Pages

mercredi 31 décembre 2014

55 años de cura de Llerona

Este martes por la noche ha muerto mosén Joan J. Vallicrosa y Maynou, fruto de una enfermedad degenerativa, después de cincuenta y cinco años al frente de la parroquia de Santa María de Llerona. En el Vallès será recordado como un referente de Iglesia catalanista y por su vocación pastoral, impulsor de un centro parroquial incomparable con otras realidades vecinas entre los años setenta y los noventa.

La vela se podrá hacer a partir de la tarde de este miércoles en el tanatorio de Granollers, y el entierro tendrá lugar el viernes día 2 a las once y media en la misma parroquia donde ejerció su ministerio, que actualmente está cerrada por ref


"Nos gustaría poder sacudir la mente y el más profundo de la conciencia de los lleronins, y ser revulsivo a la indiferencia de nuestros ciudadanos y de nuestros creyentes". Juan Vallicrosa escribió estas palabras en un libro sobre los orígenes históricos de Santa María de Llerona, publicado por las PAM en 1990. Se refería al trabajo que recopilaba información del pueblo, pero la voluntad de "ser despertador y reforzando de la conciencia ciudadana y cristiana de los conciudadanos "la vivía también como pastor.


"Aquí, en Llerona, hemos derramado los esfuerzos y las ilusiones de los mejores años de la vida", reconocía también Vallicrosa. Personaje cercano a la comunidad, se consideraba a sí mismo como un "cura de bosque" y siempre se sintió cómodo en el entorno rural de la falda del Montseny. Humilde y austero, no era extraño, por ejemplo, verlo volver a pie desde Puiggraciós tras visitar las hermanas benetas. En este sentido, el arraigo en el territorio y la pertenencia a Cataluña formaba parte de su identidad.


Hijo de Fogars de Montclús, llegó a la iglesia prerrománica de Llerona, como rector un mes de octubre de 1959, después de haber sido vicario de la parroquia de San Vicente de Juncales en Sabadell, de San Esteban de Granollers y de Santa María del Mar en Barcelona. Vallicrosa forma parte del movimiento de curas afines al Concilio Vaticano II. Muchos explican cómo gente de toda la comarca acudía a misa en Llerona para seguir de cerca los progresos del concilio.


El mérito incuestionable de Vallicrosa hay que situarlo en el empuje que dio el casal parroquial, que vivió una época dorada a finales de los setenta: con grupos de catequesis y confirmación, actividades deportivas, culturales y lúdicas, como el esparcimiento y las colonias en la Condesa, en Sant Hilari Sacalm. Hoy, el que había sido el centro neurálgico del pueblo ha quedado desplazado por el consejo de pueblo y las instalaciones parroquiales han quedado huérfanos.


Con 86 años, los últimos meses había entrado en una fase avanzada de Alzheimer. Personaje de carácter terco y rebelde, era conocido por la lucidez de sus sermones, así como por la contundencia, la sencillez y el tono llano de sus prédicas.


Poco amigo de las ambigüedades, y con un temperamento que la enfermedad agudizó los últimos tiempos, su talante no estuvo exento de polémica: tanto despertaba un gran aprecio en algunos feligreses como un profundo desencanto entre otros que vieron perder últimos tiempos el centro parroquial como motor social del pueblo. Líder inflexible, para unos; cura revolucionario, por otros. Y para muchos, todo lleno de matices y de anécdotas.


Recordando la época en que Llerona fue conocida por su vitalidad eclesial, el nuevo diácono que ha asumido la gestión parroquial desde que Vallicrosa cayó enfermo, José M. Fernández, reconoció durante la misa de Navidad que "cura Vallicrosa ha dejado el listón muy alto".


Recogido de cataluñareligio



Aucun commentaire: