Pages

mardi 3 février 2015

Chiara Lubich, ser María


Esta semana se ha abierto en la diócesis de Frascati, junto a Roma, el proceso de beatificación de Chiara Lubich, la fundadora de los Focolarinos. En nuestro informativo semanal pasado, nos hicimos eco de la noticia por anticipado, pero no pude dedicarle un comentario porque urgía afrontar lo ocurrido durante el congreso de los movimientos de espiritualidad para preparar el próximo Sínodo.


Chiara Lubich no es tan conocida como otros gigantes del espíritu que han iluminado la noche en que se convirtió el siglo XX. Todos saben quién es San Juan Pablo II, San Josemaría Escrivá o la beata Teresa de Calcuta, pero esta mujer, nacida en Trento en 1920, ha pasado más desapercibida para el gran público, sin que eso signifique en absoluto que sea una desconocida. A pesar de ello, su influencia está al nivel de las mayores figuras de la Iglesia en el siglo pasado y estoy convencido de que esa influencia irá a más. Su experiencia espiritual bebe de las fuentes franciscanas -era maestra de novicias de la Tercera Orden Seglar cuando, en el marco de la segunda guerra mundial, Dios se sirvió de ella para fundar el movimiento de los Focolares-, pero va más allá de ellas generando una riquísima espiritualidad que, partiendo de los conceptos más elementales, se desborda en matices llenos de profundidad. Aunque no vivió nunca en clausura, sino en medio del mundo, su alma y su experiencia de Dios eran profundamente contemplativas.


Parte de una idea esencial: Dios existe y nos ama. Por eso hizo suya la frase de San Juan en su primera carta: "Nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene". De hecho, decía que esa quería que fuese la frase que se esculpiese en su tumba cuando muriera. Esta fe en el amor divino se hacía experiencia cuando, por el amor recíproco entre los hermanos, disfrutaban de la presencia del Señor en medio de ellos, tal y como el propio Cristo había prometido (Mt 18, 20). Pero a veces no era la experiencia del amor divino lo que la sostenía, sino la fe en él, lo cual sucedía cada vez que el Señor le dejaba probar, como a los grandes místicos, una gota del dolor que Él experimentó clavado en la Cruz; entonces ella se abismaba en esa comunión misteriosa con el Crucificado -al que llamaba Jesús Abandonado- y con el cual quería compartir la vida, como la esposa enamorada que no quiere dejar la compañía del marido, sobre todo cuando éste la necesita. De este múltiple encuentro con Cristo -presente en medio de los hermanos y presente misteriosa pero realmente en el dolor- nacía su fecundidad apostólica. Llamada por el Señor a construir una gran obra eclesial, comprendió que nada, absolutamente nada, se puede hacer si no hay unidad. La meditación sobre las últimas palabras de Cristo antes de dejar el Cenáculo para dirigirse al Huerto de los Olivos -"Padre, que todos sean uno, como tú y yo, para que el mundo crea- le hicieron darse cuenta de que en la unidad está el secreto de todo apostolado y que, sin ella, lo que se hace con esfuerzo se deshace fácilmente.


Jesús en medio, Jesús Abandonado, la unidad. Tres claves de la profunda espiritualidad de esta mística del siglo XX. A la que hay que añadir una cuarta, que no es un adorno ni un colofón florido, sino la esencia que aúna y resume las anteriores. Me refiero a María. Nunca olvidaré aquella meditación escrita por Chiara que empieza así: "Entré un día en una iglesia...." y en la que la -si Dios quiere- pronto santa fundadora de los Focolarinos le pregunta a Jesús por qué ha encontrado la forma de quedarse siempre con nosotros en la Eucaristía y no ha hallado la manera de dejarnos a María, y entonces oye, con los oídos del alma, que el Señor le responde: "Porque quiero verla en ti". Ser María, que goza con la presencia de Jesús, que no abandona a su Hijo en el Calvario, que le cuida cuando sufre, que evangeliza para que todos le conozcan y le amen, esa fue la vocación de Chiara Lubich. Una vocación que vivió con intensidad y fidelidad, que ha contagiado a miles, no sólo pertenecientes a su movimiento, y que ha hecho de ella una luz puesta en lo más alto para que todos la vean y den gracias a Dios que enriquece a su Iglesia continuamente con nuevos santos.



En la Comunión de los santos estamos todos


"Creo en la comunión de los santos". ¿En qué? En que estamos unos vinculados y relacionados con los otros, sin ser nunca islotes separados, preocupados únicamente por su vida individual, su salvación individual, su oración privadísima.



Más bien formamos parte de un todo complejo, el Cristo total, Cabeza y miembros, y todo lo bueno y lo malo que hagamos repercute de manera visible o invisible en los hermanos; el bien, la belleza de la virtud, el acto más sencillo y humilde de ofrecimiento, una plegaria rezada ante el Sagrario, refuerza a otro hermano a quien ni siquiera conocemos y que puede estar lejísimos en el espacio, pero cercanísimos en el mismo Corazón eclesial.


Se explica que toda la humanidad es una, así como la Iglesia es una; y lo mismo que hay una solidaridad en el mal en el género humano (por el pecado de Adán), hay una solidaridad en el bien que recorre todo el Cuerpo del Cristo total.


Me viene a la memoria un ejemplo sencillo de Santa Teresa de Lisieux; ella daba largas caminatas por el jardín del monasterio hasta cansarse pidiendo que su cansancio aliviara las caminatas de los misioneros. Sobre ella cargaba algo pesado, de manera que otro fuera librado. Esta es la Comunión de los Santos.


No somos islotes. Tampoco somos desconocidos ni extraños unos a otros. Realmente el vínculo de la Comunión eclesial es real y concreto.



"Las personas bautizadas y creyentes nunca son extrañas las unas para las otras... Cuando nos encontramos nos conocemos en el mismo Señor, en la misma fe, en la msima esperanza, en el mismo amor que nos conforman. Entonces experimentamos que el fundamento de nuestra vida es el mismo. Experimentamos que en lo más profundo de nosotros mismos estamos enraizados en la misma identidad, a partir de la cual todas las diversidades exteriores, por más grandes que sean, resultan secundarias. Los creyentes no son nunca totalmente extraños el uno para el otro. Estamos en comunión a causa de nuestra identidad más profunda: Cristo en nosotros" (Benedicto XVI, Hom. en la Vigilia pascual, 22-marzo-2008).



En el ámbito invisible lo sabemos y lo experimentamos. Pero también en el ámbito visible tenemos sobradas experiencias de encontrarnos juntos personas de distintas diócesis y de distintas naciones y sentirnos plenamente unidos, identificados en el otro, reconocidos, y por tanto, con el trato de hermanos incluso hablando diferentes idiomas.


¡Qué hermosa es esta Comunión! En ella nos integramos, a ella pertenecemos.



Francisco decreta la beatificación de Óscar Romero, al haber dictaminado los expertos su martirio

El Papa Francisco ha proclamado beato al arzobispo de San Salvador (El Salvador), Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, al reconocer que el obispo es mártir, ya que fue asesinado "in odium fidei" (en odio por su fe) mientras oficiaba una misa en la iglesia de la Divina Providencia en San Salvador.

Precisamente hoy 3 de febrero la Iglesia celebra la fiesta de San Óscar, evangelizador de los pueblos nórdicos y vikingos en el siglo IX (este Óscar no murió mártir, sino de enfermedad).


Monseñor Óscar Romero, muy popular en América Latina y llamado "la voz de los sin voz" por su consagración a los más desfavorecidos, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un comando de ultraderecha, al comienzo de la guerra civil en El Salvador.


Desde 1996 la causa para canonizar a Romero se encontraba en Roma, y en 2006 la Congregación de la Doctrina de la Fe acordó iniciar el proceso de beatificación.


Por denunciar la injusticia social y la represión militar, Romero fue asesinado por un francotirador contratado por la ultraderecha al anochecer del 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba Misa en un hospital de enfermos de cáncer de San Salvador. Recibió un tiro a la altura del corazón poco antes de la Consagración.


Monseñor Romero se había alzado durante todo su ministerio contra las guerras, la pobreza y en favor de la paz y de la concordia. Tanto, que le valió una nominación al Premio Nobel de la Paz en 1979.


Con el crimen y el cierre de los espacios de participación política estalló la guerra civil que finalizó en 1992 tras la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla. La Fundación Monseñor Romero trabaja por que su legado no caiga en el olvido.


Comentarios del Papa Francisco

La agencia Zenit ha recordado algunos comentarios recientes del Papa Francisco sobre el proceso de monseñor Romero. Recientemente, en el vuelo de regreso de Manila a Roma, durante la rueda de prensa el Santo Padre confirmó que no sería él quien presidiera la beatificación de este mártir. “¡Allí habrá guerra entre el cardenal Amato y monseñor Paglia!”, bromeó. Para responder a la pregunta sobre quién de los dos haría la beatificación, Francisco aseguró que no sería él personalmente, y recordó que “para los beatos normalmente la celebra el cardenal del dicasterio u otro”. Monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, es el postulador de la causa de santificación de monseñor Romero.


También en la rueda de prensa de regreso de Corea en agosto de 2014, Francisco respondió a una pregunta sobre la situación por aquel entonces del proceso de beatificación de Romero. En dicha ocasión el Santo Padre afirmó que “el proceso se encontraba en la Congregación para la Doctrina de la Fe, bloqueado ‘por prudencia’ según decían. Ahora ya no está bloqueado. Ha pasado a la Congregación para los Santos. Y sigue el camino normal de cualquier proceso. Depende de cómo se muevan los postuladores. Es muy importante que lo hagan con rapidez. Lo que a mí me gustaría es que se esclarezca: si se da martirio in odium fidei, por haber confesado a Cristo o por haber hecho las obras que Jesús nos manda para con el prójimo. Y esto tienen que hacerlo los teólogos, que lo están estudiando. Porque detrás de él [Romero], vienen Rutilio Grande y otros; hay otros que fueron asesinados, aunque no están a la altura de Romero. Hay que distinguir teológicamente esto. Para mí Romero es un hombre de Dios, pero hay que hacer el proceso, y el Señor tiene también que dar su señal… Si quiere, lo hará. Pero ahora los postuladores tienen que ponerse en marcha porque ya no hay impedimentos”.



Nace una web para divulgar la labor social de los jesuitas en España: son más de 20 entidades

Los jesuitas buscan en su labor social impregnar las estructuras de la vida humana de una expresión más plena de la justicia y el amor que brota de la fe.

Sus prioridades son las migraciones, los menores y jóvenes en riesgo social y la cooperación internacional al desarrollo.


Actúan a través de más de 20 entidades profesionales y de sus comunidades jesuitas de inserción. Asimismo, ocupan un lugar destacado en la labor social miles de misioneros (600 españoles) que viven y trabajan en favor de la justicia.


Para saber más de esta amplia labor y de su día a día nace hoy la web: http://ift.tt/1K6RPIp


En la actualidad, el sector social de los jesuitas en España está formado por más de 20 entidades con más de 50 sedes, que se sostienen por 2.500 personas (80% voluntarias).


Las personas beneficiadas de sus servicios en España y en varios continentes superan el millón.


Las prioridades apostólicas del sector son: migraciones; menores y jóvenes en situación de riesgo social; y cooperación internacional al desarrollo. Para su funcionamiento se estructura en cuatro equipos de trabajo:


-ecología,

-formación,

-incidencia

-y sostenibilidad institucional.


El campo de las migraciones pivota sobre el Servicio Jesuita a Migrantes-España (http://es.jrs.net), una red de entidades jesuitas dedicadas al acompañamiento, servicio y defensa de las personas migrantes. Cuenta con centros en Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Madrid, Sevilla, Valladolid, Valencia...


El área de menores incluye instituciones de diversa índole: obras de educación en el ocio o en el apoyo al estudio vinculadas a parroquias, instituciones de acogida, centros escolares que se convierten en alternativas para los menores que se quedan fuera del sistema escolar ordinario, programas de acompañamiento de familias en riesgo de exclusión, programas de inserción laboral (incluyendo dos proyectos de empresas de inserción). La mirada puesta en los menores que más dificultades tienen y el poner a la persona en el centro, son las claves de esta labor que se desarrolla en Alicante, Badalona, Gijón, L’Hospitalet, Madrid y Mallorca.


El área de la cooperación al desarrollo, abarca la cooperación, la solidaridad internacional y la promoción del desarrollo humano integral de las personas y poblaciones desfavorecidas de los países del Sur. Coordina las acciones de cooperación internacional, la sensibilización social y educación para la solidaridad y la promoción del voluntariado nacional e internacional. Se actúa a través de las dos grandes ONG de los jesuitas: Alboan (www.alboan.org) y Entreculturas (http://ift.tt/KL5yug), además de colaborar con ONG afines, como Intermón Oxfam.


Además, los jesuitas mantienen una presencia puntual en otros campos sociales como: la cárcel, movimientos sociales, personas sin hogar, la formación para gente con escasos recursos…etc.


Toda esta iniciativa se articula en red con otras obras jesuitas y también con otros movimientos, plataformas y redes sociales. El Delegado del sector Social es el jesuita Alberto Ares Mateos [tiene un blog aquí ].



Amaury, padre de dos niños que murieron al poco de nacer: «¡Habéis sido deseados! ¡Os queremos!»

Amaury de Vivies y su esposa Dorothée perdieron a dos hijos poco después de nacer, por una trisomía 14. Pocos meses después, decidieron fundar Thanks4Life, una asociación que ayuda a los padres de niños con un pronóstico similar.

El 25 de enero, Amaury contó su testimonio en la Marcha por la Vida celebrada en París. Quiso terminar sus palabras diciéndoles, «a todos los niños presentes hoy en esta plaza en el seno de su madre, y que también tendrán una vida corta: ¡Habéis sido deseados! ¡Bienvenidos! ¡Os abrazamos! ¡Os queremos!»


Testimonio íntegro de Amaury de Vivies

Hace 20 años vine por primera vez a la Marcha por la Vida. Para defender la vida. Pensando sobre todo en los otros. Hace 15 años, me casé con mi esposa, Dorothée, para lo bueno y para lo malo. Pero pensando sobre todo en lo malo. Ciertamente no he venido para hablaros de un mal, sino simplemente daros testimonio de cómo la vida no siempre ocurre como estaba prevista, y que esto puede ser también una forma de fecundidad.


Después de cinco niños nacidos sin problemas, en junio de 2011, nos enteramos que al pequeño que esperábamos le habían diagnosticado trisomía 14. Veredicto: algunos minutos de vida después del nacimiento. Nueve meses de embarazo, algunos minutos de vida. Ante todo, tu mundo se desmorona. Sabes que algo así puede llegar, pero nunca a ti.


Vas a Internet (¡por supuesto!), y es el horror. Ninguna gana de empezar un nuevo día, de trabajar, de hacer cualquier cosa.


No es una pesadilla, sino más bien un callejón sin salida.


Después, en un mundo de normas, de reglas, de utilidad y de rentabilidad, todo esto no encaja. «Interrumpir una vida que de todos modos más o menos en el parto, no es realmente interrumpirla, es sólo adelantar un acontecimiento natural», se respira. Y escuchas porque hace una semana que te llevas golpes todos los días dentro de tu callejón sin salida.


Haces caso hasta que te dices que tú querías a ese niño, y que hoy está ahí. Sí, es verdad que no es todo como lo habías previsto: nunca hará grandes estudios, nunca será grande y fuerte. Pero estará siempre ahí.


Y como padre tú harás que esté acompañado, no abandonado por estar enfermo. Y de esto te sentirás orgulloso y feliz toda tu vida. Entonces, sales del callejón sin salida para caminar paso a paso, día a día.


Eso pasó en junio de 2011. Emmanuel nos dejó en septiembre de 2011. Volvió a empezar en 2012, Gabriel nos dejó en diciembre de 2012. Después, un día, por los caminos de la Provenza a principios de julio de 2013, Dorothée y yo decidimos tender la mano a los que han tenido esta desgracia, y crear Thanks4Life.


Nuestro objetivo es acompañar a los padres que se enfrentan al diagnóstico de una enfermedad que hace que la vida de su hijo sea corta o imposible, y decirles que su bebé, incluso si no podrá vivir más que algunas horas, ya está ahí. No hay una sustitución de los equipos médicos, sólo apoyar a las familias encontrando las palabras de unos padres que han pasado por la misma prueba.


Finalmente, me replanteo esta frase que todos conocéis del profesor Jean Bernard: «Dar vida a los días cuando ya no podemos dar días a la vida». Termino dirigiéndome a todos los niños presentes hoy en esta plaza en el seno de su madre, y que también tendrán una vida corta (y ciertamente los hay), y diciéndoles: «¡Habéis sido deseados! ¡Bienvenidos! ¡Os abrazamos! ¡Os queremos!» Gracias.


Amaury de Vivies



Unas monjas mexicanas venden su crucifijo del siglo XVI y otras piezas para salvar su convento

A la hermana Julia Cantú, madre superiora del convento de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón, Cristo se le apareció en el momento preciso. Lo hizo en forma de talla, de reliquia guardada bajo llave por mandato de un sacerdote que advirtió hace ya unos años a las monjas que en los tiempos que corren ni los crucifijos están a salvo de los robos en los conventos.

Desde entonces, aquella obra de arte tallada en marfil de los siglos XVI y XVII y de origen indoportugués estaba guardada en una capilla de la congregación donde no entraba nadie. Así hasta que un día la hermana entendió que aquella obra de arte sería la que evitaría que se cerrara el convento.


Y es que la madre superiora, angustiada por las importantes deudas que su congregación tenía tras tener que afrontar importantes obras de mantenimiento, tuvo que tomar la decisión más importante de su vida religiosa: o vendía el crucifijo o cerraba el convento.


No era una decisión fácil, pero como explica a El Mundo Guillermo Garza, dueño de la casa de Subastas Gimau, en la ciudad mexicana de Monterrey, la hermana tuvo que convertirse en torera. "Tendrá usted que torear con los que la criticarán y los que la alabarán por tomar la decisión de vender el Cristo", le advirtió.


La madre superiora pidió primero opinión a las 16 monjas con las que comparte vida religiosa y "luego fue también a pedir consejo de la hermana superiora de San Luis de Potosí, mandamás de todos los conventos de la zona", cuenta Garza. Tras evaluar la gravedad de la situación financiera decidieron que había que vender el Cristo para salvar la congregación. "Tenemos que pagar el mantenimiento diario de las bombas y la instalación eléctrica y del resto del inmueble. La primera fase de las obras que hicimos, que costaron 234.000 pesos (14.000 euros), las pagamos con donativos, pero para la segunda fase ya no tenemos dinero", explicaban las monjas.


Sin embargo la decisión tenía, cosas del destino, un carácter también personal para la madre superiora. La Hermana Julia resulta ser sobrina de María Guzmán de Gutiérrez, la mujer que en 1958 compró la figura en la casa de antigüedades La Granja, en Ciudad de México, para cuatro años después donarla al convento. Décadas después, con la tía ya fallecida, es la sobrina la encargada de velar por aquel lugar que tanto amó su familiar. "Ella pensó que su tía hubiera estado de acuerdo con la decisión y recordaba de era una mujer tan generosa que vendía sus pendientes para ayudar a la congregación", relatan en la Casa de Subastas Gimau.


"Es entonces cuando la hermana Julia, a través de un amigo común, llega a mí para pedir asesoramiento. Me dice que tiene ya cuatro personas interesadas en comprar la antigüedad y yo le expliqué que si la subastamos podríamos tener 30 y sacar algo más de dinero", cuenta un Garza que al entender la gran necesidad y urgencia de las monjas decidió adelantarles un dinero para que pudieran ir tapando agujeros. "Prefiero no pedir más dinero, ya tenemos gente que nos ayudan con donaciones, pero no llega", explicaba la madre superiora.


El convento, de hecho, se financia con las ayudas de algunos feligreses y con la venta de hostias sagradas y rompope, una bebida de licor de huevo que hacen las monjas. También ofrecen las instalaciones para retiros y otras actividades. Pero no llega, no llega, se dice la hermana Julia que mantiene que no quiere mendigar más dinero. "La última concesión de Sor Julia fue la de contar la historia, hacerla pública. Yo le dije que era mejor explicar de dónde salía la venta". Fue una acertada decisión ya que varios medios locales se interesan por los hechos, lo que le ha servido también para hacer públicas sus necesidades y conseguir algunas ayudas, y captar mayor atención de compradores para el momento de la subasta.


Finalmente la Casa Gimau anunció para el pasado 29 de enero que la talla sería puesta en venta. "Antes de empezar la subasta ya teníamos tres ofertas que superaban el valor de salida de 70.000 pesos (4.200 euros )", explica Garza. Finalmente la pieza se vendió por 130.000 pesos (7.750 euros). "La compró un señor en la sala que nada más adquirir la obra se marchó", recuerdan los Garza que han tenido la generosidad de ayudar a las endeudas monjas donándoles todo el dinero y no cobrando su parte proporcional de la venta.


La congregación, mientras, podrá acometer las obras que le permitan a las hermanas seguir rezando, elaborando sus hostias, rompope y dando más que nunca gracias a aquel Cristo redentor que estaba guardado como un tesoro en una de las salas oscuras de su deteriorado convento.



Carlos Herrera: «El laicismo penetra en la sociedad española, si no eres laicista pareces tonto»

El pasado 31 de enero el popular periodista radiofónico Carlos Herrera, habló en Jaén de la fe en España, los valores de Occidente y la devoción en la Semana Santa andaluza, relacionándolo con la advocación de la Virgen de la Paz y la necesidad de paz en el mundo, en un acto organizado por la Hermandad de la Coronación de Espinas (una asociación que cumple 400 años).

Herrera, como periodista, quiso explicar la situación cultural actual, entre el Islam y el laicismo. "Cuando se acabó la guerra fría -porque fracasó el comunismo, que solo ha sido capaz de crear dos cosas: una, miseria; la otra, terror- desde entonces la izquierda en Occidente está buscando nuevos proletarios, porque ha perdido a los proletarios, y empieza a creer que el Islam es una forma de protesta social, y empieza a albergarlo en su seno como una especie de reivindicación. Reinventa el relativismo, crea el complejo de culpa. Y algún día Occidente sucumbirá al desmontaje milimétrico de sus valores. ¿Y cuales son esos valores de Occidente? La defensa de los derechos humanos, la libertad individual, la separación entre Iglesia y Estado, la igualdad ante la ley... Y lo sustituye ante una norma política que surge de las revelaciones del Corán".


Laicismo excluyente

Puso varios ejemplos de laicismo en España que van contra estos valores de Occidente y la cultura de los españoles.


"En un colegio de Alcalá de Guadaira los niños se visten de pastorcito en la función de Navidad que hacen todos los años. Pero un padre, preso de histeria, se niega, y amenaza con denunciar al colegio, de tal manera que no puede existir ningún signo religioso que recuerde que es Navidad. Permite espumillones y algunas guirnalditas, pero un arbol de Navidad no puede tener bolas colgadas porque dice que son bolas del Árbol del Bien y del Mal, del Génesis, y que eso ya es religioso. Y los niños no pueden ir de angelitos, como mucho pueden ir de palestinos de época. Y las canciones no pueden hacer referencia a si San José lavaba y la Virgen se peinaba. Tienen que decir: "qué bonito es el solsticio de invierno que tanto nos consuela a las almas caritativas".


Carlos Herrera explicó que, por el contrario, padres musulmanes en el colegio de sus hijos dicen a los niños "vosotros vestid de pastorcitos, celebrad la Navidad también, que no pasa nada".


Contó también la experiencia de adaptación de su hijo en una zona sin parroquia católica.


"Mi hijo estuvo 3 años estudiando en un colegio del norte de Escocia donde hacía un frío del carajo y se comía muy malamente. Mi hijo me dijo: papá, aquí no hay ninguna capilla católica donde poder ir a misa. Yo le dije: pues no te preocupes, vete a la capilla protestante, no te enseñarán nada malo. ¿Qué te van a enseñar unos cristianos, que seguramente proclamarán la palabra de Dios? No estará la liturgia, pero fuera de la liturgia hay muchas cosas que nos unen a todos los cristianos. Y a mi hijo aquel sincretismo le funcionó".


El periodista denunció que: "A nosotros el laicismo nos está penetrando de tal manera en la sociedad española que parece que si no eres laico eres tonto".


Distinguió entre laicidad y laicismo. "Laicidad es reconocer que si bien la religión y el Estado son cosas diferentes, el Estado no es indiferente al hecho religioso, y menos al hecho religioso mayoritario sentido internamente por la inmensa mayoría de la población. La laicidad permite que el ejercicio religioso sea un derecho fundamental que el Estado, además no debe mirar con desconfianza. Mientras que, por el contrario, el laicismo es la exclusión de lo religioso de todos los ámbitos de la sociedad".


La Semana Santa: diferencia entre Andalucía y Castilla

Después el popular locutor radiofónico habló de la devoción del pueblo andaluz en la Semana Santa, de las emociones ante las imágenes y el recuerdo de los seres queridos fallecidos que también las vivieron. Y planteó una teoría: "¿En qué nos diferenciamos los andaluces de otras Semanas Santas maravillosas, como la castellana?"


"En que nosotros sabemos -corríjame el director espiritual si me equivoco- que Él resucita el domingo. Yo creo que en Castilla no saben de eso. Y se llevan un disgusto terrible. A mí me gusta mucho la Semana Santa castellana, es maravillosa, por ejemplo, las capas pardas en Zamora. Salamanca, Valladolid, el Encuentro en León... Pero se llevan un disgusto terrible, ¡están el Jueves Santo seriamente preocupados! Yo les digo: eh, que el domingo sale otra vez, ¡que resucita! Nosotros sabemos que resucita, desde ese concepto meridional de la vida más leve, lleno de sabores, hervores, amores... somos capaces de cantar y vivir con júbilo la muerte del Hijo de Dios".


"Al fin y al cabo Dios y su Madre quieren que seamos felices, quieren que expresemos esa felicidad, con amor, con risa, con emoción", añadió el periodista y cofrade sevillano.


Al final de su intervención leyó algunos textos que había dedicado a la Semana Santa, incluyendo un llamado a llevar a Cristo a todas partes, todos los días y a los más necesitados.


"Solo sacamos a Cristo una semana a la calle, olvidando el resto del tiempo que Cristo está esperando con lágrimas en el rostro que lo llevemos, sacarlo a la calle, a las tabernas". Añadió: "hay que llevarlo donde sea más insospechado", "a los barrios fronterizos"; "hay que tomar el mensaje de Cristo, de la justicia y la libertad y llevarlo a quienes no han conocido ni una cosa ni otra".


La charla y su presentación (54 minutos en total) se puede escuchar y descargar aquí