Según la información recogida por la Agencia Fides, varios grupos parroquiales en la diócesis de Ji Ning, en Mongolia Interior, a pesar del intenso frío y las grandes heladas, han llevado su ayuda a las casas de los ancianos, a los pueblos católicos más remotos y también a las familias de sacerdotes y religiosos, para mostrar el agradecimiento y el apoyo de la comunidad a su vocación.
La diócesis de Nan Chong ha celebrado una misa de acción de gracias en vista del Año Nuevo, el 12 de febrero. Antes y después, los sacerdotes y religiosas de la diócesis, en grupos, han llevado los sacramentos a los ancianos y los enfermos, para “mostrar el amor del Señor y vivir las enseñanzas de Jesús”.
La diócesis de Zhou Zhi, en la provincia de Shaan Xi, ha programado visitas a la casa de los ancianos y de las familias pobres.
Dada la coincidencia del Miércoles de Ceniza, 18 de febrero, día de ayuno y abstinencia que marca el inicio del camino de la Cuaresma, con la víspera del Año Nuevo Chino, la Comisión de la Liturgia de la Conferencia Episcopal Regional de Taiwán ha propuesto “reemplazar el ayuno con una obra de caridad”.
Del 13 al 19 de febrero el mercado tradicionalmente preparado para el Año Nuevo en el Victoria Park de Hong Kong, también ha organizado un “stand de la evangelización”, a cargo de la Asociación Católica. Como cada año, los voluntarios han distribuido folletos y pequeños objetos de año nuevo que tienen inscritos los versos del Evangelio u otras frases de buenos deseos relacionadas con la evangelización.
Incluso el Papa Francisco, al final de la oración del Ángelus del domingo 15 de febrero, ha dirigido “un deseo de serenidad y de paz para todos los hombres y mujeres del Lejano Oriente y en diversas partes del mundo que se están preparando para celebrar el Año Nuevo lunar”.
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