razón. Contesté afirmando que si eso ocurriera nadie podría enemistarse conmigo, puesto que siempre hablaría bien de la persona fallecida.


Pues bien, ha ocurrido. El pasado 30 de noviembre escribí un post con el título: Historiado y arqueólogo, dedicado a mi profesor jesuita Manuel Sotomayor. Como se puede comprobar en el siguiente enlace:


http://ift.tt/1KeQtcO


Ayer recibí una carta desde Granada, donde el "difunto" padre Sotomayor me dice lo siguiente:



Ante esta misiva sobran todos los comentarios. Muchas gracias y perdoneme padre Sotomayor. Dios le tenga en vida muchos años.


Tomás de la Torre Lendínez





Cada lunes habrá peluquería para personas sin hogar en el Vaticano, con peluqueros voluntarios

Tras las duchas bajo la columnata de Bernini, las personas sin hogar que gravitan en la zona de San Pedro disfrutarán de otro buen servicio sólo para ellos: una peluquería, donde podrán aprovechar para cortarse el pelo y la barba.

Como la de los baños, también esta iniciativa surgió del papa Francisco y ha sido posible gracias a la Limosnería apostólica, el organismo dirigido por Mons. Konrad Krajewski, el "brazo caritativo" del Santo Padre.


El mismo ´Don Conrado´ el pasado mes de noviembre, dando la noticia de las duchas, había anunciado los planes para involucrar a los alumnos de una escuela de peluquería en la creación de un salón y poder ofrecer, de vez en cuando, además de la ducha el corte de pelo.


Poderse lavar y mantenerse ordenados -dijo Krajewski- hará que los "peregrinos sin techo" sean menos vulnerables a las enfermedades que se transmiten por la suciedad.


Según fuentes del Vaticano, la barbería estará lista para el 16 de febrero, cuando deberían completarse también los trabajos de rehabilitación de los baños.


Cortar el pelo y la barba será posible los lunes, día en el que las peluquerías echan el cierre, gracias a la presencia de voluntarios.



El nuevo Egipto de Al-Sisi es mejor para los cristianos que el de Mubarak, dice el portavoz católico

El permiso dado para construir tres nuevas iglesias, la libertad de debatir en los periódicos y en foros son señales que muestran que el nuevo Egipto de Abd al-Fattah al-Sisi es mucho mejor que el de tiempos de Mubarak. Lo afirma a AsiaNews el padre Rafic Greiche, portavoz de la Iglesia catolica.

[Hay apenas 200.000 católicos en este país de 75 millones de habitantes; los cristianos coptos, en cambio, son unos 7 millones. NdReL].


"Hemos pedido la construcción de nuevas iglesias desde tiempos de Mubarak, pero el rais no respondía".


La ley para la construcción de nuevas iglesias vigente ahora en Egipto data de la era otomana. Por las condiciones exigidas (suficiente número de fieles, lejos de cualquier mezquita, construcción más baja y estrecha;...) Mubarak dejaba que las solicitudes se acumulasen.


"Ahora el gobierno ha decidido acelerar los permisos para estas viejas solicitudes - dice el p. Greiche - y ha dado el permiso para construir una iglesia en la Nueva Cairo y dos en el Alto Egipto. Estas peticiones habían sido presentadas hace ya 8-10 años. Hemos venido presentando solicitudes desde hace 15 años y somos ahora atendidos".


La señal más importante de una amplia libertad de culto ha sido la decisión de la presidencia de elaborar una nueva ley para la construcción de iglesias y edificios sacros.


La presidencia ha demandado a los representantes de la Iglesia (copta ortodoxa, católica, protestante) de elaborar un proyecto de ley más moderna.


"El proyecto está casi listo" afirma el p. Greiche. "En la nueva Constitución hay un párrafo que exige del nuevo parlamento - constituido después de las elecciones de marzo - hacer una ley en un año. Significa que para marzo 2016 tendremos una ley sobre nuevas construcciones de iglesias sin los impedimentos actuales".


Otra señal positiva es el proyecto de ley sobre familia cristiana. "Antes y ahora también para los cristianos regía la sharia musulmana. Ahora se quiere valorizar el matrimonio cristiano y reconocerlo desde el punto de vista civil".


Todas estas señales muestran que el Egipto de al-Sisi se está moviendo hacia una sociedad más moderna y con más libertad.


En días pasados, en la comunidad internacional ha sido crítica contra en gobierno del Cairo por haber reprimido algunas manifestaciones en ocasión del cuarto aniversario de la caída de Mubarak. En los encuentros han muerto 15 personas, entre ellos algunos policías. El gobierno acusó a los islamistas de utilizar estas ocasiones para minar la seguridad del Estado, pero diversas voces acusan a al-Sisi de restringir la libertad de expresión.


-Los occidentales no entienden la situación - dice el padre Greiche. - En Egipto hay libertad de expresión: talk show televisivos, los periódicos critican largamente al gobierno y ninguno ha sido censurado. El problema son las manifestaciones en las cuales se hacen presentes activistas que atentan contra la seguridad de la sociedad y mandan al arroyo la economía.



jeudi 29 janvier 2015

Para los palestinos el conflicto es religioso y para ...


Palestina Media Watch nos ofrece innumerables ejemplos que demuestran que para la Autoridad Palestina el conflicto es religioso: “Nuestra guerra con los descendientes de los monos y los cerdos (los judíos), es una guerra religiosa y de creencia, ¡Qué viva el Fatah! (TV de la Autoridad Palestina 9/1/2012)”. Se trata de un ejemplo (de miles) de consignas transmitidas desde una cadena de televisión de un gobierno no democrático y centralista como es el de Mahmud Abbas, que justamente pertenece a una fracción palestina No Islamista. Entre los palestinos “laicos” descubrimos componentes fundamentalistas islámicos inquietantes. En 2010, más del 98% de los palestinos en la Autoridad Palestina afirmaban que la religión musulmana formaba una parte importante de su estilo de vida y de acuerdo a otra encuesta del 2003, el 80% de los palestinos se mostraban a favor de cortar las manos de un ladrón (según la shaarya), el 50% estaban a favor de ejecutar el castigo de inmediato mientras que el 30% condicionaban la ejecución a la existencia de un proceso legal ordenado (encuestas del Centro de Ramallah para el estudio de los derechos humanos y de la Universidad Bir Zait). En la encuesta del año 2011 (realizada por Israel Proyect) el 73% de los palestinos afirmaron creer “en el hadice (tradición islámica) que afirma que es un deber islámico asesinar a los judíos donde quieran que ellos estén”.


Para los palestinos “moderados” de la Autoridad Palestina la religión “es” muy importante, más aún, la identidad del clan y la fe “siempre” fueron fundamentales para ellos. Tanto es así que quien habla del Medio Oriente y no se especializa en Islam como parte fundamental de la identidad tribal local habla de muchas cosas… pero no del Medio Oriente. Las premisas islamistas no son ajenas a los valores impulsados por los moderados de Ramallah. Más aún, son esenciales a la hora de conceptualizar la naturaleza del conflicto.


Si para los “moderados” el conflicto es fundamentalmente religioso, para los islamistas del Hamás se trata del componente supremo. El analista y columnista Dr. Issam Shawer publicó en el portal del Hamás la crónica “La Revolución de la ira contra los crímenes del ocupante y los complots occidentales” (6/11/2014) en donde afirma de forma contundente: “Voces palestinas y árabes advierten que la guerra religiosa podría estallar en la región a causa de lo que ellos llaman “las violaciones israelíes” pero nosotros mantenemos y creemos que nuestra batalla contra el ocupante es fundamentalmente religiosa, no geográfica, no histórica o económica.


La postura islamista se basa en cuatro rechazos fundamentales: 1) Para el islam radical el judaísmo es una religión y de ninguna forma es una identidad nacional. El judaísmo; para el Hamás, Hezbollah o ISIS; no es un pueblo sino que es una religión, 2) Para el islamismo, el judaísmo es un religión falsa (como el cristianismo) y ellos han malversado (como lo hizo el cristianismo) la palabra sagrada y su falsedad debe ser reemplazada y borrada (sustitución), 3) La entidad judía, afirman, ocupa una tierra santa en donde, en el pasado, se ha impuesto la shaarya como ley oficial. Esa tierra se conoce como Dar el-Islam (la casa del Islam) siendo que ningún musulmán tiene derecho a renunciar a la tierra permitiendo la existencia de un país Yahiliyco (infeccioso) en la zona del Islam, 4) Existen lugares santos que pertenecen a cada musulmán, ya sean las generaciones pasadas o las futuras. Son propiedad del Islam o Waqf al-Islam. Los judíos ocupan Jerusalem y los lugares santos para el Islam como la mezquita de Al-Aqsa que también es Waqf al-Islam.


Para las autoridades supuestamente laicas (Fatah-OLP-Autoridad Palestina) y para el Hamás el conflicto es fundamentalmente religioso. Para la contundente mayoría de la población palestina también. Por lo tanto, argumentar que los judíos están transformando al conflicto en uno religioso cuando para ellos hace tiempo que ya lo es puede convencer a los demonizadores de siempre o a las personas poco informadas sobre la naturaleza del medio oriente.


Una moderación de los componentes radicales musulmanes acercará a la consecución de un acuerdo de paz entre los palestinos y los israelíes.

Pasemos al lado israelí. Para la mayoría de los israelíes suponer y afirmar que el conflicto con los palestinos es “religioso” es algo descabellado y hasta fatal. El presentador del programa nocturno del Canal 2 israelí se burlaba del tema tras comunicar cierta noticia ligada al tema, concluyendo con un cínico: “Pasemos rápidamente a otro tema antes que el conflicto se convierta en… religioso”.


Buena parte de los israelíes suponen que porque “para ellos” el conflicto de ninguna manera es religioso entonces por definición el conflicto no lo es. Los israelíes consideran que el conflicto con sus vecinos es fundamentalmente territorial. En otras palabras, consideran que si se entregasen los territorios exigidos entonces se podría llegar a un tipo de acuerdo y entendimiento con los palestinos. Esta premisa sustentó, en parte, las decisiones de la retirada unilateral de Israel del sur del Líbano (que no contentó a los radicales del Hezbollah) y tampoco la retirada unilateral de la Franja de Gaza (que en absoluto contentó a los radicales del Hamás). Parte de la izquierda en Israel asume, equivocadamente, que no se contentaron justamente porque las retiradas fueron “unilaterales” y no concertadas con los vecinos. Para esa parte de la izquierda los valores y argumentos religiosos del Hamás y del Hezbollah son menospreciados justamente porque ellos los menosprecian en su vida personal (y todo el derecho tienen a hacerlo).


Hagámonos una simple pregunta: ¿Si Israel aceptase retirarse de la totalidad de Judea y Samaria, tras haberse retirado de Gaza, partiese Jerusalén en dos capitales y se retirase de las Alturas del Golán… Se alcanzaría una paz con nuestros vecinos del Hamás, ISIS, Hezbollah o incluso Abbas? Si la respuesta es no… el conflicto tendría un componente territorial pero no sería el núcleo del mismo.

En la última encuesta publicada en el diario Haaretz (16.6.2014) el 52% de los israelíes se manifestaban a favor de una retirada parcial o total de los territorios en disputa para alcanzar un acuerdo con los palestinos. De acuerdo a la encuesta de la prestigiosa Mina Tzemaj (noviembre 2013), el 67% de los israelíes (incluso se notaba una mayoría entre los votantes de la derecha israelí) se muestran a favor de la creación de un Estado palestino, 21% estarían en contra mientas que en la encuesta de Rafi Smith los datos son muy parecidos: 68% a favor y 25% en contra. La lógica de las encuestas es simple y clara: Israel podría o debería ceder territorios para alcanzar un acuerdo con los palestinos ya que, para ellos, el conflicto es fundamentalmente territorial


En las últimas semanas, y especialmente tras las operaciones militares de Margen Protector (julio 2014), se nota un aumento en el “barullo mediático” que promueven aquellos judíos o movimientos que consideran que “también para ellos” se trata de una disputa religiosa. Para aquellos judíos que exigen construir un tercer templo judío en el Monte del Templo de Jerusalén en lugar de la mezquita de Al-Aqsa o para quienes no estarían dispuestos a abandonar territorios de Judea y Samaria en el marco de un acuerdo confiable con los palestinos, la naturaleza del conflicto es diferente a la percibida por la mayoría en Israel. Puede que simplemente, para ellos, la tierra sea más importante que la paz o incluso que la vida.


¿Qué porcentaje de la población no está dispuesta a ceder territorios en el marco de un acuerdo de paz? De acuerdo a las encuestas recién citadas entre un 21% al 25% de la población pero debemos señalar que puede que parte de ellos consideren que no existe actualmente una posibilidad de alcanzar la paz o porque creen que de nada servirá ceder tierra o que puntualmente se opongan a parte del plan de paz expuesto (por ejemplo, apoyan todos menos partir Jerusalén). En otras palabras, solamente una parte del 21% al 25% de los judíos podría llegar a considerar que el conflicto es fundamentalmente religioso. Hagamos una generalización peligrosa: Si tomamos en cuenta que el partido nacionalista religioso Ha-Bait Ha-Iehudí (La Casa Judía) posee 12 diputados en el parlamento (10% de la legislatura) y dicho partido se opone a la creación de un Estado palestino entonces podríamos deducir, a groso modo, que el 10% de la población antepone el derecho judío a la tierra (en buen parte basado en convencimientos dogmáticos religiosos) a la consecución de un acuerdo político que incluya concesiones. El bloque central en la política israelí lo representan todos los partidos sionistas, desde Meretz hasta Israel Beiteinu de Liberman. Todas las agrupaciones han declarado estar dispuestas a ceder territorios a cambio de un acuerdo de paz real. En entrevista al periódico Yediot Ajaronot (28.11.2014), el Ministro de Exteriores de Israel Avigdor Liberman expresó su predisposición a realizar concesiones territoriales resaltando que “la unidad del pueblo es más importante que la unidad de la tierra de Israel”.


Para la mayoría de los israelíes el conflicto es político-territorial. Para la inmensa mayoría de los palestinos el conflicto es fundamentalmente religioso. La naturaleza de los conflictos la impone el agresor y lamentablemente quien agrede e impone la razón de la disputa son los palestinos, sean estos “moderados” del Fatah o “radicales” del Hamás. Los israelíes pueden seguir sonriendo socarronamente dando a entender que el conflicto “no es religioso”… y en tanto y en cuanto lo sigan haciendo seguirán demostrando un preocupante desprecio hacia la base existencial de la presencia judía en el Medio Oriente.


En las últimas semanas, han aumentado las “voces israelíes” argumentando que también para ellos la disputa es fundamentalmente religiosa. Quizás son la misma proporción que antaño y simplemente han comenzando a llamar la atención de los medios de comunicación.


Para aquellos que soñamos con ver una paz verdadera con los palestinos y el mundo musulmán y para los que deseamos evitar que madres y padres se vean obligados a enterrar a sus hijos, resulta necesario, especialmente en jornadas de dolor y tensión, declarar repetidamente que para “nosotros” la vida es lo más importante por lo que seguimos estando dispuestos a ceder parte de nuestros derechos territoriales a cambio de asegurar un futuro mejor y la existencia eterna del único estado del pueblo judío. Sería bueno expresar, una y otra vez, que para nosotros los israelíes el conflicto “se puede” solucionar compartiendo tierra, agua y propiedades. Sería una renovada forma de confirmar que la solución del conflicto siempre estuvo en manos de los radicales, esos mismos que han ubicado la disputa palestina-israelí en un “zero same game” religioso. Ya sea el Hamás o el “moderado” de Abbas.


NOTAS


Gabriel Ben-Tasgal. Analista internacional y experto en la temática del conflicto árabe-israelí.


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Jesuita en Radio Popular


Padre Antonio Pascual Lupiañez S.I.

Foto enviada por el amigo Manuel Ramos Torres


Hubo un tiempo, no muy lejano, que en cada emisora de Radio Popular, cadena Cope, estaba situado un jesuita como director espiritual, y asesor religiso de la empresa.


El padre Antonio Pascual Lupiañez anduvo por Jaén ejerciendo tal papel en la Cope local. Era la década de los años sesenta, en que la emisora ocupaba un edificio anexo al antiguo palacio episcopal de Jaén.


Además, el bueno de Lupiañez como le llamaban los curas de aquella época, era el paño de lágrimas de ellos, por ejemplo, siempre estaba disponible a sustituir a tales párrocos, que tomaban unos días de descanso; a la vez era confesor de los alumnos del Seminario de Jaén; y de paso se hacía amigo de los estudiantes que por aquellos años estudiamos en aquella casa de la calle Juan Montilla.


El padre Lupiañez fue el descubridor de mi vocación por la radio. Un buen día me invitó a contemplar cómo él preparaba, grababa, y emitía su programa religioso semanal en la Cope local. Ví cómo me miraba, porque a mí se me caía la baba, sentado frente a él, tocando un micro, acariciando la esponja azul del color corporativo.


A la semana siguiente, me invitó a leerle el guión que él mismo había escrito. De aquellas entradas en la emisora Radio Popular, conocí a todos los trabajadores, de los que solamente queda uno en activo, de los tres que existen hoy.


Aquella radio valía la pena oírla todos los días en el transistor; aquella radio levantaba vocaciones futuras; aquella radio era humana, fraterna y evangélica.


Descanse en paz el padre Lupiañez. Dios le pague lo que hizo por mi afición a la radio.


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Lean, amigos, mi último Tratado titulado


La Religión de la Comunicación incomunicada en España


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Tomás de la Torre Lendínez



El arzobispo de Granada se siente respaldado por el Papa, con quien concelebró el martes en Roma

El arzobispo de Granada, Javier Martínez, a cuya diócesis pertenecen los diez sacerdotes imputados junto a dos laicos en la causa sobre supuestos abusos sexuales a menores, ha dicho este miércoles sentirse respaldado por el Papa, que ayer le transmitió que pide a Dios y le ayuda para que no se "baje de la cruz".

A preguntas de los periodistas antes de participar este miércoles en un acto del Arzobispado, el prelado ha manifestado que se siente respaldado por el Papa Francisco y por "el pueblo cristiano", que son los respaldos, dice, "que necesita un obispo".


El Papa, con quien concelebró este martes la misa matutina en su residencia en el Vaticano, la Casa Santa Marta, le trasladó, ha asegurado, el siguiente mensaje: "Que pedía a Dios y me ayudaba para que no me bajara de la cruz".


Interrogado sobre si eso significa que quiere que continúe al frente del Arzobispado de Granada, ha indicado que eso habría que preguntárselo a él.


"Pero él me ha pedido que sí, que no me bajara de la cruz. Y mientras un obispo es obispo de un sitio tiene la misión de dar la vida por la diócesis que la Iglesia y el Señor le encomienda", ha manifestado el arzobispo.


Y ha agregado: "Quiero a la Iglesia universal y a los seres humanos con toda mi alma, y estoy dispuesto a dar la vida por esta diócesis".


Un proceso reservado

Entre los doce imputados en la causa investigada por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que este martes levantó el secreto de sumario, figuran dos laicos y diez curas, tres de los cuales -los únicos que llegaron a ser detenidos y puestos luego en libertad con cargos- fueron apartados en su momento del ejercicio del sacerdocio.


Preguntado sobre si el Arzobispado va a adoptar también medidas con respecto a los otros siete sacerdotes imputados, que de momento siguen ejerciendo, el prelado ha declarado que el proceso lo lleva la Santa Sede y que no puede hacer más declaraciones al respecto porque es un proceso reservado.


Y la disciplina eclesiástica "pide para estos casos un secreto casi como el de la confesión", ha afirmado el arzobispo tras incidir en que es la Santa Sede a quien corresponde tomar las decisiones.


El arzobispo, que por ese motivo ha eludido precisar si ha hablado durante este tiempo con los doce imputados, tampoco ha querido pronunciarse sobre las informaciones que apuntan a una falta de colaboración inicial con el juez instructor, que le habría llegado a requerir hasta en cinco ocasiones los informes eclesiásticos elaborados en relación a este caso de abusos sexuales.


Ha negado sentirse perseguido pero, interrogado sobre si se siente cuestionado, ha dicho que "hay algunas personas que tienen ese interés, pero el pueblo cristiano me quiere y yo al pueblo cristiano".



Francisco: «En la parroquia he de preguntarme si hablo y practico la fe, la esperanza, la caridad»

«»Los que privatizan la fe cerrándose en élites que desprecian a los otros no siguen el camino de Jesús. Así lo ha asegurado el Santo Padre durante la homilía en la misa celebrada esta mañana en Santa Marta.

Al comentar la Carta a los Hebreos, el papa Francisco ha afirmado que Jesús es “el camino nuevo y vivo” que debemos seguir “según la forma que Él quiere”. Porque “existen formas equivocadas de vida cristiana”. Por eso, ha explicado que Jesús “da el criterio para no seguir los modelos erróneos. Y uno de estos modelos equivocados es privatizar la salvación”.


De este forma, el Papa ha afirmado que “es verdad, Jesús nos salva a todos, pero no genéricamente. Todos, pero cada uno, con nombre y apellidos. Y esta salvación es personal”.


Realmente -ha añadido- yo soy salvado, el Señor me ha mirado, ha dado su vida por mí, ha abierto esta puerta, esta vía nueva para mí, y cada uno de nosotros puede decir ‘Por mí’”. Pero existe el peligro de olvidar que Él nos ha salvado de forma individual, pero en un pueblo, ha advertido el Pontífice. “El Señor siempre salva en el pueblo. Desde el momento en el que llama a Abraham, les promete hacer un pueblo. Y el Señor nos salva en un pueblo”, ha recordado.


Por eso el autor de esta Carta nos dice: “Prestemos atención los unos de los otros”. A propósito, el papa Francisco ha indicado que “no hay salvación solamente para mí. Si yo entiendo la salvación así, me equivoco; me equivoco de camino. La privatización de la salvación es un camino equivocado”.


Para no privatizar la salvación hay tres criterios que el Papa ha explicado en la homilía: La fe en Jesús que nos purifica, la esperanza que nos hace mirar las promesas e ir adelante y la caridad - es decir, prestar atención los unos a los otros, para estimularnos en la caridad y en las buenas obras.


Y Francisco lo ha explicado así: “Y cuando yo estoy en una parroquia, en una comunidad -la que sea- yo estoy allí, yo puedo privatizar la salvación y estar allí un poco socialmente solamente. Pero para no privatizarla debo preguntarme a mí mismo si yo hablo, comunico la fe; hablo, comunico la esperanza; hablo, practico y comunico la caridad”, ha observado. Asimismo, ha indicado que si en una comunidad no se habla, no se anima el uno al otro en estas tres virtudes, los componentes de esta comunidad han privatizado la fe. Cada uno busca su propia salvación, no la salvación de todos, la salvación del pueblo. Y Jesús ha salvado a cada uno, pero en un pueblo, en una Iglesia”.


Por otro lado el Santo Padre ha recordado que el autor de la Carta a los Hebreos da un consejo “práctico” muy importante: “no desertemos de nuestras reuniones, como algunos tienen costumbre de hacer”. Esto sucede --ha precisado el Papa-- cuando estamos en una reunión en la parroquia, en el grupo, y juzgamos a los otros, “hay una especie de desprecio hacia los otros. Y esta no es la puerta, el camino nuevo y viviente que el Señor ha abierto, ha inaugurado”.


Por esta razón, el Obispo de Roma ha indicado que “despreciando a los otros, desertando de la comunidad total, desertando del pueblo de Dios, han privatizado la salvación: la salvación es para mí y mi grupito, pero no para todo el pueblo de Dios. Y esto es un error muy grande”. Francisco ha definido este como “las élites eclesiales”.


Por eso, el Pontífice ha advertido que “en el pueblo de Dios se crean estos grupitos, piensan que son buenos cristianos, también -quizá- tienen buena voluntad, pero son grupitos que han privatizado la salvación”.


Finalmente, el Papa ha recordado que “Dios nos salva en un pueblo, no en las élites, que nosotros con nuestras filosofías o nuestra forma de entender la fe hemos hecho. Y estas no son las gracias de Dios”. A este punto, el Santo Padre ha invitado a preguntarse: “¿Tengo la tendencia de privatizar la salvación para mí, para mi grupito, para mi élite o no abandono del todo el pueblo de Dios, no me alejo del pueblo de Dios y siempre estoy en comunidad, en familia, con el lenguaje de la fe, de la esperanza y el lengua de las obras de caridad?”


Al concluir, Francisco ha pedido “que el Señor nos dé la gracia de sentirnos siempre pueblo de Dios, salvados personalmente. Eso es verdad: Él nos salva con nombre y apellidos, pero salvados en un pueblo, no en el grupito que hago para mí”.


Texto de Radio Vaticano traducido y adaptado por ZENIT



La hermana Paciencia, vencedora del ébola, recibirá el Premio Mundo Negro por su trabajo en África

Paciencia Melgar recibirá el próximo sábado, 31 de enero, el Premio Mundo Negro (www.mundonegro.com) a la Fraternidad 2014 por su trabajo sanitario y de promoción de la mujer realizado, respectivamente, en el Hospital San José y en la escuela Alfonsa Cavin, ambos en Monrovia, Liberia.

La hermana Paciencia Melgar, misionera de la Inmaculada Concepción, ha sido galardonada por el trabajo de cuidado y atención a los enfermos del hospital, desde que llegara al mismo en el 2003.


El funcionamiento de este centro –dirigido por los Hermanos de San Juan de Dios– se vio severamente afectado por la expansión del virus del Ébola, que provocó la muerte de buena parte del personal sanitario –entre ellos del hermano Miguel Pajares y de la hermana Chantal, también misionera de la Inmaculada Concepción-, lo que obligó al cierre temporal del mismo.


La propia Paciencia Melgar se infectó, pero superó la enfermedad en un centro de internamiento liberiano.


Además de por el trabajo sanitario realizado en el Hospital San José, la Hermana Paciencia Melgar recibirá el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2014 por la atención prestada a las mujeres liberianas en la escuela Alfonsa Cavin, donde muchas jóvenes sin formación –sobre todo a causa de la guerra que sufrió el país– han obtenido una preparación profesional.


Esta religiosa ecuatoguineana sucede en este galardón a la congoleña Angelique Namaika, de quien se destacó su trabajo con las mujeres refugiadas en Dungu a causa de la violencia que sufre el este de la República Democrática de Congo.


La revista Mundo Negro concede desde 1994 el Premio a la Fraternidad, que se otorga cada año a personas que se significan, entre otros aspectos, por la defensa de los derechos humanos, del medioambiente, la promoción de la democracia, de la cultura o de los valores africanos, así como por el trabajo a favor de colectivos desfavorecidos.


La entrega del premio tendrá lugar en el marco de la 27ª edición del Encuentro de Antropología y Misión, que organizan Mundo Negro y los Misioneros Combonianos. En esta ocasión, el encuentro tendrá como lema “La salud en África, más allá del Ébola”.


Con esta edición de Antropología y Misión se pretende poner el foco en la realidad sanitaria del continente, poniendo el acento en los diversos retos a los que tienen que hacer frente millones de africanos.


La expansión del Ébola ha provocado que muchas otras patologías y enfermedades estén quedando sin atención en los países más afectados por el virus, pero también ha hecho que la comunidad internacional haya dejado de poner la vista en realidades como la malaria, el sida o las enfermedades respiratorias y gastrointestinales, que provocan más fallecidos que el Ébola.


Este año, como novedad, el Encuentro de Antropología y Misión amplía su programa un día más. Comenzará con la apertura oficial el viernes, 30 de enero, a las 19 horas, tras lo cual Sabino Puente, especialista en Medicina Tropical y del Viajero, con una amplia trayectoria en el Hospital Carlos III de Madrid, disertará sobre “La sanidad en África, una visión general”.


El sábado, el programa incluye la primera conferencia a las 10’30 horas, sobre “Otros retos sanitarios en África”, a cargo de Joaquim Giralt, de Médicos sin Fronteras. En la posterior mesa redonda, que tendrá lugar a las 12:15 horas, participarán el Hermano José María Viadero, de la Fundación Juan Ciudad; Ana María Mateo, de Médicos del Mundo; y Olga Ramírez, pediatra y cooperante en Sierra Leona.


Por la tarde, a las 16:30 horas, la Hermana Esther Gutiérrez, religiosa de San José de Gerona disertará sobre “La Iglesia como factor de salud”. A las 18:30 horas será el momento de escuchar el testimonio de Paciencia Melgar sobre el trabajo que su congregación ha desarrollado en Liberia.


El acto terminará con la entrega del Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2014 a la religiosa congoleña de manos del provincial de la congregación en España, padre Ramón Eguíluz.


La 27ª edición del Encuentro de Antropología y Misión se clausurará con una Eucaristía que se celebrará el domingo 1 de febrero, a las 12:00 horas, en la capilla de los Misioneros Combonianos, animada por el coro africano Karibu.



La «monja de clausura que dio a luz en Italia» no era monja sino una invitada: desastre en la prensa

La monja de clausura que parió la pasada semana en Macerata, en el centro de Italia, no era una monja y mucho menos de clausura.

Se trataba de una joven africana violada que había sido protegida en Roma por una orden de religiosas.


La noticia se publicó de todas formas de manera ambigua en los medios, provocando un curioso revuelo.


El error ocurrió porque las verdaderas monjas de clausura llevaron el pasado sábado a una joven africana de unos 35 años al hospital, ya que había roto aguas y estaba a punto de parir. La noticia corrió como un reguero de pólvora.


"Novicia de clausura siente dolores de barriga, acude al hospital y alumbra a un hijo", escribían los diarios. Ese fue el mensaje que repitieron las cadenas de televisión, dejando pasmados al obispo de la diócesis y a la madre abadesa de la orden.


La abadía lo desmintió... pero nadie escuchó

El desmentido de la madre superiora del convento fue inútil: "El asunto no afecta a ninguna monja clarisa de nuestra comunidad, ni tampoco a ninguna hermana de la zona", declaró Rosella Mancinelli, abadesa del monasterio Santa Clara de San Severino, que explicó que "ninguna hermana de clausura de los ocho conventos de la diócesis de Camerino-San Severino ha alumbrado a ningún hijo".


Al relato del caso le acompañaba un precedente real sucedido en el 2011, en el que una monja del Congo dio a luz en el hospital de Pesaro, no muy lejos de Macerata, también a consecuencia de una violación, esta vez en manos de un sacerdote. En el momento del parto, como permite la ley italiana, la mujer no reconoció al hijo, que fue puesto en adopción. Sin embargo, posteriormente, tras ser alejada del convento, la joven de Congo pidió y obtuvo el reconocimiento de maternidad de su hijo, a pesar de las protestas y denuncias de la familia adoptiva.


La reconstrucción de los hechos permite deducir que, durante el pasado verano, las monjas de clausura de Macerata acogieron en mayo a la joven de Burundi que les había sido enviada por sus hermanas de África. "Cuando llegó a San Severino ya estaba embarazada", explican la fuentes consultadas, aunque no clarifican si las clarisas africanas informaron de la situación a sus hermanas de Italia.


Transcurridos los nueve meses, algunas hermanas de clausura acompañaron a la joven al hospital, lo que produjo el malentendido. Seguramente no ayudó que la joven, hospedada en el convento, fuera vestida como las monjas del lugar, aunque sin el velo tradicional.


El bebé se llama "Milagro de Dios"

El bebé ha sido bautizado como Irakoze, que significa "Milagro de Dios". Los médicos del hospital se quedaron perplejos por el hecho de que la joven, descrita como alta y delgada aunque robusta, dijera sentir “dolores en la barriga” pero no que estaba embarazada, razón por la que se la trasladó de urgencias a ginecología. "No dije la verdad, porque tenía miedo", explicó la joven a los ginecólogos.


Esta sería la razón por la que no todas las monjas italianas, incluidas las que le acompañaron al hospital, conocieran el estado de la joven. "Cuando llegó en mayo ya estaba embarazada, pero no quiso decírnoslo y nosotras respetamos su secreto”, explican las clarisas de San Severino, añadiendo que vino a Italia para “aprender el idioma y sin haber decidido que quería ser monja”.


Consultadas a través del telefonillo del convento, las monjas han explicado que "la joven temía revelar su estado ya que hay muchas diferencias entre Italia y Burundi", subrayando que desde el primer momento "decidió quedarse con el bebé" y que ellas no tienen "nada que comentar".


Se trata de un pacto de intimidad y solidaridad que ningún medio ha conseguido vulnerar.



Saltar el maldito foso

He escuchado decir a un amigo que el modo en que cada uno afronta su relación existencial con la Iglesia desvela la posición con la que afronta la vida y el mundo. Y esto vale para quien adopta la posición del crítico mordaz como para quien se arroga abusivamente la definición de la verdad católica. Por eso me atraen figuras de hombres y mujeres para las que su camino, hacia la Iglesia y en la Iglesia, ha implicado una gran lealtad e incluso un elevado coste personal. Es el caso del beato John Henry Newman, del que tantas veces he hablado, pero también de otro gran teólogo, menos conocido, procedente del protestantismo alemán. Me refiero a Erik Peterson.

No pretendo aquí entrar en el mérito de la teología de Peterson, asunto para el que no estoy en absoluto cualificado, sino asomarme a la aventura del hombre de fe, del que todos podemos aprender tantas cosas.


Peterson nació en 1890 en Hamburgo, una ciudad de ambiente cultural profundamente protestante, aunque su familia no se caracterizaba por una especial sensibilidad religiosa. Aun así, su pasión juvenil por la literatura y la historia le acercó desde esas disciplinas a los contenidos de la fe, en una época dominada en el campo protestante por la teología liberal. El joven Peterson no se conformó con una aproximación meramente intelectual y pronto quedó cautivado por la potencia religiosa del Evangelio, escapando a las abstracciones de muchos de sus maestros. Aunque le interesaba profundamente el estudio de la historia cristiana, pronto entendió que “cuando permanecemos solos con la historia humana, nos encontramos ante un enigma sin sentido”. En el mundo de la teología evangélica, en el que lógicamente se movía, encontraba difícil abrirse camino en medio de una selva de opiniones e interpretaciones que al final le dejaban perplejo, sin permitirle alcanzar una verdadera certeza sobre Jesús.


Se asoma así al dilema formulado por el filósofo Lessing, que se lamentaba del “maldito foso” que separa al Jesús de los evangelios de nuestro presente. Peterson empieza a comprender que existe otro factor absolutamente necesario para el recorrido que se ha propuesto, y ese factor es la Iglesia. De hecho la Iglesia salva el maldito foso, ya que existe en el tiempo de la historia y prolonga en ella (de manera absolutamente real, esa es su dramática pretensión) la presencia del Resucitado. Y así llega a la conclusión de que la Sagrada Escritura se hace vinculante para cada creyente en la interpretación de la Tradición apostólica, que a su vez se concreta en la Sucesión apostólica. Es así como la Iglesia mantiene a la Escritura en un actualidad viva, más aún, contemporánea de cada uno de nosotros. Peterson descubre también el significado profundo de la liturgia, en cuyos gestos la Iglesia terrestre se une realmente a la asamblea celestial de los santos, que dan esperanza a los que todavía estamos en camino hacia el cumplimiento definitivo. Pensemos en la apertura y el cambio de perspectiva que hubo de suponer toda esta visión para un hombre forjado en la comunidad luterana, comunidad, por cierto, a la que siempre se sintió vinculado y agradecido, incluso después de entrar en la Iglesia católica.


Joseph Ratzinger, compatriota y colega de nuestro protagonista, nos ha dejado una conmovedora confesión sobre lo que sintió al leer por primera vez los Tratados teológicos de Peterson: “me dejé verdaderamente apasionar por este libro, porque allí estaba la teología que buscaba, una teología que emplea toda la seriedad histórica para comprender y estudiar los textos, analizándolos con toda la seriedad de la investigación histórica, y que no les deja quedarse en el pasado, sino que, en su investigación, participa en la autosuperación de la letra y se deja conducir por ella, y así entra en contacto con Aquel del que proviene la propia teología: con el Dios vivo”.


Así se supera el hiato entre pasado y presente, explica el Papa Benedicto; se salva, podríamos decir, el maldito foso que atormentaba a Lessing y que tanto se refleja en la cultura contemporánea, haciendo fantasmagórica la relación de tantos hombres con el cristianismo. La pretensión de la Iglesia de comunicar a Jesús vivo sólo puede verificarse en un encuentro en el presente, pero esa verificación hace las cuentas con toda la historia cristiana.


Peterson dejó atrás su país (se mudó a Roma), abandonó la confortabilidad de su ambiente social y la seguridad de su cátedra, y arrostró la incomprensión de unos y el recelo de otros. En cierto modo aceptó ser un extranjero, con toda la precariedad que eso conlleva, pero mostrando que, en el fondo, la fe es nuestra única seguridad, y esa fe para no ser ilusoria (acaba de recordarlo fuertemente el Papa Francisco) tiene que ser vivida en el hogar materno de la Iglesia, incluso cuando pueda parecer (como le sucedió a Peterson) que no nos abre sus estancias más cálidas.


Con su inmensa delicadeza, Benedicto XVI reconocía un rasgo precioso de este camino de su colega Peterson en el hecho de su matrimonio: “aunque no podía disponer de un sueldo fijo, se casó aquí en Roma y constituyó una familia, y de esta forma ha expresado su convicción profunda de que cada uno de nosotros, aunque seamos extranjeros, encontramos un apoyo en la comunión del amor, y que en el amor mismo, hay ya algo que dura para la eternidad”. Y este amor vivido en la historia, tan concreto, aunque va más allá de la carne y de la sangre, se llama precisamente Iglesia.


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El jugador de rugby del Camino Neocatecumenal que quiere formar equipo con el Papa Francisco

Sobre el campo de juego va de frente y siempre buscando la meta. En la vida diaria es un padre, esposo y católico que no oculta su fe. Se trata de Giovanbattista Venditti, 24 años, 1.88 m, conocido y respetado atleta rugbista del Zebre de Parma en la Liga Celta. Sus habilidades y potencia muscular le han ganado por apodo "el Gran Sasso", en homenaje a sus orígenes en Abruzzo.

Venditti nació en Avezzano, en la provincia de L´Aquila, en 1990. El deporte fue el aire que respiró como niño, pues su padre, Luciano, era un boxeador en la categoría de peso pesado. Pero el pequeño pasó por muchas disciplinas antes de volverse hacia el rugby. Comenzó con el fútbol. Luego voleibol, baloncesto y natación. El amor a la pelota ovalada vino cuando tenía nueve años y desde entonces se ha mantenido.


La suya fue una carrera meteórica. Comenzó en el Avezzano. A los 15 años, se trasladó a Roma a la Unión de Rugby Capitalina. Luego vinieron las experiencias con el Gran Parma, Aironi y, finalmente el Zebre (las Cebras) desde 2012. En ese año llegó la primera llamada a la selección Nacional y el debut en el torneo de las Seis Naciones ante Francia.


Dios, la roca firme

Pero en su vida hay algo que pesa más que el rugby... su fe que no se avergüenza de proclamar en un ambiente que no es particularmente sensible al tema.



"Yo no soy alguien que escribe mensajes en la camiseta ni hago actos sensacionalistas. Lo primero antes de un partido, rezo, pero no para pedir ganar o jugar bien. Agradezco al Señor por mi carrera como lo hago con todo lo demás en la vida ", dice el deportista y agrega...


"Para mí, la fe es una fuerza, un impulso extra en todo lo que hago. Dios siempre me hace ver la otra cara de todas las medallas", confiesa.


Una fe honesta la suya, que le ha sido dada por los padres. "La familia -apunta- es todo para mí. Es absolutamente el primer valor que importa, sobre todo ahora que tengo un niño… y la fortuna de ser creyente. Mi madre es una verdadera mujer de iglesia, ora mucho y me ha enseñado a hacerlo. Mi padre, sin embargo, siempre ha sido un hombre que hablaba con las acciones", comenta agradecido.


"Cuando era niño -continúa el rugbista- siempre fui a misa. Nunca lo he dejado, incluso después de la confirmación o cuando, en 2006, me trasladé a Roma. Por supuesto que con los compromisos, los entrenamientos y los partidos no era fácil encontrar tiempo para ir a la iglesia o para orar, pero siempre lo hemos logrado. Como ahora".


El Camino Neocatecumenal

Una etapa importante en su formación de la fe ha sido el Camino Neocatecumenal: "La primera vez que oí hablar de esta experiencia yo era un adolescente, aún vivía en Avezzano. Un amigo mío asistió a un grupo. Más de una vez me había invitado a participar, pero yo no estaba interesado", dice.


Pero las cosas cambiaron para Venditti cuando Alice llegó a su vida, la chica que en 2010 se convirtió en su esposa. Juntos recorrerían el Camino…


"Llevamos casi cinco años en que, juntos, somos parte del grupo de la parroquia de la Santísima Trinidad de Plasencia, la ciudad de mi esposa", dice. "Para mí, el Camino Neocatecumenal es una experiencia única. Somos una verdadera comunidad. Desde el primer día me llamó la atención el gran afecto que existe entre los miembros. Allí conocí a personas que son ejemplos a seguir para mí".



El Papa, signo de humildad

La relación con la religión de un personaje conocido como Venditti atrae a menudo la atención y la curiosidad de muchos de sus colegas. Cuestión que en ocasiones también ha dado frutos. Cuando la revista Credere pregunta por esto, Giovanbattista lo menciona con humildad: "No era más que un compañero de equipo que, hablando y debatiendo conmigo, ha redescubierto el placer de la misa los domingos. Algunos incluso comenzaron a orar".


La fe y el deporte caminan del brazo en Giovanbattista. Un poco “como lo fue para san Juan Pablo II”, dice. "Es el Papa de la excelencia, con que yo crecí. Wojtyla fue una figura extraordinaria, que estuvo una buena parte de mi vida. Hoy Papa Francisco me ha conquistado inmediatamente con su humildad. Cuando se convirtió en Papa en Roma yo estaba en el campo de entrenamiento con el equipo nacional. Fue una emoción fuerte, también compartida con los compañeros de equipo que no tienen una buena relación con la religión. Creo que él (el Papa Francisco) vendría bien como miembro de un equipo de rugby ideal… su rol estaría en el extremo, detrás de los demás porque desde allí puede tener la situación bajo control y guiar a los restantes 14 jugadores en la forma adecuada”.


(Fuente original en italiano: Revista Credere)



mercredi 28 janvier 2015

Ecumenismo de foto: postmodernidad intravenosa. San Agustín


Aunque vivimos en plena postmodernidad, todavía arrastramos la traumática relación con la modernidad y el modernismo. Seguimos padeciendo sus consecuencias, muchas de las cuales hemos terminado por aceptar como males menores. Todavía resuenan voces internas reclamando que “Iglesia es posible” mientras nos ofrecen su iglesia personal como la solución ideal. Hemos aceptado que la Liturgia se convierta en un espacio creativo de tipo socio-cultural donde la sacralidad desaparece frente a la funcionalidad. Sin haber resuelto los problemas de la modernidad, nos hemos metido a fondo en la postmodernidad. La modernidad nos ofrecía soluciones basadas en estructuras alternativas adaptadas al mundo. La postmodernidad desecha las estructuras como obsoletas, promoviendo la diversidad relativista como la solución.


En la postmodernidad se abandonan los grandes discursos que defendían que la verdad es una, aunque diferente a la verdad tradicional. Ahora se defiende y acepta que existen múltiples verdades, referidas a contextos más pequeños, dependientes de cada persona. Se ponen en juego microteorías, micropolíticas, micro-ortodoxias y micro-ortopraxis, basadas en acuerdos relativos a contextos particulares, limitados y desgraciadamente, excluyentes. Estos acuerdos son coyunturales, pasajeros y rescindibles, ya que se acepta que todo está en cambio constante. Es decir, ya no hay una verdad que debemos descubrir si pensamos correctamente. No es posible descubrirla ni transmitirla tal, como se había venido defendiendo, sino verdades locales, relativas y provisionales. La unidad en la diversidad es un reto completamente postmoderno, ya que parte de la imposibilidad de una unidad completa, que nos sirva de cimientos para trabajar y construir unidos.

La Iglesia va andando, casi sin darse cuenta, hacia una atomización de grupos, tendencias, entendimientos y formas de vida cristiana. Esta tendencia podemos verla en la diversidad de Liturgias que conviven y que a veces hacen imposible cambiar de parroquia sin sentirse fuera de lugar en misa. Ya casi nadie se hace eco de los abusos litúrgicos que presencia, ya que sabemos que denunciarlos es tan inútil como contraproducente. Tomen por ejemplo la forma de distribuir la comunión que se utilizó en la multitudinaria misa del Papa en Filipinas y el atento cuidado por lo sagrado,que se sigue dentro de las Liturgias Tradicionales. ¿Tienen algo que ver?


Las sensibilidades se van diferenciando y exigiendo espacios donde desarrollarse con libertad. Los carismas se guardan para el interior del grupo en vez de compartirlos para enriquecer la comunidad. Nadie duda que una comunidad mono-carismática mono-sensibilidad, es más sencilla de gestionar que una comunidad que recoja decenas de ellos.


Las postmodernidad lucha contra las tendencias modernistas previas, dando lugar a situaciones incoherentes y sorprendentes. Pongo el ejemplo el flashmob de los obispos en la JMJ de Rio de Janeiro o los videos de religiosas bailando y cantando sin ninguna referencia evangelizadora. Nos parecen curiosos y el discernimiento no llega más allá de preguntarnos ¿Y por qué no? Todo vale mientras las apariencias sean aceptables.


Ahora estamos pensando en todas las posibilidades que nos da adaptar la praxis a las circunstancias, sin cambiar la doctrina para que los más ortodoxos no se sientan atacados en su sensibilidad eclesial. Para que tanta diversidad, falta de entendimiento no den lugar a una conciencia de separación, nos hemos inventado el ecumenismo de fotografía. Estamos juntos para la foto, pero después cada cual vuelve a su “realidad” eclesial, a vivir dentro su espacio, formas y sentido particular.


En esta situación claramente postmoderna, el siguiente pensamiento agustiniano deja de tener sentido:


Bien, tú puedes, yo no. Guardemos lo que uno y otro hemos recibido; inflamémonos en la caridad, amémonos unos a otros, y de esta forma yo amo tu fortaleza y tú soportas mi debilidad (SanAgustin, Sermón 101,7).


La postmodernidad nos ofrece la posibilidad de hacer monocultivo de las fortalezas y olvidarnos las debilidades que todos llevamos encima. Cada grupo deja de lado las debilidades como algo secundario y así no tener que buscar ayuda en otros carismas y sensibilidades. En el mejor caso y si nos obligan a dar cuenta de las debilidades, tentamos a Dios indicando que “aquello que no podemos” ya lo dará Dios cuando lo desee. Si no lo da, es que no es fundamental. Como buenos postmodernos, apostamos por el pelagianismo para lo que nos conviene y por el quietismo, para lo que no nos interesa aceptar.


Les pongo otro ejemplo. Es muy fácil omitir un discernimiento incómodo diciendo que “no juzgamos”, dejando el discernimiento a Dios mientras que nosotros nos apartamos del tema. Pero si el tema nos molesta en nuestra sensibilidad eclesial, no dudamos en calificar a las otras personas, enumerando un listado de errores o comparando despectivamente esa sensibilidad que no se ajusta a la nuestra.


Esta es la postmodernidad que nos toca vivir. Una postmodernidad que nos descentra, nos hace alejarnos unos de otros en lo sustancial, aunque en las fotos todos sonriamos juntitos. Ecumenismo de foto, que vende mucho en los medios y sale en las portadas de las revistas. Para respaldar la postmodernidad, nada mejor que una frase apócrifa atribuida a San Agustín: "En lo esencial, unidad; en lo no esencial, libertad; en todas las cosas, caridad".



Abandonarse, confiar, esperar (Peguy)


Un ejercicio interior grande es trabajar en la esperanza, es decir, crecer en la esperanza. Dios abre caminos, Dios cumple sus promesas. Sólo cabe abandonarse confiadamente en Él.


"Despiertos o dormidos vivamos con él", decía san Pablo en 1Ts. Dormir tranquila y confiadamente en Dios es un gran signo de abandono en Él, en vez de volver una y otra vez sobre nosotros mismos y nuestra conciencia, o la meticulosidad de prácticas religiosas -rezar, rezar y rezar, formularios, oraciones escritas, estampitas y novenas, etc-.



Más vale un acto de abandono, de paz en Dios, de esperanza serena.


Así escribía Péguy sobre la noche y, sobre todo, sobre el abandono esperanzado en Dios:


“Yo sé llevarle. Es mi oficio. Y esa libertad es mi creación.


Se le puede pedir mucho corazón, mucha caridad, mucho sacrificio.


Tiene mucha fe y mucha caridad.


Pero lo que no se le puede pedir, vaya por Dios, es un poco de esperanza.


Un poco de confianza, vaya, un poco de relajación,


Un poco de entrega, un poco de abandono en mis manos,


Un poco de renuncia. Está tenso todo el tiempo.


Ahora bien, tú, hija mía, la noche, lo consigues a veces, lo obtienes a veces.


Del hombre rebelde.


Que ese señor consienta, que se dé un poco a mí.


Que relaje un poco sus pobres miembros cansados sobre una tumbona.


Que relaje un poco sobre una tumbona su corazón dolorido.


Que su cabeza, sobre todo, deje de funcionar. Su cabeza funciona demasiado. Y él cree que eso es trabajo, que su cabeza funciona así.


Y sus pensamientos, total, ¡para lo que él llama sus pensamientos!


Que sus ideas no funcionen más y no se peleen más en su cabeza y no tintineen más como pepitas de calabaza.


Como un cascabel en una calabaza vacía.


Cuando pienso a qué llama sus ideas…


Pobre ser. No me gusta, dice Dios, el hombre que no duerme.


El que se quema en su cama de inquietud y de fiebre.


Soy partidario, dice Dios, de que cada noche se haga un examen de conciencia.


Es un buen ejercicio.


Pero bueno, no hay que torturarse hasta el punto de perder el sueño.


A esa hora, la jornada ya está hecha, y bien hecha; no hay que volver a hacerla.


No hay que volver sobre ella.


Esos pecados que tanto pesar te producen, hijo mío, pues mira, era bien sencillo.


Amigo mío, no haberlos cometido.


Cuando todavía podías no cometerlos.


Ahora ya está hecho, venga, duerme, mañana no lo volverás a hacer.


Pero el que por la noche al acostarse hace planes para el día siguiente


No me gusta, dice Dios.


El muy tonto, sabe acaso cómo se hará el día de mañana.


Conoce al menos el color del tiempo.


Mejor haría en rezar sus oraciones. Yo nunca he negado el pan del día siguiente.


El que está en mi mano como el bastón en la mano del viajero,


Ese sí me es agradable, dice Dios.


El que se apoya en mi brazo como un bebé que se ríe,


Y que no se ocupa de nada,


Y que ve el mundo en los ojos de su madre, y de su ama,


Y que no lo ve y no lo mira más que allí,


Ese me es agradable, dice Dios.


Pero el que hace cálculos, el que en su interior, en su cabeza para mañana


Trabaja como un mercenario.


Trabaja horriblemente como un esclavo que gira una rueda eterna.


(Y, entre nosotros, como un imbécil).


Pues bien, ése no me es agradable en absoluto, dice Dios.


El que se abandona, me gusta. El que no se abandona, no me gusta, es así de sencillo”


(Péguy, El misterio de los santos inocentes, Encuentro Ediciones, Madrid 1993, 15-17).



En su audiencia del miércoles Francisco recuerda que los hijos que crecen sin padre sufren heridas

Música de trompetas, magia, malabares y risas. Así, en el Aula Pablo VI y en presencia del Santo Padre, un grupo de artistas del Circo Medrano ha ofrecido un simpático espectáculo al finalizar la audiencia general. Francisco y todos los presentes se han divertido al ver los trucos preparados por los comediantes.

Como cada semana, fieles y peregrinos llegados a Roma procedentes de todas las partes del mundo, han recibido con entusiasmo y alegría al santo padre Francisco para la audiencia general de los miércoles.


Esta semana, el Papa ha proseguido con las catequesis sobre la familia y hoy ha hablado de la figura del padre.


Palabras del Papa Francisco pronunciadas en español

Queridos hermanos y hermanas:

En nuestra reflexión sobre la familia, hoy nos centramos sobre la palabra padre. Padre es una palabra universal, conocida por todos, que indica una relación fundamental cuya realidad es tan antigua como la historia del hombre.


Es la palabra con la que Jesús nos ha enseñado a llamar a Dios, dándole un nuevo y profundo sentido, revelándonos, así, el misterio de la intimidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que es el centro de nuestra fe cristiana.


En nuestros días, se ha llegado a hablar de una sociedad sin padres. La ausencia de esta figura es entendida como una liberación, sobre todo cuando el padre es percibido como la autoridad cruel que coarta la libertad de los hijos, o cuando éstos se sienten desatendidos por unos padres centrados únicamente en sus problemas, en su trabajo o en su propia realización personal o caracterizados por su marcada ausencia del hogar.


Todo esto crea una situación de orfandad en los niños y jóvenes de hoy, que viven desorientados sin el buen ejemplo o la guía prudente de un padre. De este modo, todas las comunidades cristianas y la comunidad civil deben estar atentas a la ausencia de la figura paterna, pues ésta deja lagunas y heridas en la educación de los jóvenes.


Sin guías de los que fiarse, los jóvenes pueden llenarse de ídolos que terminan robándole el corazón, robándole la ilusión, robándole las auténticas riquezas, robándole la esperanza.


Saludo a los peregrinos de lengua española, hoy veo que hay muchos acá. Saludo a los grupos provenientes de España, Argentina, Perú y Chile, así como a los venidos de otros países latinoamericanos. Recordando que Jesús nos prometió no dejarnos huérfanos, vivamos con la esperanza puesta en Él, sabedores de que el amor puede vencer al odio y de que es posible un futuro de fraternidad y de paz para todos. Que Dios los bendiga Muchas gracias.


Otras ideas del Papa

Al finalizar los saludos en las distintas lenguas, el Pontífice ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Así, ha recordado que este miércoles 28 de enero celebramos la memoria de santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia. Por eso ha deseado a lo jóvenes que su dedicación al estudio favorezca en ellos el compromiso de la inteligencia y de la voluntad al servicio del Evangelio. Del mismo modo, ha deseado a los enfermos que su fe les ayude a dirigirse al Señor también en la prueba. Finalmente, a los esposos recién casados les ha deseado que su mansedumbre les indique el estilo de las relaciones entre los cónyuges dentro de la familia.


Texto completo de la catequesis del Papa en italiano

Transcrito y traducido por Zenit

Queridos hermanos y hermanas, buenos días.

Retomamos hoy el camino de catequesis sobre la familia. Hoy nos dejamos guiar por la palabra padre. Una palabra, más que cualquier otra, querida para nosotros cristianos, porque es el nombre con el que Jesús nos ha enseñado a llamar a Dios, Padre.


El sentido de este nombre ha recibido una nueva profundidad propia a partir del modo en que Jesús lo usaba para dirigirse a Dios y manifestar su relación especial con Él. El misterio bendecido de la intimidad de Dios,Padre, Hijo y Espíritu, revelado por Jesús, es el corazón de nuestra fe cristiana.


“Padre” es una palabra conocida por todos, una palabra universal. Ésta indica una relación fundamental cuya realidad es tan antigua como la historia del hombre. Hoy en día, sin embargo, se ha llegado a afirmar que la nuestra sería una ‘sociedad sin padres’.


En otros términos, en particular en la cultura occidental, la figura del padre sería simbólicamente ausente, desaparecida, eliminada. En un primer momento, la cosa se ha percibido como una liberación: liberación del padre-dueño, del padre como representante de la ley que se impone desde fuera, del padre como censura de la felicidad de los hijos y obstáculo de la emancipación y de la autonomía de los jóvenes.


De hecho, a veces en nuestras casas reinaba en el pasado el autoritarismo, en ciertos casos incluso la opresión: padres que trataban a los hijos como siervos, no respetando las exigencias personales de su crecimiento: padres que nos les ayudaban a emprender su camino con libertad, y no es fácil educar al hijo en libertad. Padre que no les ayudaban a asumir las propias responsabilidades para construir su futuro y el de la sociedad. Esto, ciertamente, no es una buena actitud.


Pero, como sucede a veces, hemos pasado de un extremo al otro. El problema de nuestros días no parece ser tanto la presencia invasiva de los padres, sino más bien su ausencia, su fuga. Los padres están a menudo tan centrados sobre sí mismos, su trabajo, y sobre la propia realización individual, que olvidan incluso la familia. Y dejan solos a los pequeños y a los jóvenes.


Ya de obispo de Buenos Aires me daba cuenta del sentido de orfandad que viven hoy los chavales. A menudo preguntaba a los padres si jugaban con sus hijos, si tenían la valentía y el amor de perder tiempo con los hijos. Y la respuesta era fea.


En la mayoría de los casos: ‘no puedo, mucho trabajo’. El padre estaba ausente de ese hijo que crecía y no jugaba con él, no perdía tiempo con él. Ahora, en este camino común de reflexión sobre la familia, quisiera decir a todas las comunidades cristianas que debemos estar más atentos: la ausencia de la figura paterna en la vida de los pequeños y de los jóvenes produce lagunas y heridas que pueden ser también muy graves. Y de hecho las desviaciones de los niños y de los adolescentes se ponen en buena parte reconducir a esta falta, a la carencia de ejemplos y de guías autorizadas en su vida de cada día. A la carencia de cercanía, a la carencia de amor por parte del padre. Es más profundo de lo que pensamos el sentido de orfandad que viven muchos jóvenes.


Son huérfanos pero en la familia porque los padres a menudo están ausentes, también físicamente, en casa, pero sobre todo porque, cuando están, no se comportan como padres, no dialogan con sus hijos, no cumplen su tarea educativa, no dan a los hijos en ejemplo acompañado por las palabras, esos principios, esos valores, esas reglas de vida que necesitan como el pan. La cualidad educativa de la presencia paterna es aún más necesaria cuando el padre está obligado por el trabajo a estar lejos de casa.


A veces parece que los padres no saben bien qué lugar ocupar en la familia y cómo educar a los hijos. Y entonces, en la duda, se abstienen, se retiran y descuidan sus responsabilidades, quizá refugiándose en una relación improbable “de igual a igual” con los hijos.


Es verdad que debes ser compañero de tu hijo, pero sin olvidar que eres el padre. Pero si tú solamente te comportas como un compañero a la pa no le hará bien al joven.


Esto también lo vemos en la comunidad civil. La comunidad civil, con sus instituciones, tiene una cierta responsabilidad, podemos decir paterna, hacia los jóvenes, una responsabilidad que a veces descuida o ejerce mal. También ésta a menudo les deja huérfanos y no les propone una verdad de perspectiva. Los jóvenes permanecen así, huérfanos de caminos seguros que recorrer, huérfanos de maestros de los que fiarse, huérfanos de ideales que calienten el corazón, huérfanos de valores y de esperanzas que les apoyen cotidianamente. Están llenos quizá de ídolos pero se les roba el corazón, son empujados a soñar diversiones y placeres, pero no se les da trabajo; son ilusionados con el dios dinero, y se les niegan las verdaderas riquezas.


Y entonces hará bien a todos, a los padres y a los hijos, escuchar de nuevo la promesa que Jesús ha hecho a sus discípulos: “No os dejaré huérfanos” (Jn 14, 18). Es Él, de hecho, el Camino que hay que recorrer, el Maestro para escuchar, la Esperanza de que mundo puede cambiar, que el amor vence el odio, que puede haber un futuro de fraternidad y de paz para todos.


Algunos de vosotros podrá decirme, pero padre, hoy usted ha estado demasiado negativo. Ha hablado solo de la ausencia de los padres, de lo que pasa cuando los padres no están cerca de los hijos. Es verdad. He querido subrayar esto porque el próximo miércoles seguiré con esta catequesis, destacando la belleza de la paternidad. Por eso he elegido comenzar por la oscuridad para llegar hasta la luz.


Que el Señor nos ayude a entender bien estas cosas. Gracias.



No habrá matrimonio gay en la Grecia «progre» de Syriza, que ha tendido puentes con la Iglesia

El sábado pasado, víspera de los comicios griegos, el semanario francés Le Point publicaba un reportaje que daba cuenta del progresivo acercamiento táctico de Alexis Tsipras, ateo confeso, flamante primer ministro y líder de Syriza, hacia la Iglesia Ortodoxa.

Por ejemplo, Tsipras visitó el Monte Athos, lugar sagrado sece de numerosos monasterios, el pasado mes de agosto.


Y el Arzobispo Ieronimos, Patriarca de la Iglesis Ortodoxa Griega, asistió al sepelio del padre de Tsipras. Más recientemente, Tsipras acudió a la celebración de la Epifanía ortodoxa oficiada por el arzobispo.


Preguntado hace unos días sobre si pensaba legalizar o no el matrimonio entre personas del mismo sexo, Tsipras echó balones fuera. «Es una cuestión compleja, vamos a estudiarla, pero no forma parte de nuestro programa electoral».


Pues bien, a raíz de su pacto de gobierno con la formación conservadora Griegos Independientes, se puede decir que la perspectiva de una legalización del matrimonio gay se aleja definitivamente en Grecia; al menos mientras dure el pacto entre Tsipras y el líder de Griegos Independientes, Panos Kammenos, que aboga abiertamente por un mayor papel de la Iglesia Ortodoxa –a la que pertenece el 90% de los griegos– en el sistema educativo y en la vida familiar.



Cursillos de Cristiandad celebra su cursillo número 1.000 en Madrid: evangelizando desde 1949

Los Cursillistas de Cristiandad de Madrid están de doble enhorabuena. Primero, porque el próximo viernes 30 de enero, a las 20h, en la parroquia de Santa María Micaela (c/ General Yagüe, 23) el Movimiento celebra su Ultreya Diocesana anual, presidia por primera vez por monseñor Osoro. Y segundo, porque la Eucaristía de ese día se ofrecerá como acción de gracias por el Cursillo de Cristiandad número 1.000 en la archidiócesis, que tendrá lugar del 19 al 22 de febrero

El próximo viernes, 30 de enero, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Madrid (cursillosmadrid.org) celebra su Ultreya Diocesana anual, que estará presidia por primera vez por monseñor Carlos Osoro.


La Ultreya se celebrará a las 20h, en la parroquia de Santa María Micaela y San Enrique (c/ General Yagüe, 23), donde se ubica también la sede del Secretariado diocesano de Cursillos. Además, la celebración es doble, pues la Eucaristía que presidirá monseñar Osoro se ofrecerá como acción de gracias por el Cursillo de Cristiandad número 1.000 en la archidiócesis madrileña, que tendrá lugar del 19 al 22 de febrero, en la casa de Espiritualidad de las Rosas (Collado Villalba).


A través de una Nota, el Secretariado diocesano de Madrid ha explicado que esta primera Ultreya diocesana con monseñor Osoro supone «una ocasión única para que el nuevo arzobispo de Madrid conozca de primera mano este movimiento de Iglesia, Cursillos de Cristiandad, que está en primera línea de evangelización, y que proclama lo fundamental cristiano, además de que nuestro pastor cuente con nuestro apoyo y cariño».


De hecho, el arzobispo no sólo presidirá la Eucaristía y asistirá al rollo (como los cursillistas llaman a la ponencia testimonial y doctrinal de sus encuentros), sino que también bendecirá y participará en el envío de los miembros del equipo «al que se ha encomendado la misión de participar y de estar al servicio de los demás en el Cursillo número 1.000».


¿Qué son los Cursillos de Cristiandad?

Como explican desde el Secretariado de Madrid, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad (http://ift.tt/1Lgy826) «es un movimiento eclesial de difusión mundial, presente en los cinco continentes, que actúa en el interior de la Iglesia católica, y participa activamente en la gran misión del anuncio de la Buena Nueva del Evangelio a través de un método propio kerygmático».


El movimiento nació en España, concretamente en la diócesis de Mallorca, en 1949, gracias a la inspiración suscitada por el Espíritu Santo en un grupo de sacerdotes y seglares, entre los que destacan, según los Estatutos Mundiales del Movimiento, reconocidos por la Santa Sede, tres nombres: el sacerdote Sebastián Gayá Riera, el laico Eduardo Bonnín, y el entonces obispo de Mallorca, monseñor Juan Hervás.


El cariño de los Papas, desde Pablo VI a Francisco

Así, «la característica del Movimiento de Cursillos es principalmente la de compartir una fe vivida para difundirla», así como «la cooperación armónica entre laicos y sacerdotes. Cada cual tiene su función específica, pero todos conjuntamente se preocupan de alcanzar el mismo objetivo: La evangelización como fermento en los ambientes cotidianos de cada uno».


Por eso, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad «cuenta con la aceptación y el reconocimiento pastoral a nivel mundial de importantes pastores de la Iglesia católica», e incluso los Papas, desde Pablo VI hasta hoy, «han expresado repetidamente un particular aprecio por el Movimiento de Cursillos».


Tanto es así que el próximo mes de mayo, el Papa Francisco ya se ha comprometido en recibir en Audiencia a los cursillistas de los cinco continentes, que se reunirán en Roma para celebrar una Ultreya Mundial.


Para saber más sobre el Movimiento de Cursillos, así como para más información sobre el calendario de próximos Cursillos de Cristiandad en este curso, cualquier persona puede dirigirse al Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid, ubicado en la parroquia de Santa María Micaela y San Enrique (c/General Yagüe 23), llamar al teléfono 91 521 45 77, escribir un email a: secretariado@cursillosmadrid.org

o bien entrar en la página web http://ift.tt/1JFt6up



mardi 27 janvier 2015

Los laicos dicen "no" a las rebajas

El Pontificio Consejo para la Familia ha organizado esta semana en Roma un congreso para preparar el próximo Sínodo de los Obispos que se celebrará en octubre. Como es sabido, este Sínodo ha tenido dos etapas. La primera, celebrada en el pasado octubre, estuvo marcada por la polarización en torno al tema de la comunión de los divorciados y la aceptación de la homosexualidad. La Asamblea sinodal se fragmentó en dos, con una ligera mayoría a favor de estudiar la admisión de los divorciados a la comunión -no de darles la comunión, sino de estudiarlo-. El artículo que aconsejaba el estudio no alcanzó, sin embargo, los dos tercios de los votos necesarios para ser incluido en las proposiciones presentadas por el Sínodo, a pesar de lo cual se incluyó por expreso deseo del Papa.

Entre los movimientos, la situación no ha sido la misma. La práctica totalidad de las ochenta asociaciones y realidades eclesiales presentes en el congreso celebrado en Roma estaban de acuerdo en rechazar la comunión de los divorciados, negándose a modificar la práctica llevada a cabo por la Iglesia durante dos mil años y reafirmada en los pontificados de San Juan Pablo II y de Benedicto XVI. La misma unanimidad había en torno a otras cuestiones relacionadas con este asunto: la agilización y abaratamiento de los procesos de nulidad matrimonial y la acogida a los divorciados vueltos a casar para que se sientan miembros activos de la Iglesia, no llevando más allá de la no participación en la Eucaristía y la Penitencia las limitaciones que le son impuestas debido a su estado.


Lo mismo ha sucedido con la cuestión de la homosexualidad. Los movimientos han distinguido, como ha hecho la Iglesia siempre, entre persona y acto, insistiendo en la acogida al homosexual y en el rechazo de los actos homosexuales. Se ha pedido que, tanto en este tema como en el de los divorciados, se prepare a personas competentes para que puedan llevar a cabo una pastoral familiar específica de acogida, que sirva para integrar a los afectados en la Iglesia y explicarles el por qué de las limitaciones que ésta les impone.


Hay que tener en cuenta que entre los ochenta delegados presentes en el congreso estaban la práctica totalidad de los movimientos y realidades eclesiales especializados en familia. Desde los más clásicos, como la Acción Católica, hasta los más modernos, como los Franciscanos de María, pasando por los grandes movimientos que cuentan con cientos de miles de miembros: Neocatecúmenos, Focolarinos, Carismáticos, y otros que no son tan numerosos pero que son muy relevantes, como Schoenstatt, Comunión y Liberación, Chemin Neuf, Emmanuel, Couples for Christ, Movimiento Familiar Cristiano, Equipes Notre Dame, Federation Africain de Action Familial, Human Life International, Regnum Christi o Vida Ascendente, por citar a algunos de los participantes.


La importancia de este apoyo masivo a la doctrina tradicional de la Iglesia es enorme, pues procede de los propios laicos, que son los que se ven más afectados por las cuestiones debatidas. Además, estos movimientos no representan, ciertamente, a todos los laicos católicos, pero sí a los seglares que están organizados y que son en muchas ocasiones la punta de lanza de la evangelización, los elementos más dinámicos de la misma. Parece difícil que se pueda aprobar una modificación en la doctrina de la Iglesia, en el sentido de introducir "rebajas" en las exigencias morales, teniendo en contra a la práctica totalidad del laicado católico organizado.