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samedi 8 novembre 2014

Primer encuentro entre dos cargos «nuevos»: Felipe VI como rey y Osoro como arzobispo de Madrid

«»El Rey Felipe VI recibió el viernes 7 de noviembre a última hora de la mañana al nuevo arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en el primer encuentro oficial que ambos mantienen desde que a finales de octubre relevó a Antonio María Rouco Varela al frente la archidiócesis.

La reunión con Osoro ha sido la última de las tres que el Rey celebró a lo largo de la mañana (después de recibir a los patronos de la Fundación Iberoamericana y al nuevo presidente de RTVE, José Antonio Sánchez).


Sonriente, el monarca ha saludado al arzobispo en el Salón de Audiencias de Zarzuela, y le ha dado la bienvenida al tiempo que le estrechaba la mano, para posar ambos para los medios gráficos; después ambos se han dirigido al despacho oficial del Rey.


Tradicionalmente, el arzobispo de Madrid es quien suele celebrar bodas, bautizos y comuniones de los miembros de la familia real si se realizan en Madrid.


Nacido en mayo de 1945 en Castañeda (Cantabria), Carlos Osoro dejó el arzobispado de Valencia tras ser elegido en agosto por el papa Francisco para hacerse cargo de la archidiócesis madrileña.


Fue el pasado día 25 de octubre cuando tomó posesión como arzobispo de Madrid con la celebración de una eucaristía en la catedral de la Almudena.


Ese día, en la homilía, reivindicó el "diálogo" y la "cultura del acuerdo" y se comprometió a pasar de "una pastoral de mera conservación" a otra "decididamente misionera".



Francisco anima a los scouts católicos a hacer camino con la familia y con la alegría del Evangelio

Con una pañoleta azul en el cuello como símbolo visible, el santo padre Francisco se ha dirigido al Movimiento de Adultos Scout Católicos Italiano en ocasión del 60 aniversario de la fundación del Movimiento. El Papa ha llegado al Aula Pablo VI del Vaticano, y ha caminado saludando a los presentes hasta llegar al escenario.

Tras el saludo de la presidenta nacional y del asistente, el Pontífice ha dado las gracias a los presentes "por el trabajo de desarrolláis en la Iglesia y en la sociedad, testimoniando el Evangelio, según el estilo propio del scoutismo". El Papa ha destacado que en estos años de compromiso apostólico se han esforzado por testimoniar los valores de lealtad, fraternidad y amor a Dios y al prójimo, sirviendo generosamente la comunidad eclesial y civil.


Asimismo, el Santo Padre ha señalado que la terminología típica del scoutismo utiliza mucho el término "camino", como valor significativo en la vida de los adolescentes, jóvenes y adultos. Por eso ha querido animarles para proseguir haciendo camino en familia, camino en la creación y camino en la ciudad.


En primer lugar el Papa ha hablado de "hacer camino en familia". De este modo, Francisco ha recordado que la familia permanece siempre la célula de la sociedad y el lugar primario de la educación.


"Es la comunidad de amor y de vida en la que cada persona aprende a relacionarse con los otros y con el mundo, y gracias a las bases adquiridas en familia es capaz de proyectarse en la sociedad, frecuentar positivamente otros ambiente formativos, como la escuela, la parroquia, las asociaciones...", ha observado.


También ha subrayado que "todas las vocaciones mueven los primeros pasos en familia, y llevan la marca para toda la vida". Así, ha precisado que para un movimiento como este "basado en la educación permanente y sobre la elección educativa", es importante "reafirmar que la educación en familia constituye una elección prioritaria".


Por eso, el Pontífice ha destacado que para los padres cristianos "la misión educativa encuentra su fuente específica en el Sacramento del matrimonio, cuya tarea de criar a los hijos constituye un verdadero y propio ministerio en la Iglesia".


Y no sólo de los padres hacia los hijos, sino también de los hijos hacia los hermanos y los padres. "Sucede a veces que un niño con su afecto, con su sencillez, es capaz de reanimar toda la familia", ha observado Francisco. De este modo ha afirmado que "diálogo entre los cónyuges, escucha e intercambio recíproco son elementos esenciales para que una familia pueda estar serena y ser fecunda".


En segundo lugar ha hablado de "hacer camino en la creación". Al respecto el Papa ha indicado que "nuestro tiempo no puede desatender la cuestión ecológica, que es vital para la supervivencia del hombre, ni reducirla a cuestión meramente política: ésta, de hecho, tiene una dimensión moral que toca a todos, de tal forma que ninguno puede desinteresarse".


De este modo, ha recordado que toda la naturaleza que nos rodea es creación como nosotros, creación junto a nosotros, y en el destino común tiende a encontrar en Dios mismo el cumplimiento y la finalidad última. Y así, Francisco ha afirmado que "esta doctrina de nuestra fe es para nosotros un estímulo aún más fuerte para una relación responsable y respetuosa con la creación: en la naturaleza inanimada, en las plantas y en los animales reconocemos el sello del Creador, y en nuestros símiles su misma imagen".


Finalmente ha hablado del "hacer camino en la ciudad". A propósito, Francisco ha recordado a los presentes que están llamados "a ser como levadura que fermenta la masa, ofreciendo vuestra sincera contribución para la realización del bien común".


Es importante -ha precisado- saber proponer con alegría los valores evangélicos, en un leal y abierto debate con las distintas instancias culturales y sociales. Por eso, Francisco ha indicado que en una sociedad compleja y multicultural, los scouts pueden testimoniar "con sencillez y humildad el amor de Jesús por cada persona, experimenta también nuevos caminos de evangelización, fieles a Cristo y fieles al hombre, que en la ciudad vive a menudo situaciones extenuantes, y a veces corre el riesgo de perderse, de perder la capacidad de ver el horizonte, de sentir la presencia de Dios".


Por tanto, ha concluido el Santo Padre, "la verdadera brújula para ofrecer a estos hermanos y hermanas es un corazón cercano, un corazón ´orientado´, es decir con el sentido de Dios".



25 años de la caída de la tiranía comunista en Europa Oriental: el cardenal Tauran recuerda ese día

El cardenal Jean Louis Tauran, actual presidente del Pontificio Consejo del Diálogo Interreligioso, era en número dos del ´ministerio de Exteriores de la Santa Sede´ cuando el Muro de Berlín cayó el 9 de noviembre de 1989. ZENIT le preguntó algunos particulares sobre estos históricos momentos, en la entrevista que aquí compartimos con nuestros lectores.

-¿Dónde estaba y cómo recibió la noticia de la caída del Muro de Berlín?

-En ese año era subsecretario para las Relaciones con los Estados, lo fui de 1988 al 1990, y secretario del 1990 hasta el 2013. Estaba de vacaciones en mi casa de Burdeos. Me acuerdo lo que decía el papa Juan Pablo II: que todos sabían que el sistema comunista no funcionaba y que iba a caer, pero nadie había pensado o previsto que sería así de rápido y sin derramamiento de sangre. Cuando el papa Juan Pablo II fue elegido yo dije: "el comunismo ha muerto"...



El rostro de Tauran llegó a millones de personas en este momento único, muy posterior a la caída del Muro: cuando anunció la elección del Papa Francisco


-El Kremlín o quien mandó hacer el atentando contra Juan Pablo II quizás quiso evitar la caída del imperio soviético...

-Eso no se sabe, aunque el mensaje era claro: era un Papa que molestaba. Y esta rapidez en los hechos. Digo siempre que ha sido preparado por tres cosas juntas: el proceso de Helsinki que crea una nueva filosofía de relaciones con el Acto final de 1975; y Gorbachov y Juan Pablo II, dos hombres providenciales. Son las tres cosas juntas.


-¿Y la Ostpolitik del Vaticano?

-Dio su contribución en la medida en la que ha hecho que la Iglesia del silencio pudiera hablar. Hasta que el Papa de Cracovia fue elegido, superando el silencio...


-¿Juan Pablo II cómo lo supo?

-Lo supo por los medios de comunicación, además en la época estaban nuncios itinerantes, como monseñor Luigi Poggi, con encargo especial para las relaciones con Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rumania y Bulgaria.


-¿Qué hizo Juan Pablo II cuando recibió la noticia?

- Rezó ciertamente. Recuerdo también que cuando se anunció la visita de Gorbachov al Vaticano, Juan Pablo II se preparó un mes antes leyendo cada día en ruso una página del evangelio. El encuentro entre ambos tuvo lugar sin traductores porque se entendían hablando él en polaco y Gorbachov ruso.


-¿Qué nos enseña la Cortina de Hierro?

-Que nunca se puede separar a los pueblos, porque estamos hechos para vivir juntos, en el respeto y la cultura de cada uno.


-¿El comunismo representaba para el occidente cristiano una amenaza incluso mayor de lo que puede ser hoy la de los radicales islámicos?

-Sí, pero cada crisis tiene su particularidad específica. Es difícil comparar. En lo relacionado a Europa, todos estos países del este de Europa tienen un patrimonio común: el cristianismo. Es normal que un día u otros retomaran su origen común.


-Juan Pablo II había ido a Polonia por segunda vez durante la ley marcial, ¿cómo influyó todo esto?

-No estuve en este viaje, pero en Alemania Oriental todo inició en las iglesias luteranas con procesiones con velas encendidas en signo de libertad, hacia el muro de Berlín. Todo tan rápido y sin derramamiento de sangre, el sistema se vació desde el interno.


»Y después también en 1987 o 1988, cuando yo estaba en Viena negociando en una conferencia por la cooperación, era un mes de mayo, salió una entrevista del patriarca Pimen con foto y página entera en el Pravda, sobre la fe, las raíces cristianas de Rusia, o sea que algo se estaba moviendo...


-¿Qué sintieron los pueblos del Este, con un papa polaco?

-Para ellos era una seguridad. Sabían que conocía a la Iglesia desde el interno, no era un diplomático, él era un jefe religioso. Sabían que hablaba a nombre de ellos, ya no había la Iglesia del silencio.


-¿Cuál es la moral de esta historia?

- La verdad al final triunfa siempre.


Lo que dijo Juan Pablo II al caer la tiranía comunista

El cardenal Tauran recordó que el 13 de enero de 1990, dos meses después de la caída del muro de Berlín, el Papa se dirigió al cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano, del cual reproducimos algunas estrofas.


“Hago notar con satisfacción la presencia entre vosotros del embajador de Polonia, país que, tras un largo paréntesis, ha reanudado sus relaciones diplomáticas con la Santa Sede” dijo, y añadió: “La Santa Sede ha acogido con satisfacción las grandes transformaciones que, en especial en Europa, han marcado recientemente la vida de diversos pueblos”.


“La irreprimible sed de libertad -indicó el papa Wojtyla- allí manifestada ha acelerado los cambios, haciendo caer los muros y abrirse las puertas a una velocidad de verdadero vértigo. Además, como sin duda ya lo habréis advertido, el punto de partida o el de encuentro con frecuencia ha sido una Iglesia. Poco a poco las velas se han encendido hasta formar un verdadero camino de luz, como diciendo a quienes durante esos años han pretendido limitar los horizontes del hombre a esta tierra, que éste no puede permanecer indefinidamente encadenado”.


“Varsovia, Moscú, Budapest, Berlín, Praga, Sofía y Bucarest, por no citar nada más que las capitales -prosiguió el papa Polaco- se han convertido en las etapas de una larga peregrinación hacia la libertad. Debemos rendir un homenaje a los pueblos que, al precio de inmensos sacrificios, han tenido la valentía de emprenderla y también a los responsables políticos que la han favorecido. Lo más admirable en los acontecimientos que hemos contemplado es que pueblos enteros han tomado la palabra; mujeres, jóvenes y hombres han vencido el miedo. La persona humana ha manifestado los inagotables recursos de dignidad, de valentía y de libertad que posee En países en los que durante tantos años un partido ha dicho cuál era la verdad que se debía creer y el sentido que debía darse a la historia, estos hermanos han mostrado que no es posible asfixiar las libertades fundamentales que dan sentido a la vida del hombre: la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de expresión y de pluralismo político y cultural”.


“La neutralidad ideológica, la dignidad de la persona humana como fuente de los derechos, la preferencia de la persona en relación a la sociedad, el respeto de las normas jurídicas democráticamente aceptadas y el pluralismo en la organización de la sociedad, representan los valores irreemplazables sin los que no se puede construir establemente una casa común en el Este y en el Oeste, accesible a todos y abierta al mundo. No puede existir una sociedad digna del hombre sin el respeto de los valores trascendentales y permanentes” añadió.


“Para los Europeos del Oeste que tienen la ventaja de haber vivido largos años de libertad y de prosperidad -ha señalado el Santo Padre- ha llegado la hora de ayudar a sus hermanos del Centro y del Este para que ocupen plenamente el lugar que les corresponde en la Europa de hoy y de mañana. En efecto, el momento es oportuno para recoger las piedras de los muros derrumbados y construir juntos la casa común”.


Y concluyó: “El nuevo clima que progresivamente se ha instalado en Europa ha favorecido sustanciales progresos en las negociaciones para el desarme nuclear, químico y convencional. El año 1989 bien podría representar el declive de lo que se ha venido llamando "la guerra fría", de la división de Europa y del mundo en dos campos ideológicamente opuestos, de la incontrolada carrera de armamentos y del aprisionamiento del mundo comunista en una sociedad cerrada. ¡Demos gracias a Dios, que ha querido inspirar a los hombres estos "pensamientos de paz" que Cristo, al venir a nosotros en la noche de Navidad, depositó en cada uno como una herencia y un fermento, capaces de cambiar el mundo!”


Discurso completo de Juan Pablo II al cuerpo diplomático el 13 de enero de 1990



Love Story - Originally sung by Andy Williams (with Lyrics) [HD]